CAPÍTULO CINCO

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++++ Al día siguiente, televisa 8:20am ++++

Victoria entra en su camerino, pone sus cosas a un lado mira hacia el tocador como buscando algo, no hay obsequio, no hay mensajes, todo está igual. Decepcionada se sienta en la silla y toma la pirámide de cristal, la está observando y tocan la puerta. Se dirige hacia ella, la abre, es un empleado de utilería.

Empleado: Buenos días señora Victoria. Me mandaron a entregarle esto. (Era un pequeño paquete, forrado que parecía ser un libro).
Victoria: buenos días (lo recibe) gracias, hasta luego.

Cierra la puerta y abre apresurada el paquete, sabe perfectamente de quién se trata, efectivamente, es un libro. Pero no tiene título, la portada es sólo una pasta de color rojo, extrañada lo abre, y pasa las páginas, oh sorpresa! Las páginas también están en blanco. Empieza a revisarlo a ver si hay alguna nota dentro o algo escrito al final y nada, está completamente en blanco. Vuelve la mirada hacia la envoltura del libro y ahí sí hay una pequeña nota.

...Recibe este libro en blanco que representa nuestra propia novela... una novela que apenas empieza a escribirse...

++++ Camerino de Victoria 9:00am++++

Seguía Victoria contemplando el libro en blanco y leyendo la nota una y otra vez, en ella había una propuesta que logró descifrar y era la de empezar una historia juntos, César se dejó entender con ese obsequio que irónicamente esta vez era él quien estaba desquiciando a Victoria.
Empezaron a maquillarla y peinarla, y la tortura fue peor para ella, pues mirarse al espejo la inquietaba, ni ella misma supo cómo pude contener las lágrimas mientras duró ese proceso.
Por fin se quedó sola otra vez para esperar su llamado, dejó el libro en el tocador y la nota dentro de él, desde su sofá lo observaba y pensaba en todo: los besos que se habían dado (le parecía mentira nombrarlos en plural), trataba de adivinar qué era lo que buscaba César en ella, pensaba también si se atrevería a serle infiel a su esposo, en fin Victoria estaba atormentada, no sabía lo que quería en un minuto tomaba una decisión muy firme pero luego hacía cosas que traían abajo esa decisión, estaba desquiciada.
Tocaron nuevamente la puerta, ella pensó que era su llamado para grabar. Se paró y caminó desganada hacia la puerta, pero al abrirla y al ver quién era su cara cambió de expresión.

Victoria: (sorprendida y angustiada) Por fin! Pensé que no vendrías, te estuve esperando desde temprano, tengo tanto que contarte, perdón por molestarte ayer...(hablaba aceleradamente, nerviosa, estaba al borde del llanto).

Tranquilízate! Ya estoy aquí y vamos a hablar, no pude venir antes estaba haciendo mil cosas! Le dice Silvia Pinal mientras la abraza y la lleva al sofá.

Victoria: estoy desesperada Silvia tengo todos los sentimientos y pensamientos revueltos, tienes que saber que...
Silvia: ...que te andabas besando con César anoche? (sonriendo y con una expresión tranquila).
Victoria: (asombrada y muy muy asustada por lo que le acaba de decirle) tú?
Silvia: (sonríe burlonamente) no! No! Yo no los vi, imagínate! Seguro me muero si los veo, pero lo sé y ya.
Victoria: cómo lo sabes? Él te lo dijo? Quién nos vió? (asustada y nerviosa)
Silvia: (suelta una carcajada) en realidad no lo sabía, pero me lo acabas de confirmar, lo supuse por tu llamada anoche, me dijiste que tú lo buscaste y supongo que hubo beso no? O algo más?
Victoria: ay Silvia, esto no es para bromear, estoy mal y es en serio.
Silvia: ok, (suspira fuertemente y se pone cómoda en el sofá) cuéntame qué pasó.

Victoria empieza a serenarse y a contarle lo que pasó a Silvia, no escatimó detalles, trató de no llorar para no arruinar el maquillaje.
Silvia la oía atentamente y no despegaba la mirada de su rostro mientras le narraba lo ocurrido la noche anterior, que era lo único que le faltaba por conocer de esta relación.

Silvia: y entonces? Piensas seguir con esto? Qué vas a hacer ahora?
Victoria: si tuviera una respuesta no estaría tan angustiada.
Silvia: ajá! Osea que lo estás pensando, eso quiere decir que tienes dudas, que estás considerando la posibilidad de tener algo con el "Don" (así le llamaban para no pronunciar su nombre)
Victoria: claro que no! Bueno...no sé! Es que yo misma me desconozco cuando estoy a solas con él.
Silvia: Bueno, es porque sientes algo por él definitivamente sino no te pusieras así, (le toma las manos) Vicky realmente eres feliz en tu matrimonio?
Victoria: (reaccionó rápidamente y dio una respuesta rotunda) pero qué preguntas haces! Claro que sí! A ti te consta más que a nadie! Por supuesto que soy feliz en mi matrimonio!
Silvia: entonces explícame qué haces seduciendo a un compañero de trabajo?!
Victoria: yo no lo seduje, lo sabes perfectamente, no fui yo quien buscó estar metida en esta situación, simplemente...las cosas.. se dieron y ya!
Silvia: se dieron y ya! (repite graciosamente) bueno como sea Vicky, hay que encontrar una solución a todo esto y es más simple de lo que crees...
Victoria: (la mira aliviada) cuál es?
Silvia: ...pues dejen de verse. Termina con esa "relacioncita" y compórtate como una mujer madura y felizmente casada!
Victoria: (la mira decepcionada, pues para ella esa solución no es tan simple) me haces sentir como si fuera...
Silvia: yo no quiero ofenderte, somos amigas y sabes que te comprendo en todo, y desde un principio te dije que éste era un juego peligroso pero que si lo querías jugar entonces te arriesgaras. Pero no imaginé que...
Victoria: es que tú no sabes lo que me pasa por dentro, no sabes lo que quiero!
Silvia: dímelo entonces! Qué es lo que quieres, qué te está pasando por dentro? Sabes que puedes confiar en mí siempre. (le vuelve a tomar las manos) te estás enamorando del "Don"?
Victoria: (ya no pudo evitarlo, soltó una lágrima, se paró y fue hasta el tocador agarró el libro obsequiado por César y se lo dio a Silvia) qué harías tú?
Silvia: (toma el libro, se impresiona al principio al descubrir que no contiene nada, cuando ve la nota y la lee lo comprende todo) (sonríe) no hay que negar que es original el Don no? Además que el detalle mataría a cualquier mujer. Voy a repetir mi pregunta y espero que te demores un poquito más en responder: te enamoraste de él?
Victoria: (quien se quedó de pie, se sentó a su lado y la miró fijamente)... no lo sé.
Silvia: Ay Dios mío! (se llevo las manos a la cabeza) ese no lo sé es grave!
Victoria: (mucho más tranquila y con muchas ganas de llorar) no sé qué me pasa, yo no tengo dudas respecto al amor que le tengo a mi marido, a mi familia, pero con él me siento...tan distinta...tan deseada...tan mujer, pero no creo que sea amor, yo no quiero vivir con él, ni mucho menos, pero no quiero se aleje de mí... ay no sé!
Silvia: Yo tampoco sé nada, pero te oigo y te veo hablar de él y me doy cuenta que lo que sientes es muy fuerte, tan fuerte que le gana a tu razón.
Victoria: (otras lágrimas rodaron por su rostro que no debía perder el maquillaje) yo no debo poner en riesgo mi familia, no me hace falta...
Silvia: (le levanta el rostro) estamos en un medio donde todo pasa y lo sabes, no serías la primera ni la última en tener una relación escondida con un compañero de trabajo, no te voy a decir que no te arriesgues, que está mal, que no es correcto porque no es lo que quieres escuchar.
Victoria: (su rostro expresaba confusión) entonces...
Silvia: ...entonces ENTRÉGATE Vicky, entrégate a esa relación con todo, con piel, con deseo y vívela, porque eso es lo que realmente deseas, no importa cuánto dure, no te atormentes con eso, pero eso si, asume cada consecuencia incluyendo tus remordimientos.
Victoria: Pero es que yo debería...
Silvia: si te digo que no lo hagas y me prometes aquí que nunca más, durarás máximo una semana sin caer nuevamente en los besos del Don.
Victoria: y él Silvia? Y si él sólo quiere...?
Silvia: pues pregúntaselo, hablen claro. Vicky, yo tengo que irme, no sé si te haya servido el hablar conmigo pero te dejo un consejo: ahorita que te quedes a solas, pon tu mano izquierda en tu oreja y la derecha en el corazón, pregúntale a él qué debes hacer, y te aseguro que sabrá responderte, él nunca se equivoca. (se dirigía a la puerta y le mandó un beso)

Nuestra protagonista quedó más tranquila pero no menos confundida, entonces cerró bien la puerta, se sentó en el sofá, llevó la mano izquierda a una oreja y la derecha a su corazón, ella hizo una pregunta y él le respondió...

++++Set de Televisa, grabación de la escena de los tulipanes 10:00am++++

César estaba impaciente, algo nervioso esperando a Victoria, por fin llegó y todos tomaron posiciones para hacer un ensayo.

César: Buenos días señorita.
Victoria: Buenos días.
César: hoy tendré 12 tulipanes en mis manos que te entregaré...
Victoria: (no entiende lo que quiere decirle) y?
César: si con uno que te obsequié me diste un gran beso, por doce...
Victoria: (ríe) la diferencia es que Esteban tiene más dinero que César y puede comprar la docena completa.
César: no, la diferencia es que María es más exigente que Victoria.

Ambos ríen a carcajadas, se miran y quedan en silencio esperando instrucciones. El productor ya les indicó todo, los mandó a ponerse en sus puestos, ya van a empezar a grabar. César debía salir de la habitación.

César: (mira a Vicky) hay otra diferencia
Victoria: cuál? (mirándolo también)
César: (susurra al oído de Viky) hoy no seré Esteban... (se da media vuelta y sale de la habitación con una sonrisa en el rostro)
Victoria: (sin tiempo de reaccionar, lo mira alejándose, se sienta al borde de la cama donde empezará la escena, recuerda el momento que estuvo a solas hablando con su corazón y suelta una frase en voz baja)... y yo no seré María...


Productor: 5...4...3...2...1...Acción!

Empieza la escena que todos vieron, increíblemente no la habían cortado, los actores lo estaban haciendo muy bien, empezaron los besos, luego la escena de la cama. César y Victoria sabían que no estaban actuando, esos besos eran tan reales como el deseo que estaban sintiendo. Intercambiaban miradas de complicidad de vez en cuando, ellos se entendían así, se estaban sintiendo tal cual.

Otra hora pasó en la grabación, la escena terminó el productor se acerca a los actores y los felicita por tan buena escena, los manda a vestirse pues quedan otras por grabar. César y Vicky estaban sentados en la cama.

César: (miró a Victoria) qué me diste?
Victoria: (sonríe) no se dice.
César: por qué me tienes así?
Victoria: tú me diste un libro en blanco para que empiece nuestra historia verdad?
César: así es.
Victoria: pero ese libro está en MIS manos, por lo tanto la historia se escribe a mí manera...(se arregló la bata que traía puesta, se paró de la cama y se dirigió a su camerino.
César: (quedó sentado, sonriendo y mirando a Victoria hasta perderla de vista) eso es un SI (dijo en voz baja).

Tomado del foro de la madrastraCréditos a su autorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora