CAPÍTULO DIECINUEVE

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++++ Algunas semanas después ++++

Cuando dicen que la distancia y el tiempo afectan al amor, no mienten, y si bien César y Victoria no se habían olvidado, el tiempo y la distancia habían servido para que al menos él dejara de sufrir por ella.

César habló con su esposa, él confesó que los sentimientos hacia ella se habían enfriado y que se había sentido atraído por otra persona. Pero ni la mujer más comprensiva y ecuánime del mundo deja de sufrir o explotar por una confesión así.
Vivian le agradeció la honestidad pero le reclamó el no haber hablado antes porque pudo evitar que la dejara de amar. Sin embargo ambos acordaron darse un tiempo para ver si tantos años juntos valían la pena. Entonces César ratificó que tenía a su lado a una gran mujer, que ante todo era su amiga y una gran compañera.

Ella puso límites a la relación porque admitió estar profundamente dolida por lo que César le confesó y aunque quería respetar la discreción de él, se moría por saber quién era la mujer que le arrebató el amor y el deseo de su marido. Pero conocía a César y sabía que no se lo diría jamás y eso a ella también le demostraba que tenía a lado al más caballero de los hombres y que por eso valía la pena luchar por él.

Mientras tanto la vida matrimonial de Victoria no caminaba tan transparente, ella jamás le confesaría a Omar semejante cosa, y tal vez eso no le permitía dormir tranquila. Disfrutaba al cien por ciento de su vida familiar, de su rol de madre y eso la llenaba... pero no puede taparse el sol con un dedo... hizo un viaje que la relajó un poco y se dio cuenta que no había dicha más grande que ver felices a los que se quiere... pero la dicha mayor está en ser feliz uno mismo y eso Victoria parece que lo ha olvidado...

Su marido empezaba a idear el proyecto de su candidatura política a una alcaldía y le comentaba sus planes, le mostraba algunos documentos o propuestas que tenía para ello... ella fingía entender todo e interesarse por lo que le contaba, pero lejos de atender lo que le decía se sumergía en sus pensamientos recordando cuando César le compartía sus planes a futuro.

Las imágenes en la mente de Victoria empezaron a llegar como una película.... y entonces apareció un tormentoso y gran recuerdo:

(De noche en la posada de aquel pueblo)

Ambos estaban desnudos en la cama riendo mucho, cubiertos sólo por una sábana, él recostado en varias almohadas a la cabecera de la cama y Victoria echada perpendicular con la cabeza en su abdomen y fumando.

Victoria: sería maravilloso que se pueda concretar!
César: es lo que más deseo... (acariciándole el cabello)... te imaginas? Tener mi propia escuela de talentos!
Victoria: a mí me encantaría dar clases! (demostraba emoción y entusiasmo)... No sé tal vez de teatro, dicción, drama, en fin sería tan fantástico poder transmitir todo lo que sabes a los jóvenes talentos verdad?
César: eso es lo que quiero mi amor! (entusiasmándose también)... descubrir talentos! Quisiera que en mi escuela hubiesen grupos de canto, baile, teatro, modelaje, músicos o gente que quiera actuar en novelas!
Victoria: (inclinándose un poco para verlo mejor y sujetando con una mano la sábana para cubrirse el pecho) claro porque tiene que ser completa en ese sentido, y sé que muchos artistas estarían dispuestos a enseñar, al menos ya sabes que YO soy la primera interesada! (se volvió a recostar y seguía disfrutando del cigarrillo)
César: (sonriéndole) y podría inscribirse gente de todas las edades! (rozándole la nariz) no sabes cuánto quisiera que se concretara ese proyecto...
Victoria: (se sentó y fumó una vez más) y será así, ya lo verás... (sonriéndole)... muy pronto lograrás formar tu escuela! Trabajemos juntos en eso César porque me encanta la idea! (se acercó y le dio un corto beso para luego inclinarse hasta el velador y apagar lo que quedaba del cigarrillo)
César: (tomándola de la cintura y acercándola hacia él) te gustaría escogerle el nombre?
Victoria: (sonriéndole) a mí? Pero no se supone que tú debes hacerlo...(poniendo las manos en su cuello por lo que se resbaló la sabana hasta la cintura)
César: pero acepto tus sugerencias... (besándole el cuello y frotando su espalda)
Victoria: (se sentó sobre él y se acomodó más junto a su cuerpo) pues habría que... pensar bien en eso... (tenía los ojos cerrados presionando la cabeza de César contra sus pechos los cuales se encontraba devorando)
César: (aliándose con sus manos, labios y lengua para volver loca de placer a Victoria) ajá.... qué propones? (presionaba fuertemente los muslos y glúteos de Victoria hacia él, mientras su boca seguía dándose un festín con sus senos)
Victoria: (su razonamiento había desaparecido, sólo su cuerpo era capaz de reaccionar a través de las sensaciones)... ohh... siii...
César: (sin disminuir sus caricias y besos) no te parece un nombre muy raro para una escuela? (ambos rieron brevemente y se ocuparon en hacerse el amor hasta desmayar de cansancio)
Los recuerdos se convierten en nuestro único tesoro de vida, en nuestro único soporte y en algo que nada ni nadie nos podrá quitar; porque nuestra memoria será lo único que nos acompañe a cada rincón del mundo sin que nos ocupe espacio y sin que nadie pueda influir en ella porque los recuerdos son nuestro verdadero y único SECRETO...

La voz de Omar llamó a Victoria nuevamente a la realidad al preguntarle qué opinaba sobre unas estrategias políticas para promocionarse, ella sólo atinó a decirle que estaba de acuerdo y que lo haga le parecía bien.

* Habían recibido la invitación para el programa de Cristina Saralegui en Miami , todos confirmaron su asistencia y esperaban ansiosamente la fecha.


++++ Show de Cristina ++++
Algunas invitadas habían llegado unos días antes para aprovechar en pasear, en el set estaban divertidas tomándose fotos una a una por petición de Cristina. Ana Martin, Cecilia Gabriela y Jacqueline Andere eran las tres que habían llegado temprano.
Algunos minutos después llegó Victoria, acompañada de su esposo e hijos por supuesto, con quienes hizo una sesión de fotos a parte.
Las cuatro actrices estaban retocándose y acomodándose los apuntadores mientras esperaban la llegada de César a quien la producción llamaba incansablemente.
Pasó una hora completa mientras ella conversaban en el camerino de Cristina y consintiendo a los hijos de Victoria. Evidentemente la conductora del programa estaba nerviosa por la demora de César y pidió hablar con él por teléfono. César se disculpó con ella diciéndole que era muy probable que no asista ya que su esposa se encontraba delicada y prefería quedarse a atenderla.

Obviamente Cristina se los comentó a las actrices quienes reaccionaron con halagos hacia César por ser tan cariñoso con su mujer y Victoria simuló indiferencia, pero por dentro tenía una sensación extraña. A las finales terminó llegando con su esposa y su hija menor que pusieron de su parte para que no quedara mal con la invitación. Rápidamente saludó a sus ex compañeras y Victoria no estaba porque había ido a llevarle los niños a su esposo, empezaron algunas bromas y recuerdos e inmediatamente hicieron planes para salir a cenar esa noche a un restaurante de Palm Beach.

Victoria: (entrando al camerino) ahora sí más aliviada!
César: (volteó rápidamente cuando la oyó) hola señorita Ruffo... cómo estás? (sonriéndole y acercándose a saludarla cordialmente)   

"...y cada vez que te vea te diré que te amo... mentalmente... y aún así tú sabrás escucharlo y sólo tal vez, me repitas lo mismo con la mirada..." – Victoria recordó instantáneamente esas palabras cuando sus miradas se encontraron.
Victoria: (recibiendo su abrazo y besándolo en la mejilla) Hola! Cómo te ha ido?!
César: muy bien gracias a Dios, y a ti? (rodeándola con un brazo y haciéndola girar hacia las demás) verdad que está más delgada?
Jacqueline: si ya se lo comentamos temprano
César: y es por mí ya que esta mujer me extraña demasiado! No es así? (mirándola sonriente)
Victoria: siiii seguro! (todo el grupo rió fuertemente)
En pocos minutos estaba todo el grupo en una divertida sesión fotográfica, luego pasaron al set a empezar la grabación del programa de Cristina, todo fue divertido.

Victoria y César estaban sentados juntos, él sentía el inconfundible aroma de Victoria y ella no podía creer que lo tenía tan cerca. Ambos tenían en frente a sus respectivas familias como público y al verlos tan sonrientes hacia ellos, se convencieron que habían tomado tal vez la mejor decisión...

No pudieron conversar a solas aunque si lo hubiesen buscando lo hubiesen conseguido; sin embargo, se sentían satisfechos con aquel encuentro, en grupo habían comentado lo que estaban haciendo actualmente y los planes que tenían.

Y así habría terminado esa breve oportunidad que les dio la vida, pero algo en sus miradas, algo en sus corazones y en sus mentes había pasado mientras compartieron ese escenario...

Tomado del foro de la madrastraCréditos a su autorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora