Una fría tarde se dejaba sentir en la ciudad. Un par de jóvenes enamorados se encontraban sentados frente a una chimenea abrazados.
- Mis padres irán a Suiza para pasar las fiestas, no quiero ir
- ¿Te están obligando?- pregunto un pelinegro enterrado su cara en la rubia cabellera de su novio
- Técnicamente no, pero dicen que estas fechas son para pasarlas en familia y bueno... Debo ir con ellos- respodio algo desanimado
- Pero no puedes ser tan malo ¿o si?
El rubio se removió en los brazos de Craig para quedar frente a él.
- Es bastante divertido, no mentiré, pero quería estar contigo. Es nuestra primera navidad juntos y de verdad amo estas fechas, que mejor que pasarlas con esa persona especial ¿No?
El pelinegro solo acaricio el rostro de Tweek, siempre se impresionaba de lo dulce y expresivo que era. A él siempre le costo demostrar sus sentimientos, aun más verbalizarlo, por eso se encontraba en una batalla por poder decir unas simples palabras.
- ¿Quieres pasar navidad conmigo y mi familia?- pregunto finalmente
- ¿Lo dices enserio?- Tweek abrió tanto sus ojos que parecía un búho rubio de ojos bicolores
- Pues es buen momento para que los conozcas, yo conozco a los tuyos- soltó de forma casual
- Eso es porque pasamos mucho tiempo en mi casa- el rubio bajo la mirada- realmente estaba empezando a pensar que no querías presentármelos porque te avergonzaba, es tonto lo se, pero ya sabes soy un paranoico
- No te equivocas del todo, me avergüenza que los conozcas, pero por ellos no por ti
El silencio reino en el ambiente, Tweek se encontraba confundido, ¿porque alguien se avergonzaría de su familia?, mientras Craig pensaba que había hablado de más, la comunicación siempre había sido su debilidad.
El rubio se levanto del piso donde estaban sentados y tomo las tazas de chocolate ya vacías, las llevo hasta la cocina y frente al fregadero dio un gran suspiro. Nunca sintió como era seguido por su novio quien lo acorralo contra la encimera, abrazándolo por atrás.
- Honey ¿que sucede?- pregunto preocupado
- ¿Tienes problemas con tu familia?
- Realmente no, solo que somos tan disfuncionales, esto- hace la señal del dedo medio- es la marca Tucker, así nos comunicamos. Cada vez que alguno comenta un problema solo respondemos con un "Oh", por eso ya casi ni nos molestamos en hablarnos.
Ahora Tweek entendía el miedo del pelinegro, él con su familia eran muy cariñosos y unidos, a pesar de que a veces su padre comenzaba a divagar con historias sin final. Ademas en cuanto presento a Craig como su novio oficial fue más que bienvenido, invitándole continuamente a cenas familiares, ambos padres encontraban que tener a un hijo gay era sumamente adorable.
- No quiero incomodarte, iré a Suiza con mis padres. Te traeré algo lindo- trato de quitar la presión en Craig, otra seria la oportunidad de conocer a sus suegros
- Demonios, no amor, yo quiero que conozcas a mi familia de verdad, a pesar de lo que diga. Eres muy importante para mi, quiero que conozcas todo de mi. Quédate, por favor- suplico el pelinegro
- ¿Me quedaría en tú casa? ¿contigo?
- Si pero... tendríamos que dormir juntos, pues no tenemos habitación de invitados.
Algo que caracterizaba a Tweek eran sus ojos, no solo por ser bicolores, también porque llegaban a ser sumamente expresivos. Ahora esos ojos expresaban total felicidad.
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Mimado
RomanceSiendo hijo único de una familia acomodada Tweek siempre obtenía lo que quería. No era una mala persona, solo que nadie le había negado un capricho antes, pero puede que un pelinegro fuera el primero.