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En ese momento fueron a buscar información con quien lo sabría todo: el gran Zunoh. Le hicieron las preguntas que necesitaban, y regresaron al planeta.

Ahora sabían que el embarazo de un saiyajin duraba solo 5 meses, y que aunque presentaría los mismos síntomas de un embarazo normal, según los casos que existieron, llegando al último mes sería peligroso. El bebé consumiría parte de su energía, debilitando mucho al progenitor, es decir, a Vegeta.

También recibieron una lista de nombres, aquellos en los que se hizo el experimento, y sí, el nombre de Vegeta estaba ahí.

Lo más alentador, fue que se sabía de dos casos en los que tanto el padre como el hijo habían sobrevivido, por lo que había un porcentaje mínimo de que ambos sobrevivieran sin problema al final del embarazo.

-Eso fue muy afortunado, que supiera lo que necesitábamos ¿no lo crees, Vegeta? -Vegeta asintió todavía mirando a la nada- ¿Por qué no vas a descansar? Fue mucha información por hoy.

Vegeta asintió de nuevo, y fue muy despacio a donde estaban los cuartos.

Whiss por su parte se quedó allí, y luego fue hasta donde estaba el pez oráculo.

-Pez oráculo, ¿ya lo viste todo?

-Algo- dijo con su vocecita adorable- Vegeta estará muy triste.

-¿Es al único que viste?

-No.

-Ya veo- habló más tranquilo- Entonces no hay por qué preocuparse.

Mientras tanto en la Tierra ya había pasado un día entero desde que Vegeta se fue.

Milk fue a atender una llamada.

-¿Sí, diga? Oh... Bulma, ¿Cómo has estado? ¿pasó algo?- la pelinegra volteó a ver a Goku jugando con Goten.

-Milk, ¿Goku está en casa? ¿O han visto a Vegeta? No vino a dormir anoche, pensé que estarían entrenando.

-No. Goku no se ha movido de la casa. Hace poco terminó de sembrar el campo, ya solo le queda esperar y cuidarlo. ¿Quieres preguntarle a él?

-Sí, gracias.

-¡Goku!- le llamó y él vino.- Vegeta no volvió a casa de Bulma- dijo dándole el teléfono.

-¿Mn? Hola, Bulma, ¿no encuentras a Vegeta?

-No... Y lo que me preocupa es que ha estado algo enfermo.

-¿Eh? Pero es extraño que un saiyajin se enferme. Mmm... Lo buscaré.

-Gracias, Goku.- él colgó.

-Oye Milk, ya regreso, buscaré a Vegeta.

Ella lo miró primero seria y luego se relajó.

-Está bien. No tardes mucho, Goku.

-Sí.

Goku salió afuera de la casa y trató de buscar el ki de Vegeta, sin embargo no lo halló.

Eso le preocupó mucho, y se teletransportó hasta la casa de Bulma. Ella estaba fuera de la casa.

-Goku, ¿lo encontraste?

-Perdóname, Bulma- se rascó la cabeza- Tal vez no esté en la Tierra. ¿Le preguntaste al señor Whiss?

-¡Ah! Esa es una buena idea.- ella corrió a buscar el comunicador y regresó. Empezó a llamar a Whiss- ¡Señor Whiss!

-Bulma, qué bueno verte. Supongo que llamas por el señor Vegeta.

-¡Hola, señor Whiss!

-Goku, qué bueno verte también.

-Sí, diganos, ¿Vegeta está ahí?

-Sí- ambos amigos dieron un suspiro de alivio- me pidió entrenar aquí unos meses. Con tu última transformación quiere entrenar para no quedar atrás.

-Oh... Entiendo. Creo que yo también iré a entrenar.

-No, Goku- dijo frunciendo el ceño- Tu cuerpo recibió un daño muy fuerte luego de haber usado el ultrainstinto. Deberías descansar más.

-¿Eh? Aay... Pero si ya pasaron más de dos meses desde eso.- dijo en un berrinche.

-Espera un poco más- le habló tranquilo y con una pequeña sonrisa- Te aseguro que tu cuerpo te lo agradecerá.

-De acuerdo. Adiós señor Whiss.- Cortaron la comunicación- Qué mal... Y yo que quería entrenar. - miró a Bulma.- Bulma, ¿ya estás más tranquila...? ¿Mn? ¿Qué pasa?

-Bueno, es que no vimos a Vegeta.
Se miraron.

-Mmm... Es cierto. ¿Quieres que te lleve a verlo?

-No... Fue solo mi imaginación que me hizo pensar cosas absurdas.- rio nerviosamente.

-Bueno, si necesitas algo me avisas, me voy a mi casa. ¡Adiós Bulma!

-¡Adiós, Goku!

Goku, a pesar de su sonrisa y sus ánimos, quedó preocupado. ¿Por qué no vieron a Vegeta?

Whiss mientras tanto suspiró. Miró hacia el árbol en el centro del planeta, y pensó en Vegeta. Había dormido casi todo el día desde que llegó.

Fue a su cuarto.

-Vegeta... Te aconsejo que comas- dijo sabiendo que estaba despierto.

No tuvo respuesta, pero insistiría más tarde, así que salió del cuarto.

Vegeta por su parte se hallaba de cara a la ventana.

Apenas sí había dormido, y aunque tenía hambre no quería levantarse.

No dejaba de pensar. ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo se sentiría llevar un ser vivo en su cuerpo? ¿Podría sobrevivir? ¿Qué le diría a Bulma y a sus hijos? ¿Qué le diría a Kakaroto?

Podía inventar mil cosas para explicar al niño, pero no podía hacerlo sin negar que era suyo.

Lo sencillo parecía ser acabar con él antes de nacer.

¿Qué debía hacer?

Embaracé a Vegeta (GokuxVegeta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora