El auto de Tweek recorría la carretera pero esta vez no era el conductor habitual quien manejaba, este se encontraba durmiendo en el asiento del copiloto. El conductor pelinegro iba cantando por lo bajo Rescue Me, de A Day To Remember, mientras la canción sonaba también a un volumen moderado.
Craig miro al durmiente rubio, llevaba manejando 5 horas y habían salido casi al amanecer para disfrutar lo más posible de sus vacaciones, Tweek era pésimo madrugando a la mitad del camino ya se había quedado dormido.
- Dejen mi ropa interior, malditos gnomos- murmuro el copiloto
- Dios Honey, eres adorable hasta durmiendo- acaricio la rubia cabellera de su novio, este sonrió como si lo escuchara.
Llegaron a la costa a eso de las 3 de las tarde, fueron casi 9 horas conduciendo pero habían valido la pena totalmente, la casa de los Tweak era preciosa, pintada de blanco con grandes ventanales, un par de hamacas y un asador en el patio.
Bajaron solo los bolsos con ropa que llevaban y el cooler mediano donde llevaban carnes y bebidas, pues según Tweek la casa tenia todo lo demás. Al entrar Craig se maravillo aun más, era como de esas casas que se ven en la revista, bastante más pequeña que la casa principal de su novio pero igual de elegante y moderna.
- Amo esta casa- dijo el rubio- recuerdo pasar acá casi todo el verano cuando era un adolescente, venia con Bebe y otros amigos, era bastante divertido
- ¿Traías a tus novios para seducirlos? ¿o soy el primero?- pregunto Craig
- Lamentablemente no, vine con Pete un año
- Sabes no me importa ser el primero, solo quiero ser el último
- Espero lo mismo- el rubio le dio un corto beso en los labios a su novio- muero de hambre vamos a buscar un restaurant cerca, no tengo ganas de cocinar el viaje me dejo exhausto
- ¿Como puedes estarlo? ¡dormiste casi todo el viaje!- pregunto incrédulo
- Dormir fue agotador- respondió con simpleza- ahora si deseas acompañarme en mi habitación tengo un baño con tina extra grande
- ¿No que estabas agotado?
- No se en que esta pensando señor Tucker, yo solo quiero darme un baño de tina- guiño el ojo de forma coqueta y se fue por el pasillo.
De inmediato Craig lo siguió, obviamente no fue un simple baño de tina pues cuando finalmente salieron de la casa bañados y vestidos era la hora de la cena.
Llegaron a un simple restaurant de mariscos, tomaron una de las mesas cercanas a las ventanas que daban una espectacular vista al mar, se acerco un camarero de piel pálida y su cabello negro tenia un mechón rojo decorándolo.
- Bienvenidos a "Neptuno" ¿desean beber algo antes de ordenar?- la voz del chico era plana y sin una pisca de emoción mientras entregaba la carta
- ¿Pete?- Tweek reconoció de inmediato a su ex- Dios que alegría verte ¿que haces aquí?- su tono era emocionado y feliz
El sonrojo en la cara pálida del camarero se hizo muy notoria, Craig por otra parte podría doblar una moneda si esta era puesta entre sus cejas.
- Eh... trabajo, me fui de la casa de mis padres y me vine a vivir en el ultimo lugar donde había sido feliz- con esa frase la sonrisa del rubio se esfumo, al notarlo el chico trato de compensar- pero estoy bien, sigo tratando de hacer triunfar a mi banda y pues por ahora tocamos en bares los fines de semana. ¿Tu que haces aquí? ¿Estas con tus padres?
- No, estoy de vacaciones con mi novio- dijo el chico señalando a un Craig sin expresión, tratando de aparentar indiferencia
Pete entonces se fijo en la otra persona de la mesa, un pelinegro de ojos ámbar, el chico reconocía el atractivo del novio de su ex, en cierta parte estaba celoso, de seguro era otro chico millonario de los tantos que pretendían a Tweek, con la vida ya resuelta, estudiando para seguir los pasos de sus padres o ya incluso trabajando en grandes empresas.
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Mimado
RomanceSiendo hijo único de una familia acomodada Tweek siempre obtenía lo que quería. No era una mala persona, solo que nadie le había negado un capricho antes, pero puede que un pelinegro fuera el primero.