OOPS

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Recuerdo que la conocí en la piscina comunitaria.

Estaba de pie en lado opuesto de donde yo me encontraba, yo estaba en el agua jugando vóleibol, ella, rodeada por cuatro chicas que parecían mayores.
Al principio creí que eran amigas suyas pero después puede escuchar como levantaban las voces y la llamaban busto pequeño.

Ella pidió que se detuvieran, lo cual provocó que empezaran a gritar cada vez más y más fuerte.

No podría decir que me motivó a salir del agua y dejar el juego a medias.

Es algo curioso, llamémosle así, ya que en ocasiones anteriores había sido testigo de otras chicas siendo molestadas y nunca fui en rescate de ellas. Al parecer ese niña era la excepción. Porque camine en su dirección para poner alto a las burlas.

Pero antes de llegar a donde ella, vi como una chica de las mayores se tambaleaba hacia atrás, sosteniendo su nariz con una mano.

Lo que pasó después me sorprendió. La chica que sostenía su mano en la nariz, estaba en el suelo en cuestión de segundos y una pequeña fiera, le daba golpes, (certeros debo agregar).
En el abdomen, uno tras otro, uno tras otro.

Sin darme cuenta ya estaba dándole porras.

Las demás chicas gritaban cosas que no pude enter ya que no presté oído.
La chica de abajo trataba de quitarsela de encima pero le era imposible hasta que....

No se exactamente como pasó, pero pasó.

La chica que estaba siendo golpeada hizo un movimiento y de pronto la pequeña fiera ya no tenía busto.
La que estaba en el suelo tenía en sus manos algo con forma de seno.

—¡Oh rayos!—Me escuché maldecir.

Las chicas estallaron en carcajadas, pude ver que el cuarteto no era el único riéndose, se habían acercado más personas a ver la pelea y  evidentemente también el resultado.

Aún no estaba lo suficientemente cerca cuando alguien del personal del establecimiento quitó a la pequeña fiera de la chica y ayudó a esa a ponerse en pie.

La pequeña fiera dijo algo y corrió hacia los vestidores, lo siguiente que supe es que corría tras ella.

La encontré llorando, con las manos abrazando sus piernas y la cara entre ellas.

Lentamente tomé lugar a su lado.

—Creo que voy a contratarte como mi guardián personal, podrías incluso darme algunas lecciones, prometo darte una buena paga, ¿qué dices?

Ella no contestó, pero al menos ya no lloraba.

—Hey, vamos no seas mala, quiero patear traseros como tú, o romper narices, vamos pequeña fiera,
me ayudarás?

Entonces ella irguió la cabeza, y se volvió a verme.

—¿Pequeña fiera?—Sonaba molesta, se veía molesta, sus ojos húmedos estaban viéndome con indignación—No te burles de mi, no me llames de ese modo.

—Disculpa, no quise importunar, lo de pequeña fiera es por tu reacción con aquella chica, que evidentemente merecía los golpes que recibió.

La vi parpadear sorprendida.

—Qué ojos tan lindos tienes—Dije sin pensar.

—Gra-gracias.

Un incómodo silencio se apoderó del momento así que presentarme fue lo único que se me ocurrió.

—Naruto Uzumaki

NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora