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Las siguientes dos semanas Vegeta solo comió y durmió. Durante el día se sentaba y se quedaba mirando a la nada, por horas.

Whiss le hablaba, y luego de mucho rato le preguntaba si ya había tomado una decisión.

Vegeta siempre respondía que no.

Un día dijo estar listo. Le pidió que lo hiciera mientras él durmiera, para no ver el momento en que acabara con el niño.

Whiss aceptó, aunque no estaba de acuerdo.

-¿Has pensado que el otro padre también debería tomar parte en esta decisión? La criatura en tu interior no es solo tuya.

-Creo que es mejor que jamás sepa de esto.

-Está bien, Vegeta.

Así llegó la noche.

Whiss y el pez oráculo jugaban con su juego de mesa, y de pronto Goku se apareció al lado de estos.

-¡Hola!

-Goku... ¿qué hace aquí?

-Lo siento- rascó su cabeza- quise venir.

-Goku, no han pasado ni dos semanas desde que hablamos.

-Ay lo sé, pero es que ya quiero entrenar. Además falta para la cosecha del campo, y ya no tengo nada por hacer. Por cierto, ¿y Vegeta?

-Está dormido- respondió con una sonrisa el pez.

-Gracias.

Y enseguida se teletransportó.

-Vaya... No me esperaba eso.

-Yo sí- dijo alegre el oráculo, y Whiss sonrió.

-A la próxima me avisas.

Goku llegó al cuarto, y encontró a Vegeta durmiendo.

Se acercó a la cama, y recordó que la primera vez que se besaron fue en ese mismo cuarto.

Esa noche él dormía, y despertó cuando sintió que lo besaban. Al despertar, se halló con el rostro rojo y asustado de Vegeta, que al verse descubierto lo golpeó.

Sonrió recordando eso, ya que a partir de ahí todas fueron idas y venidas que no olvidaría.

Al ver lo tranquilo que estaba su príncipe, se apoyó con una de sus manos en la cama, y bajó para darle un beso en los labios.

Se separó, viendo que Vegeta se movía un poco.

-Te extrañé- susurró y salió del cuarto llegando con Whiss de nuevo.

Vegeta abrió los ojos, sintiendo parte de la energía de Goku allí mismo, y se sentó en la cama muy rápido.

-¿Kakaroto? -se levantó, y al ver por la ventana lo vio con Whiss.

No puede ser, ¿acaso él lo había visto? ¿Vio su panza? ¿Ya lo sabía todo?

Goku se fue.

Una gota de sudor cayó por su mejilla.

No lo había sentido si quiera. ¿Whiss ya había...? Se tocó el vientre, sabiendo de inmediato que no, el niño seguía ahí con vida.

¿Kakaroto había ido a verlo? Sintió felicidad por haberlo visto, y a su vez angustia por toda la situación.

¿Por qué le pasaba esto a él?

Luego de eso no pudo dormir, y cuando se hizo de mañana, sintió un calorcito en el vientre, y abrió los ojos: Whiss acercaba su báculo brillante a su estómago.

-¡No!- gritó apartando el báculo y saltando de la cama.- ¡Espera, no lo hagas!

-¿Cambiaste de opinión?

Vegeta tembló.

-S-sí... No quiero que lo mates. -Whiss sonrió.

-Me parece bien. A partir de ahora debemos duplicar los cuidados.

-Es-tá bien- Whiss iba a salir del cuarto- Espera... ¿A qué... vino Kakaroto anoche?

-¿No es obvio?- le sonrió- Solo vino para verte.

Vegeta quedó sorprendido y avergonzado. De nuevo, en su interior estaba demasiado feliz.

-¿No sabes si él vio...?

-No. Se veía muy normal luego de venir contigo. Aunque si tienes a la niña tendrás que contarle algún día.

-¿Qué dices? ¿Niña?

-Oh, se me salió, ojojojo.

-U-na niña...

-Así es. Lo supe desde hace unos días. Ya no tiene sentido ocultarlo. -Vegeta asintió.- Vamos. Es hora del desayuno.

Empezó a caminar y el otro lo siguió.

Así pasaron otras semanas, y el estómago de Vegeta estaba más pronunciado. Una pancita redondita se podía notar a través de su traje.

Estaba delante del lago, todavía pensando, cuando sintió una energía llegar por detrás.

Volteó y descubrió que era Goku, y por el mismo susto de que lo viera se metió al agua, tapándose hasta el pecho.

-Ay Vegeta, ¿te asusté? Perdóname- dijo poniendo sus manos juntas.

-¡No te acerques, Kakaroto, o te golpearé!

-¿Eh? ¿Pero por qué?

-Goku... Llega en un momento inoportuno.

-¿Acaso es parte del entrenamiento?- dijo mirando a Vegeta en el agua. Se metió también, llegó hasta Vegeta, y éste retrocedió sin darse cuenta.

Su panza quedó al descubierto.

-...

Goku lo miró extrañado.

-¿Qué rayos...?

-¡Kakaroto no mires!- dijo tapándose el bulto con ambos brazos.

-Vegeta... Tú... -Vegeta lo miraba espantado, y Whiss preocupado- Estás hinchado.

Embaracé a Vegeta (GokuxVegeta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora