-------------------------Narración de Cristian--------------------------------------
- ¿Por qué me dejaron aquí?
- Supongo que pensó que era el único sitio en donde no podrías escapar fácilmente.
- Y respirar fácilmente también...
Ella saco de su bolsillo trasero una navaja y una llave.
- ¡EY¡ ¿¡Qué piensas hacer con eso?
- Si dejas que te ayude...
- ¿Qué? –Interrumpí. -¿Ayudarme? ¿Acaso no estás de su lado?
Los segundos pasaron pero ella no respondía, hasta que se levantó bruscamente y retrocedió un poco.
- Estamos perdiendo tiempo valioso. –Musitó. –Si no quieres salir de aquí, entonces yo sí lo haré.
Miré a mi alrededor, y lo único que encontraba era montón de basura, y una que otra cucaracha paseando por el lugar. Me daba asco el lugar, y aún más el olor.
Ella avanzó hacia delante, con un poco de lentitud en su andar. Sabía que quería que le acompañé en su escape, pero mis dudas sobre su invitación seguían en mi cabeza.
Incliné mi cabeza hacía atrás, contra el muro, para cerrar un momento los ojos. Después, volví mi mirada hacia la joven, que ya estaba algo lejos de mí.
- ¡ESPERA! –Grité.
Ella se detuvo.
- Sácame de aquí...
Giró un poco para verme, y enseguida dirigirse hacia mí.
Rápidamente abrió la cerradura del candado que me detenía, y luego me desató las muñecas.
- Sígueme.
Seguí sus pasos, hasta llegar a la parte más oscura de la alcantarilla, fue en donde se detuvo en seco. Ella agarro un revolver que se encontraba escondido dentro de un tacho de basura, y con astucia hizo que el cañón apuntará a mi cabeza.
- Maldit...
- Antes de que te enseñe la salida, tienes que saber una cosa. – Escuché con atención.- No creo que encuentres a tus amigos, así que, es hora que tomes una decisión ¿Vendrás conmigo? O ¿seguirás tu camino?
- ¿Qué quieres decir con que no los encontraré?
- Paul... planeaba emboscarlos, y aun así tuviesen lo que pidió, los iba a asesinar... y a ti, te iba a convertir en su esclavo, otro peón más. – Sus manos temblaban cada vez más, tal vez por el hecho de que seguro nunca había tenido un arma cargada en sus manos. –Y, creo que tus amigos ya están muy lejos de este lugar.
- No me abandonaron.
- ¿Por qué estás...-
- Si partieron esta mañana, no deben estar lejos, los encontraré, así que, ve pensando si prefieres quedarte con nosotros o irte sola. –Sentencie. En seguida vi como empezaba a bajar su revólver, y luego de guardarlo me hizo hacerme señas para seguirla con cautela.
Llegamos hasta una escalera la cual sería nuestra salvación de este repugnante sitio. De seguro llegaría hasta la pista, o algún centro.
- Sube tú y luego yo. – Asentí.
Cuando los dos logramos subir, ella me mostró un mapa, el cual tenía muchos garabatos y manchas. En seguida localizamos nuestra ubicación y decidimos partir hacia el museo.
Ya habían pasado 2 horas, y sabía que estábamos muy cerca del lugar, en 6 minutos de seguro estaríamos allí.
- Que suerte que no nos hayamos topado con ninguna de esas cosas.
- Sí... creo que Paúl, había hecho que despejaran todas las calles cercanas a su guarida. – Dirigió su mano derecha hacia su bolsillo trasero en el que guardaba su revolver .– ¿Sabes usar el revólver?
- Sí.
- ¿A caso eras un policía antes de esto? O...- Le lancé una mirada mostrando mi incomodidad , lo que ocasionó que callara.
- Ehm, algo parecido. –Respondí, seco.
- ¿Un cazador? – Preguntó.
- Sí, bueno, se asemeja. –Ella me miro de manera interrogativa, pero no insistió mucho.
-¿Por qué me sacaste de ahí? -Pregunté, pero ella no me miró. -No quiero ofenderte, pero no pensé que tú serías la que me salvaría cuando pareces....
-¿Qué? -Cielo frenó de golpe. -En todo este tiempo no he escuchado ni un "Gracias" de ti, ¿acaso es mucho pedir?
Me quedé perplejo ante su reacción. Con mi mano izquierda me rasqué un poco la nuca y mirándola contesté .-Gracias.
Nos quedamos viéndonos unos instantes hasta que ella volvió a andar. Yo la seguí.Cuando llegamos, corrí veloz hacia el portón, para abrirla de una patada.
Pero...
No hallé rastro de mis compañeros.-Es mejor irnos muy lejos de aquí. -Dijo al llegar a la entrada -Ahora.
Me sentía furioso, y a la vez decepcionado, sin embargo tampoco me esperaba mucho, de alguna forma ellos también intentaban salvarse, salvar su pellejo.
Cuando salimos afuera, ella me mostró de nuevo su mapa, veía sus labios moverse; sin embargo yo no estaba prestando atención a sus palabras. Muchos pensamientos rondaban en mi mente, uno de ellos era "Venganza". Quería volver a la condenada guarida de ese cobarde para mostrarle las técnicas de combate que me enseñó mi padre, un militar, y de paso....
El sonido de disparos me hicieron aterrizar en tierra. Un tiroteo se escuchaba muy cerca.
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Bienvenidos al nuevo Mundo
HorrorUna historia contada desde sus inicios hasta su final. En donde cada personaje dejará su esencia, relatarán los sucesos más espantosos precenciados en carne y hueso, los cuales azotarán a los supervivientes día a día. La tormenta de sangre se apr...