CAPITULO DIEZ

307 19 5
                                    

Cómo debería sentirse el conquistador cuando es conquistado? Cómo debería sentirse el perturbador cuando es perturbado, cómo demonios se supone que debería sentirse César al encontrar un obsequio de Victoria tan significativo sólo por el hecho de ser de ella?

Él aún no salía de su asombro, seguía contemplando tan lindo detalle, pero lo que más le encantaba era leer la nota una y otra vez como si cada vez que lo hiciera encontrara algo nuevo en ella. Decidió quedarse un momento más en su auto, puso música, fijó su mirada en su obsequio y supo contener las ganas de llamarla en ese momento. Recordaba todo lo ocurrido en la cena: las risas, las miradas y sobre todo el discurso de Victoria que habría dado por terminada la noche. Él estaba consciente de que algo cambiaría después de esa cena, él sabía que aquella tertulia sobre la infidelidad habría tocado la conciencia y los sentimientos de ambos, por eso su felicidad sobre el obsequio no era completa ya que Victoria tenía que haber puesto ese obsequio antes de llegar al restaurante lo cual significaba que sus ánimos o intenciones podían haber cambiado después de esa cena.
Tenía tantas preguntas por hacerle, tantas cosas que decirle pero no debía llamarla, sólo le quedaba esperar a regresar de su viaje para hablar claramente con ella. A pesar que tenía que levantarse muy temprano no se apuraba en entrar a su casa, prefería seguir en compañía de la música, su obsequio y los recuerdos de los momentos vividos con Victoria, empezó a recordar desde el año en que la conoció, cuando trabajaron juntos por primera vez, la amistad que surgió desde entonces, de cómo el trabajo los volvió a juntar algunos años después y de cómo el destino jugó con sus vidas desde entonces...
Algunas sonrisas se dibujaban en su rostro cómplices de lo que en ese momento pasaba por su mente: la primera vez que le hizo el amor, el zarcillo (pendiente) siempre estuvo en sus manos y ante sus ojos, las imágenes de aquella tarde pasaban como una película por su mente su concentración era tal que nada podía sacarlo de ese estado, nada, salvo una inesperada llamada.

César: (sonrió mucho más al ver de quién se trataba) es que acaso aún falta la estocada final para terminar de matarme?
Victoria: (sonrió también) si, (está casi susurrando) sólo falta decirte que deseo que te vaya bien y que te voy a extrañar.
César: gracias, gracias también por el obsequio.
Victoria: (seguía susurrando) te gustó?
César: me encantó, jamás lo hubiera imaginado, me sorprendió mucho.
Victoria: espero que tú si sepas conservarlo ya que es el único que queda
César: cómo así? No entiendo, pensé que me lo diste porque esos usaste el día que estuvimos en el hotel
Victoria: (baja mucho más la voz) pues precisamente ahí se me perdió el otro, debió caerse esa noche y cuando llegué aquí sólo tenía uno.
César: en serio? Pues entonces ahora vale mucho más para mí. Sabes? Estaba pensando en ti desde que llegué, quería llamarte pero pensé que no sería prudente, aún no entro a la casa.
Victoria: yo estoy encerrada en el baño, no puedo hablar mucho ahorita, sólo llamaba para despedirme.
César: yo hubiese querido otro tipo de despedida pero...
Victoria: (hace lo posible para no reírse y seguir hablando bajito)... tengo que colgar, buen viaje
César: no, espera. Sólo respóndeme algo
Victoria: dime
César: es sobre lo que dijiste en la cena, es verdad?
Victoria: supongo que todos fuimos sinceros ahí no? (Cubría con una mano su boca tratando cada vez de no hacer bulla)... yo no fui la excepción.
César: entonces...
Victoria: si, es verdad, pero hablamos de eso cuando regreses si?
César: si, como quieras, pero yo quería ofrecerte una disculpa por lo de esta noche, supongo que no fue agradable para ti estar en medio de todo eso, hubiera hecho cualquier cosa por evitarte esa tensión
Victoria: no te disculpes, nadie lo buscó, pero hablamos de eso cuando vuelvas.
César: de acuerdo, que estés bien. Sabes? , ya te extraño, te amo (cierra los ojos mientras lo dice)
Victoria: adiós. (cierra el celular, se mira al espejo, toma aire y decide salir del baño)

Aquella cena habría significado para cada uno de los invitados un desahogo, a algunos probablemente les afectó los comentarios, a otros los hizo reír, a otros les fue indiferente tal vez, pero indudablemente a todos el comentario de Victoria los dejó pensando, inclusive a ella misma, esa noche todos se llevaron a la cama las palabras de ella.
Alguien con derechos le hizo muchas preguntas en su casa, pero ella no quiso tocar más el tema, con los mismos derechos ese alguien buscó sus caricias y por primera vez en cinco años, ella se las negaría...

++++ Al día siguiente, Televisa, camerino de Victoria 8:00am ++++

Está platicando amenamente con Silvia mientras fuma un cigarrillo y bebe un café, por supuesto que le está contando cada detalle de lo que pasó en el restaurante, lo hace entre risas ahora, pero le confiesa que en aquel momento se sentía morir, su amiga también ríe impresionada por semejante situación.

Silvia: es que no puedo creer todo lo que soportaste! Creo que yo hubiera salido corriendo a mitad de la cena!
Victoria: (suelta una carcajada) ganas no me faltaban eh! Pero ni siquiera para eso tenía fuerzas, estaba estática deseando desaparecer, deseando que no fuera verdad lo que estaba pasando!
Silvia: que no fuera verdad qué? el estar incómodamente con César y Omar o el tener un romance con César?
Victoria: (dejó de reír y se sintió algo nerviosa por la pregunta) pues... (vuelve a reír) ...Ay Silvia! tú sabes lo que quise decir.
Silvia: si lo sé, osea que para nada te arrepentiste de estar con César
Victoria: (se lleva el cigarrillo a la boca, no le quita la mirada a Silvia, exhala el humo y cínicamente responde) no, de lo que me arrepentí es de haber ido a cenar...
Silvia: ay Victoria... qué mal te veo chiquita!
Victoria: pero hay que ver que tú si te pasas! Que acaso no fuiste tú la que me dijo entrégate hace más de un mes en este mismo lugar? te lo recuerdo eh!
Silvia: tú si eres fresca (riéndose) ahora resulta que yo tengo la culpa!
Victoria: no te estoy culpando, pero tuviste mucho que ver (ríe también)
Silvia: mira yo te dije que escucharas a tu corazón, que no trataras de negarte lo que sentías y que te entregaras si era eso lo que deseabas, pero no imaginé que serías TAN obediente!
Victoria: para que veas que cuando me aplico, me aplico!
Ambas ríen pícaramente, hablan de todo y sin tapujos, es una sincera y abierta conversación, una conversación que debe quedar entre ellas dos como siempre.

Silvia: (deja de reírse, se acerca un poco más a ella en el sofá) y dime, qué tal te va, cómo te sientes?
Victoria: (puso un brazo sobre el respaldar del sofá y se acariciaba el cabello, en el otro aún tenía un cigarrillo, suspiró y sonrió) excelente Silvia, demasiado feliz, demasiado bien, demasiada comodidad con él... (fumaba una y otra vez, buscaba poder expresarle a su amiga todo lo que sentía)... siento como si tuviéramos años juntos, es una persona maravillosa, me hace reír, me hace sentir como si fuera lo más importante para él, es honesto, es transparente, es sencillo, y siento que soy igual con él, sin la necesidad de fingir nada ni de callar nada por temor a incomodarlo o incomodarme, me encanta cómo me trata, me encanta cómo me seduce con sus detalles, me...
Silvia: pero mujer!!! Si vieras la cara que pones! Dios mío amiga! Qué esto?!
Victoria: (se sintió algo avergonzada pero no dejaba de reír) Ay Silvia!
Silvia: Ay Victoria digo yo! estás grave, pero de verdad es así el Don?
Victoria: si, pero mejor hablamos de otra cosa si te vas a seguir burlando
Silvia: no me estoy burlando, me estoy expresando ante mi asombro (ríe) vamos sígueme contando, te juro que no digo nada, no hago ni una sola mueca, me quedo estática si quieres ni respiro.
Victoria: (se ríe de ella) pero si ya te conté todo, qué más quieres saber
Silvia: (se le acerca y a pesar que saben que nadie las puede oír susurra) oye y cómo es... (aclara su garganta pero sigue susurrando)... osea qué tal es... (gesticulaba tratando de hacer entender a Victoria)... tú me entiendes no?
Victoria: (sonreía confundida) yo sé qué? No te entiendo.
Silvia: cómo es el Don en la cama? Osea qué tal?
Victoria: (no puede evitar reírse ante la pregunta) tú realmente esperas que te responda eso?
Silvia: ah vamos Vicky no sería la primera vez que hablamos de sexo, vamos cuéntame qué tal es?
Victoria: (sigue riendo) pero qué bárbara, no te voy a contar nada, para qué quieres saber?!
Silvia: simple curiosidad, ay no te hagas la dura conmigo, yo sé que han estado juntos tú misma me lo dijiste, no me digas que te da vergüenza conmigo, responde qué tal es?
Victoria: (varios cigarrillos habían pasado ya por su mano, toma uno nuevo, lo prende y le sonríe a Silvia)... si hablas te mato! César es... (ve la cara de angustia de Silvia y le da risa)... bueno.
Silvia: bueno? Qué no se te ocurre otra cosa? Cómo bueno? Sé más específica.
Victoria: pero qué quieres que te diga, es bueno y ya.
Silvia: ay no sé Vicky, pero no me puedes decir que es bueno nada más, no sé, excelente, espectacular, maravilloso, pésimo...
Victoria: ok, excelente, espectacular, maravilloso, pésimo no eh para nada!
Silvia: (junta sus manos emocionada, pero no la interrumpe)
Victoria: (trae a su mente los recuerdos de las dos veces que hicieron el amor) si, él es maravilloso, puede ser tierno y fuerte a la vez... (la mira, le sonríe un poco avergonzada y baja la voz)... Silvia, él me ha hecho sentir cosas que jamás había sentido... (tenía en su mente muchas imágenes y en su cuerpo esa sensación que trataba de explicarle a Silvia)... me siento tan mujer con él, tan atractiva, tan deseada... (le toma las manos a su amiga)... Silvia adoro a ese hombre...

ADORO, existe la posibilidad que adorar implique también amar?, acaso adoro a ese hombre podría significar amo a ese hombre, o qué era adoro en ese momento, qué quiere decir realmente adoro?

Silvia iba a responderle de un modo muy peculiar, pero en ese momento tocaron la puerta, Victoria le picó (guiñó) un ojo y se dirige a abrirla.

Asistente de producción: (tenía un paquete en las manos) Buenos días, además de traerte esto... (le entrega el paquete nada pesado, envuelto en papel blanco y lazos azules)... te aviso que en 15 minutos tienes llamado... (termina de entrar al camerino)... se te agradece que evites arruinarte el maquillaje y tampoco te andes tocando el cabello por favor.

Victoria: (tenía su obsequio en brazos y ni siquiera preguntó de quién era) Está bien, deja de hacer coraje que te vas a poner vieja.
Silvia: (mira a la asistente) si niña! Así nunca vas a conseguir novio!
Victoria: lo mismo le digo yo, a todos los espanta con ese genio! (Ríen las tres) gracias mi amor, estaré abajo en 15 minutos completamente intacta lo prometo!

Victoria cierra la puerta apenas sale la chica del camerino, corre a sentarse a lado de Silvia entusiasmada, pone su evidente obsequio sobre sus piernas.

Silvia: qué es eso?
Victoria: Esto? (Empieza a quitar los lazos)... esto es lo que me viene quitando el aliento desde hace un tiempo... (le responde sin mirarla y con una sonrisa en el rostro)

Desde que tuvo el obsequio en sus brazos trató de imaginar qué era, se iba por lo más extremo tratando de adivinar con qué cosa le saldría César ahora, pero fue inútil porque al descubrir de qué se trataba se sorprendió por completo: era nada más y nada menos que una almohada de plumas con funda de seda completamente blanca; Victoria se sonrió confundida y pasaba las manos sobre esa suavidad una y otra vez.

Silvia: una almohada te quita el aliento? (poniendo cara de estar extrañada)
Victoria: (le sonríe a Silvia)... no es cualquier almohada, que no ves que es un obsequio de César, de los que te platiqué (busca la infaltable nota en el envoltorio)
Silvia: ah si ya recuerdo, pero yo te voy a decir una cosa eh, o el don de verdad tiene mucha imaginación para enamorarte o no tiene plata para dar buenos obsequios. (pasando su mano también por la almohada)
Victoria: esto es un buen obsequio! (arrebatándole graciosamente la almohada)
Silvia: si claro, supongo que una almohada era justo lo que tú necesitabas no?!

Victoria no le responde porque encuentra la nota que estaba buscando, la abre con prisa y la comienza a leer, son sólo dos líneas y no hace falta más porque eso fue suficiente para derretirla por completo:
...PORQUE QUIERO DORMIR CONTIGO TODAS LAS NOCHES Y ELLA SERÁ CÓMPLICE DE NUES-TROS SUEÑOS...

Silvia al ver que Victoria quedó muda al leer la nota y luego se sonrió, le quitó la nota de las manos sin tiempo a que ella reaccionara, entonces la leyó y también enmudeció. Ambas pasaban sus manos por la almohada que ahora estaba sobre en las piernas de ambas y cada una con la mirada perdida.

Silvia: sabes algo?
Victoria: ah?
Silvia: yo también adoro a ese hombre.
Victoria: (la mira y le sonríe)
Silvia: con estas frases no me importaría si me regala una almohada, un colchón o un trapo viejo!
Victoria la vuelve a mirar y vuelve a reír por su comentario
Silvia: amiga... (seguía con la mirada perdida pero encontró su mano con la de Vicky)... sólo porque te aprecio no te lo quito.
Victoria no pudo con ese comentario y soltó una gran carcajada, los minutos pasaron rápido quisieron seguir conversando pero ambas tenían que trabajar.

+++ Set de grabación 9:00am grabación escena entre Alba y María en una habitación +++

Victoria: Buenos días, aún no llega Jacqueline? (pregunta a los técnicos que estaban presentes)
Jakeline: (iba entrando) Aquí estoy.
Victoria: no puedo creer que llegué antes que tú, la reina de la puntualidad! (se lo dice mientras la saludaba con beso en la mejilla)
Jacqueline: la que no lo cree soy yo (ríe burlonamente)
Victoria: necesito que me ayudes con esta escena, realmente no me dio tiempo de leer anoche y apenas eché una ojeada temprano.
Jakeline: pues entonces estamos de malas porque tú al menos ojeaste y yo ni siquiera sé de qué se trata (Ambas ríen) vamos a leerla juntas antes de empezar.
Lograron una buena escena, recibieron felicitaciones del productor.

Salvador: niñas quedó buena la escena, pero ni crean que no me di cuenta que no estudiaron eh, improvisaron casi todo el guión
Victoria: anoche llegué cansada y no quise leer
Jacqueline: pues a pesar de la hora yo si quise leer, pero cómo iba a poder concentrarme si las palabras de esta niña no me dejaron (dando una palmada en la espalda a Victoria), de verdad que te pasaste con lo que dijiste anoche (mirándola)
Salvador: (recordando entre risas) es verdad, y sólo por eso se las paso, (mira a Victoria) nunca más te voy a preguntar tu opinión sobre algo ESO LO JURO!
Victoria: un poco de honestidad no le hace mal a nadie (riendo con ellos, toma sus cosas y se dispone a irse a otro set)
Salvador y Jacqueline: menos mal que fue sólo un poco!

Transcurre la mañana grabando otras escenas, los actores que habían ido a la cena seguían bromeando a Victoria sobre lo que dijo, ella se limitaba a reír con ellos, en realidad no quería volver a tocar el tema, a pesar de ser un nuevo día y de notarse con buen ánimo, ella no podía sacar de su mente lo que dijo su esposo, sentía que la había agredido y ofendido directamente, sentía rabia con él, pero se daba cuenta que no tenía derecho a sentirse así, que en realidad Omar no tenía culpa de nada, Silvia le dijo que cualquier esposa hubiera estado feliz de haber escuchado a su marido decir esas palabras, pero entonces por qué sentía ese vacío, estaba llena de dolor, de culpa y de rabia.
Deslealtad, traición, cobardía y desamor, cuatro palabras que tal vez definían muy bien lo que era la infidelidad, cuatro palabras que eran para ella cuatro verdugos que la estaban matando poco a poco... Ella puede tener miles de razones para sentirse feliz, puede tener mil motivos en qué ocupar su mente, tiene un trabajo que le apasiona y le absorbe mucho tiempo, tiene tres hermosos hijos a quienes disfrutar, tiene amigos que lo valen todo, tiene éxito en su carrera y hasta tiene un romance a escondidas que le acelera el corazón, pero ni todas esas razones juntas pueden evitar el sufrimiento que le están causando los cuatro calificativos que ella sentía que la estaban describiendo, probablemente era la tediosa e insoportable conciencia que se encarga siempre de restregarnos en la cara el mal que estamos cometiendo.
Ella estaba almorzando sola en el comedor del canal mirando su celular a cada instante, deseando que César la llamara, deseando oír su voz y recibir sus halagos, recordaba la almohada y se sonreía luego volvía a observar el celular ansiosa, pero la tan esperada llamada nunca ocurrió, pasó la tarde grabando otras escenas y no apagó el celular a pesar de ser una regla en el set de grabación, lo revisaba constantemente pero todo era en vano, pues él no la llamó.

Llegó la noche y aunque Victoria no estaba molesta porque César no la llamó, en el fondo creyó que lo haría, estaba realmente necesitada de él; y por supuesto que pensó en eso, pues ni las escenas grabadas ni las bromas con sus compañeros evitaron que ella estuviera todo el tiempo concentrada en su problema.

++++ Teatro Manuel Saumell (La Habana, Cuba) 9:40pm ++++

El teatro está abarrotado de gente, están los invitados especiales, muchos cineastas, aficionados, actores reconocidos, etc.; todos por supuesto vestidos formalmente, no había tanta gala, César está feliz desde que llegó, se reencontró con viejos amigos y sobre todo con su cultura, está maravillado con la evolución del cine latinoamericano y sorprendido por la cantidad de talento joven. No dejaba de pensar en Victoria, intentó hablarle por teléfono muchas veces pero no pudo comunicarse con ella, miraba atento los largometrajes presentados, lo remakes, etc estaba junto a él su esposa y Beatriz Valdés quien también había sido invitada, él quería hablar con ella aparte pero esa noche le fue imposible.

++++ Paralelamente, Camerino de Victoria ++++

Ya se quitó la ropa de María, ya se quitó el maquillaje, está tratando de ordenar un poco el tocador, tocan la puerta y como no está con seguro sólo dice adelante.

Jacqueline Andere: (asoma su cabeza tímidamente con una sonrisa) Hola?
Victoria: (le devuelve la sonrisa cuando la ve) pasa! (sigue ordenando sus cosas en el tocador) pensé que ya te habías ido.
Jacqueline: estoy a punto... (se sienta en el sofá)
Victoria: y dime, se te ofrece algo, necesitas alguna cosa?
Jacqueline: no exactamente... (observa la almohada)... digamos que necesito comentarte algo
Victoria: (la miraba siempre a través del espejo) qué cosa?
Jacqueline: (le sonríe y suspira) nos conocemos hace un tiempito ya, tal vez nos seamos hermanas del alma y aunque nuestra amistad no es muy larga creo que si lo suficientemente transparente y consistente para poder aconsejarnos verdad?
Victoria: (asiente con la cabeza, sigue ordenando sus perfumes y accesorios y trata de no dejar de verla)
Jacqueline: tal vez sea impertinente de mi parte, tal vez te parezca que estoy metiéndome donde no debo o tal vez pienses que estoy alucinando
Victoria: (comienza a interesarse por la introducción que le está dando Jacqueline) qué pasa eh?
Jacqueline: (muy serena, con la voz relajada y la mirada tierna le responde) pequeña no soy quien para decirte lo que debes hacer, pero desde el fondo de mi corazón te digo que si hay una relación entre tú y César vayan con cuidado porque no es un juego fácil

Victoria tumbó de la impresión algunas cosas que había ordenado, su corazón se aceleró automáticamente, se asustó y los nervios se apoderaron de ella.

Victoria: Jacqueline, qué... qué estar queriendo decir? Yo...
Jacqueline: no necesitas confirmarme ni negarme nada, no vine a interrogarte, sé que es tu vida y sólo tú decides sobre ella, no voy a decirte cómo me di cuenta pero si te digo que anoche lo confirmé.
Victoria: (nerviosa aún quedó muda)
Jacqueline: (seguía muy tranquila) Vicky, no te estoy juzgando, la experiencia me permite decirte que si crees que realmente vale la pena entonces luches por eso y si no entonces aléjate, pero no vivas en medio, no vivas con esa incertidumbre, con esa culpa y con ese miedo que provoca esta situación porque no lo vas a soportar y tarde o temprano todo explota de la peor manera.
Victoria: (sólo la miraba y no pronunciaba una sola palabra)
Jacqueline: no voy a darte mi posición, no voy a decirte lo que pienso y tal vez no te interese, sólo vine a darte un consejo aunque puede que no lo necesites, cuando salga de esta habitación olvidaré el tema definitivamente como si nunca hubiese estado aquí
Victoria: (no sabía qué decirle, estaba preocupada por si alguien más lo sabría)
Jacqueline: mi consejo es DECIDE, para el bien de todos y sobre todo para tu propio bien, no creas que el amor hace sufrir por el contrario el AMOR es bienestar y felicidad, si tu amor es César no le temas y si es Omar no lo dañes...
Jacqueline: (se para del sofá y se le acerca, pone una mano en su hombro) bueno pequeña, no olvides que te aprecio y que cuentas conmigo siempre. (le da un beso en la mejilla) buenas noches. (sale de la habitación)

Así fue el final de ese día, en Cuba César platicando amenamente y pensando en Victoria y en México ella impresionada por lo que pasó en su camerino con Jacqueline.

Tomado del foro de la madrastraCréditos a su autorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora