𝔼𝕝𝕖𝕧𝕖𝕟

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El alfa escuchó al omega en silencio, apenas sintió la humedad de las lágrimas del otro sobre su ropa lo abrazó y comenzó a acariciar su cabello, saber que el pelinegro había pasado por tantas cosas horribles le sentó mal y oírlo llorar de esa forma, sumado a su olor el cual detonaba una gran tristeza, solo logró que el alfa se arrepintiera de haberle preguntado eso, pegó más al omega a su pecho, con una mano acariciaba la espalda de este, mientras que con la otra tomaba la mano ajena, para calmar al pelinegro

-Lamento escuchar todo eso... La vida tampoco te trató bien a ti...

Dejó un beso en la cabeza del omega

-Mientras esté contigo no pienso dejar que nada malo te pase, te cuidaré y te protegeré, y no permitiré que nadie te vuelva a dañar o hacerte sufrir de nuevo... Lo prometo

Murmuró, pero al sentir la respiración tranquila de Samuel supo que esté se había quedado dormido, lo miró con una pequeña sonrisa, mientras lo cargaba sin despertarlo, entrando a la mansión en dirección a su cuarto, donde lo acostó delicadamente sobre su cama y se acomodo a su lado abrazándolo, notando como el omega se pegaba más a él aunque estuviera dormido, ya después se encargaría de su trabajo, ahora solo quería estar con el omega, se quedó así por unos minutos hasta que también se quedó dormido.

Samuel se tranquilizó un poco ante los toques, caricias y dulces palabras del alfa, se aferraba a este sin querer soltarlo en ningún momento por miedo a que fuera un sueño y al despertar el castaño desapareciera, su relajación y tranquilidad que sentía en los brazos del alfa hizo que inevitablemente callera dormido en brazos de Rubén con una pequeña sonrisa en sus labios.

Al día siguiente despertó en la habitación del castaño sin saber en que momento había llegado ahí, pero no dándole muchas vueltas al asunto cuando no sintió el calor del alfa junto a el, sin embargo aún se podía oler a la perfección su aroma, se pego lo más que pudo a la almohada, fuente de el exquisito aroma, para poder embriagarse con esta adictiva fragancia, aunque de un momento a otro sintió un espasmo algo doloroso recorrer todo su cuerpo, seguido de un gemido al sentir la fricción de la almohada que previamente había abrazado, contra su miembro, sentía el lubricante natural salir de su entrada a montones y un calor inmenso recorrerlo, esto sólo lo había sentido una vez... Cuando llegó su primer celo, pero por los anticonceptivos y supresores lo había perdido... O eso creía, mierda

-Alfa.... Te necesito

Gimió con tono necesitado, sentía un dolor extremo en su vientre como si todos los celos se le hubieran acumulado para hoy.

Fargan tenía órdenes claras de a primera hora del día siguiente llevar al alfa a una junta en la cual decidirán quien sería el nuevo proveedor de droga, así que sin más a las 5 de la mañana en punto entró a la habitación de este, sonrió al verlo abrazado a su omega, pero tenía órdenes, por lo que sin más se acercó a este y lo despertó

-Hoy es la junta para decidir al proveedor... Tienes que asistir

Le dijo sin más y cuando Rubius estaba dispuesto a despertar al omega, Fargan puso su mano sobre su hombro y negó con la cabeza

-Aparte de que es muy peligroso, ni el mismo Auron va a llevar a Luzu... Van a tratar con gente nueva... Y por si algo sale mal...

Fargan vio como Rubén dejaba al omega delicadamente en la cama y dejaba un beso en sus labios, se paró y cambió rápidamente para después ambos salir con varios guardias a donde sería la junta, ahí se encontraban tanto mafiosos conocidos como Auron hasta algunos que realmente daban miedo, a los pocos minutos comenzó la reunión, y en efecto como Fargan había dicho nadie llevaba a su omega, después de unas horas de reunión en las cuales todavía faltaba bastante tiempo, pudo ver como el alfa se tensaba, sus pupilas se habían contraído y se quedó así un momento, pudo ver como había comenzado a sudar, sin pensarlo Fargan se acercó a este, colocó su mano sobre su frente y notó que estaba extremadamente caliente "mi omega" se escucho salir de los labios del alfa y o no, en ese momento Fargan había entendido todo, Vegetta había entrado en celo... Y por lo consiguiente Rubius también, todos en aquella oficina veían la escena con sorpresa, el alfa más poderoso tiene omega...

𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂'𝒔 𝑫𝒆𝒔𝒊𝒓𝒆 ᴿᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora