Embaracé a Vegeta (GokuxVegeta)

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Los ojos de Goku se abrieron ante el pedido.

Sabía que Vegeta era lo suficientemente orgulloso como para no decir algo así jamás en voz alta, y sin embargo lo había dicho.

Algo con Vegeta no debía estar bien, pero no iba a desaprovechar esto, ya que ansiaba a Vegeta tanto como para respetar sus tiempos y su espacio, como hasta ahora.

Asintió despacio, mirándolo con seriedad, como si fuera a enfrentar a un enemigo poderoso.

Vegeta lo acercó y lo besó con ansia, probando el sabor metálico del labio mordido, mientras Goku lo abrazaba y acariciaba su cintura.

Tan distraído estaba Vegeta con sus besos, que no notó cuando Goku lo desvistió por completo.

El príncipe agarró de su estómago el resto de su semen, y llevó sus dedos a su propia entrada. Quería prepararse bien para Kakaroto, y se estimuló hasta ingresarse dos dedos.

Goku lo observaba complacido, inconscientemente motivándolo a continuar con más ganas.

Cuando el mayor sacó sus dedos, sujetó el miembro de Kakaroto, haciéndolo empujar.

Un gemido conjunto y sonoro salió de ambos.

-Ve-geta... Transformate...

El mayor no cuestionó y le hizo caso, convirtiéndose en super saiyajin blue. Justo cuando terminaba de llegar a la transformación, Goku lo embistió fuerte, haciéndole dar un gemido ahogado.

Tardaron unos momentos en acostumbrarse, apretando y arañando con sus manos el cuerpo del otro, entre deseando continuar y detenerse.

Goku empezó a moverse, haciéndolo cada vez más rápido y profundo, y Vegeta aumentó cada vez más sus gemidos y jadeos.

Con un beso rudo y desordenado Vegeta se vino con fuerza, soltando tembloroso y necesitado el nombre de Kakaroto, mientras lo sujetaba por la espalda y apretaba marcándole sus dedos.

Goku vio aquello como lo más increíble y erótico que pudo ver alguna vez, y se movió con fuerza contra él, sintiendo los espasmos en su abdomen, y su semen liberándose en el interior de Vegeta.

-Oh... Mnn... ¡Vegeta... Ah!

-¡Ahh... Kakaroto...! -jadeó alto, sintiéndose confundido y satisfecho mientras los espasmos continuaban.

Su cuerpo empezó a relajarse, y respiró más lento mientras el otro fue recostándose sobre su cuerpo.

Sentía la respiración pesada y caliente del otro sobre su cuello, y eso le daba escalofríos. Le acarició el cabello mientras dejaba de verse azul y se iba poniendo negro entre sus dedos.

Él también perdió su transformación a medida que se relajaba.

Cuando se sintieron recuperados y los besos empezaron de nuevo, volvieron a hacerlo, aunque sin transformarse, y pudieron hacerlo una tercera vez de no ser porque Mr. Popo había tocado a la puerta, preguntando si ya iban a comer.

Tuvieron suerte que el sirviente de Kamisama no decidiera entrar.

Ambos guerreros estaban acostados, uno al lado del otro, y solo Goku mantenía la mirada fija en el otro. Vegeta en cambio miraba al techo.

-¿Me vas a decir en qué piensas?

-Mm... -le gruñó.

-Vegeta... Esa no es una respuesta.
-No tengo que contestarte nada- dijo sentándose y sintiendo una punzada en el trasero y la cadera.
Intentó fingir que nada pasaba y se puso de pie. Si Kakaroto era capaz de soportar dolores que podían desmayarlo, entonces él podía con esto.

Cuando quiso caminar, Goku lo sujetó del brazo.

-Vegeta... Solo dime... Te veo pensati... -calló de pronto- ¡Ah! ¡Vegeta... estás...!

El mayor se giró para mirarlo, y vio que el otro miraba su trasero. Algo de semen mezclado con sangre escurría por sus piernas.

Se puso muy rojo y agarró tan fuerte la sábana para taparse con ella, que tiró a Goku al piso.

-¡No te me quedes mirando así, insecto!

Levantó su pantalón y fue al baño.

En poco tiempo ya había llenado la bañera y metido allí para limpiar su cuerpo.

Se puso a pensar.

¿Que en qué estaba pensando? ¡En Kakaroto, en quién más!

El muy irresponsable se extralimitaba al punto de casi destrozar su cuerpo. ¡Podría haber muerto por mostrarle la transformación a él!

Era un tipo odioso.

Quería golpearlo, reclamarle a gritos que dejara de ser inepto y descuidado, pero también se le llenaba el pecho de ganas de tenerlo cerca, abrazarlo, besarlo fuerte.

Lo admiraba tanto que quería toda su atención.

Y lo acababan de hacer...

¿¡En qué estaba pensando?! ¡No debió dejar que el miedo por perderlo le hicieran pedirle una cosa así!

Aunque ya lo había hecho... Habían estado juntos...

Se sintió estúpidamente feliz.

Salió del agua y se secó, colocandose la única prenda que estaba menos rota. Juntó en el suelo la ropa rota con la sábana y les tiró una esfera de poder, haciendo que las telas quedaran hechas cenizas.

Al salir encontró a Goku sentado, pensativo.

-Oye, te toca.

-Ah... Sí.

Este levantó su pantalón únicamente y fue al baño.

Cuando acabó, ambos salieron del cuarto directo a comer.