𝔽𝕚𝕧𝕖

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Vegetta sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo por la voz tan profunda y masculina del alfa susurrar sobre su oído, se había puesto algo nervioso por un momento

-Si ya esta muerto ya no vale como cliente no crees?

Dijo el omega con simpleza guiñándole un ojo al alfa, se deshizo un momento de los nervios y la vergüenza y comenzó a pasar sus manos por encima de la camisa que cubría el abdomen marcado del alfa pero no su pecho

-Y por el momento mi cliente eres tu

Sintió a su lobo molestarse por las palabras "cliente y momento" pero no le hizo caso, continuó quitando la camisa del alfa y una vez esta estuvo completamente desbrochada, recorrió con sus manos el abdomen del castaño, piel con piel, delineando cada uno de los detalles que él alfa tenía, subió sus manos a sus hombros y quito la camisa por completo, se subió a la cama y se hinco encima del alfa colocando cada pierna a lado de las del contrario, empujó un poco a Rubius hasta que esté quedo acostado debajo de él, por protocolo el no podía besar los labios de sus clientes amenos que estos quisieran, por lo que decidió seguirlo y únicamente comenzó a besar el cuello y pecho desnudo del alfa, de un momento a otro se sentó en el miembro de este y comenzó a mover sus caderas haciendo que su trasero hiciera una deliciosa fricción en el miembro del alfa y el omega no se quedaba atrás, el estaba tan excitado que el lubricante natural comenzó a salir de su entrada por montones.

-Buen punto

Respondió el alfa sin más, dejo que el omega quitará su camisa, disfrutando de las manos ajenas sobre su piel, se dejó hacer sin despegar la mirada del sensual cuerpo del omega, mordiendo su labio por los movimientos del pelinegro, mientras llevaba una mano al trasero del otro, masajeándolo, con su otra mano tomó el mentón del omega, haciendo que esté se acercará a su rostro, miró sus ojos, luego sus labios y lo beso de forma demandante y deseosa.

Vegetta se sorprendió demasiado cuando el otro tomó su mentón y comenzó a besarlo, obviamente el omega no desaprovechó la oportunidad y correspondió el beso de la misma manera que el alfa, bajo sus manos del abdomen del contrario al borde de su pantalón, sin pudor alguno metió su mano dentro del pantalón del alfa, pudo detallar con sus dedos los músculos en forma de V que daban inicio a sus bien formadas piernas, gimió por esto siendo callado por los labios del alfa, como si fuera un profesional... Que de hecho si lo era, con solo una mano desabrocho el pantalón de Rubius sin dificultad alguna y usando esta comenzó a bajarlos, se separo del beso para por fin quitar los pantalones del contrario, todo esto ante una mirada que no sabía descifrar del alfa, sólo sabía que no era una de molestia por lo que siguió, se agachó de nuevo pero está vez a la altura del miembro del otro tapado por la fina tela del bóxer de marca y pasó su lengua de manera muy descarada por sobre su miembro sin dejar de ver a Rubius con deseo, mordió el elástico del bóxer del contrario y rozando a propósito sus dientes por la piel caliente del alfa lo quito, ya no sabía quién debería de estar más excitado si el alfa o el, ver tremenda obra de arte de nuevo, lo tenía al límite, no recordaba el gran tamaño que tenía el miembro del contrario, dio un gemido bajo al imaginar el miembro del otro ser apretado por el, aunque cierto alfa lo sacó de sus pensamientos cambiando de posición.

Cuando se separó del omega, observó atento a cada uno de sus movimientos, al sentir la lengua del pelinegro a través de la tela, el alfa no pido evitar soltar un leve jadeo, estaba muy excitado y mandando a la mierda su autocontrol, agarró la cadera del omega y lo coloco boca abajo, le quitó sin nada de delicadeza los pantalones junto con el bóxer, se detuvo un momento observando el trasero del chico y como escurría el lubricante natural, agarró su trasero y frotó su miembro con la entrada del chico, deleitándose con los gemidos que esté soltaba y luego con un movimiento rápido metió su miembro, maldijo al sentir las paredes del omega apretarlo y comenzó un vaivén rápido y profundo.

Vegetta se sorprendió demasiado por los movimientos del chico, al punto que no supo en qué momento su pecho quedó pegado en la cama y su trasero al aire, dio un jadeo entre lastimero y excitado ante la brusquedad del alfa al despojarlo de sus prendas, pero al mismo tiempo le excito, tuvo que morder la sabana y agarrar con fuerza las sábanas para evitar gemir al sentir el miembro de Rubius frotarse en su entrada, no pudo evitar arquear su espalda y soltar un gemido muy alto cuando el miembro del alfa entró en su entrada de una sola estocada y comenzó a meterlo de manera rápida y profunda, comenzó a soltar gemidos a diestra y siniestra, a esta altura todos los presentes en aquella mansión ya habían escuchado gemir al omega, el miembro de Rubius tocaba cada vez que entraba su punto sensible, cosa que lo tenía al límite, sintió una mano posarse en su garganta sujetándolo sin asfixiarlo y vaya que eso lo excito demasiado, era tanto su placer que la saliva escurría de su boca y pasaba por su barbilla hasta llegar a su cuello y perderse en la mano del contrario, no pasó mucho cuando no pudo aguantar más su orgasmo y se corrió manchando las sábanas debajo suyas, sus extremidades flaquearon ante el reciente orgasmo y se quiso dejar caer en la cama, pero la mano en su cuello se lo impedía, que en vez de soltarlo lo jalo hacia su pecho y el haciendo uso de su gran flexibilidad, quedo con su cabeza recargada en el hombro del contrario, su espalda arqueada y el miembro del alfa dentro sobre estimulándolo, hasta que sintió como su nudo comenzaba a formarse dentro suyo y en ese momento el alfa saco su miembro causando que el omega diera un gemido en señal de protesta al sentirse vació, sintió como volteaban su rostro y unos labios se estampaban contra los suyos en un beso demandante. 

𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂'𝒔 𝑫𝒆𝒔𝒊𝒓𝒆 ᴿᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora