¿que quieres decir con no?

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En una tarde fría de otoño se encontraban tres amigos en el centro comercial, destacaba un chico de ojos azules con amarillo, vestido con jeans ajustados negros, abrigo hasta la cadera del mismo color y una fina camisa blanca se asomaba por debajo, su dorada cabellera era un caos, un caos que lucía bastante bien, como si un estilista hubiera pasado horas arreglando cada mechon para dar con ese aspecto desordenado y elegante, este pequeño ángel era escoltado por un chico de piel morena, prominente quijada y pulcro vestir, junto con una chica muy voluptuosa, con ondas de cabellos largas y rubias que llegaban por debajo de la cintura, portaba un ceñido vestido rojo de cuello alto y se colgaba del brazo del chico de ojos bicolores. Los rubios cargaban un par de bolsas de compras, el moreno hablaba por celular alegremente.

- Tengo hambre- comento la chica

- Bebe, deberías cuidar tu alimentación, últimamente estas con mucho apetito, digo la talla no es importante pero te conozco y se que si engordas te volverás loca, tanto Token como yo ya sufrimos suficiente con tu crisis de los granos - hablo el rubio

- Tweekie, amor... Solo tengo ansiedad pre-menstrual, sera un par de días y pasará- dijo casual

- Okay, pero te advertí. De todos modos quiero un cafe, busquemos un lugar para saciarnos ambos

- Hay un Starbucks por allá- señalo Token colgando por fin el celular

El trío se dirigió hasta el establecimiento, cuando entraron un par de miradas se posaron en ellos.

- Busquen una mesa, iré a pedir- dijo Tweek- ¿Lo de siempre?

El moreno asintió, mientras que Bebe le gritaba "y un cinnamon roll". Llegando al mostrador el chico esperaba a que el empleado terminara de anotar el pedido anterior en el vaso respectivo para voltearse. Cuando por fin se giro, Tweek se quedó mudo por un par de segundos. El chico era alto, piel blanca pero levemente bronceada, cabello negro y lacio, cubierto por el gorro de la empresa, sus ojos de un color ámbar, mirada seria, tenia un par de lunares en el rostro, uno en específico cerca del labio superior el cual a opinión del rubio encontró sumamente sexy.

Vio que el chico movió los labios, pero el estaba tan absorto admirando la belleza del cajero que no lo escucho.

- Di-disculpa, no te oí- confesó tímidamente

- Decía que, buenas tardes y bienvenido ¿Que deseas ordenar?

- Oh, lo siento je... Buenas tardes, quisiera un Caramel Macchiato, un Vainilla Latte, un Café Americano y un Cinnamon Roll, po-por favor.

Demonios deja de tartamudear hombre, superaste eso hace años, cálmate. Pensó Tweek.

- Bien, serán 10 dolares- respondió con una voz ronca y nasal. El rubio pago con su tarjeta- ¿nombre?

- ¿Eh... Para... Para que necesitas mi nombre?- pregunto nervioso

- Para cuando el pedido este listo, llamarte

Mentalmente el chico se abofeteo, había ido cientos de veces a un Starbucks y sabia el procedimiento, pero justo en eso momento parecía un novato en el tema.

- Jajaja, cierto. Disculpa creo que estoy distraído, Tweek

- ¿Tweek?- pregunto el pelinegro

- Si, es mi nombre- sonrió confiado-  ¿Y el tuyo?

El chico señalo el pin en su mandil verde que decía "Craig".

- En quince minutos aproximadamente estará tu pedido, Tweek

- Gracias Craig- se giro para buscar a sus amigos, encontrándolos sentados en una mesa al final, a un costado de la ventana.

Cuando llego hasta la mesa, sentándose a un lado de Token, el chico sonreía abiertamente, con un ligero rubor en el rostro. Siendo esto notado inmediatamente por Bebe.

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