- Craig... Craig- el rubio ya llevaba un rato tratando de llamar la atención de su novio- ¡CRAIG!
- ¿que?- respondió algo enojado
- No me estas tomando atención- dijo Tweek en un puchero
- Si lo hago
- No, he dicho tu nombre como 50 veces y no me respondías- inflo sus mejillas en modo de protesta
- Honey, estoy cansado la universidad me esta matando y el trabajo es pesado, ademas tengo que pasar mi poco tiempo libre contigo, mierda solo quiero descansar- Craig tapo su cara con el cojín más cercano
Una daga atravesó el corazón del chico rubio. No pudo evitar que un par de lagrimas se acumularan en sus ojos bicolores por lo que se las limpio rápidamente, aprovechando que el chico alto se encontraba con la cara tapada y no podría verlo. Busco con la mirada sus cosas y rápidamente se levanto a tomarlas, por desgracia los botines que llevaba ese día no eran fácil de colocar, por lo que en lo que intentaba calzarlas Craig se dio cuenta de lo que intentaba hacer su novio, sacando el cojín de su cara y sentándose en la cama para observarlo.
- ¿Que se supone que haces?- pregunto molesto
- Pues si qui-quieres descansar no te molestare, me voy
- No me refería a eso- el tono aun seguía siendo tosco
- Pues por lo que a acabas de decir soy tan agotador, como la universidad o tu trabajo
- ...
- ¿Lo soy?
- Es que siempre quieres que te este tomando atención, eso es agotador
- Bien, disculpa por querer la atención de mi novio, cuando ya estés descansado me llamas, si quieres- con eso el rubio salio de la habitación con las lagrimas cayendo sin parar.
De camino a su casa Tweek iba pensando, Craig ya llevaba una semana con esa actitud, irritable y molesta. Habían tenido pequeñas peleas que se solucionaban casi al momento pero esta era la primera vez que el rubio se iba enojado.
El pelinegro siempre daba la excusa de que el trabajo y la universidad le estaban llevando toda las energías, pero esta vez aumento a él como un foco de su estrés, la daga se seguía hundiendo en el sensible corazón de Tweek.
Al estacionar su auto vio que la luz de la cocina se encontraba encendida, trato de limpiar su rostro, no quería que sus padres lo vieran así. Afortunadamente no notaron nada, pudo llegar hasta su cuarto con una falsa sonrisa en su rostro y al cerrar la puerta sus fuerzas lo abandonaron dejándose caer a la cama, tomo su celular pero nada de mensajes, el estomago se le revolvió, tal vez debió quedarse y solucionar el problema, pensaba el chico pero recordó la fría mirada de Craig mientras se iba, no había movido un musculo para que él se quedara.
Tres días habían pasado y el rubio seguía sin recibir ninguna llamada de su novio. Las ojeras ya no se disimulaban con maquillaje ligero, ahora debía aplicar el doble y era probable que hubiera bajado dos kilos, pues poco y nada era lo que comía. Estar distanciado con Craig era como una enfermedad, en ese momento se daba cuenta de lo dependiente que se había vuelto de su pareja y no le gustaba.
Tweek estaba sentado en una plaza cercana a su casa no quería llegar sus padres ya habían comenzado a preguntar por su novio o por el lamentable estado en el que se encontraba últimamente y ya se le estaban agotando las excusas. Ahora se encontraba mirando el Instagram de Pip, el chico estaba en México, estaba abrazado con un mariachi, de esos que se encuentran en los lugares turísticos para sacarse fotografías conmemorativas, el ingles se veía contento pero Tweek se dio cuenta de que el mexicano tenia su mano muy cerca del trasero del otro, no trato de tomarle mayor importancia, su amigo era inteligente y sabia cuidarse.
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Mimado
RomanceSiendo hijo único de una familia acomodada Tweek siempre obtenía lo que quería. No era una mala persona, solo que nadie le había negado un capricho antes, pero puede que un pelinegro fuera el primero.