De seguro si alguien le hubiera dicho a Tweek que su fiesta de Halloween terminaría con Craig besándolo no lo creería.
Pero ahí estaba, en su habitación, recostado en la cama con el pelinegro ligeramente sobre él, besándolo con pasión. En el cuarto resonaban suaves jadeos y gemidos, ambos se acariciaban por encima de la ropa, pero ahora el rubio quería más.
Mordió ligeramente la clavícula del más alto mientras desabrochaba la camisa de este.
- Espera Tweek, no- dijo sobre los labios del nombrado
- Quiero estar contigo- respondió suavemente al oído de Craig, un ronroneo suave que le erizo los cabellos de la nuca
- Me encantaría pero es muy pronto, no quiero que pienses mal de mi- el pelinegro se aparto sentándose en el costado de la cama, arreglándose la camisa
- Por favor... Tócame más, lo necesito- el rubio abrazo por atrás al pelinegro, restregando su mejilla en la espalda del otro- prometo no pensar mal de ti, solo quiero sentirte
- Con esa voz de puchero no me convencerás- reía por lo bajo, dejándose acariciar- no siempre obtienes lo que deseas niño mimado.
El de ojos bicolor no estaba de acuerdo, esta vez quería alcanzar lo que deseaba y no habría límite para conseguirlo. Podía verse muy dulce por fuera, pero por dentro estaba lleno de deseo y pasión, había esperado mucho por este momento nada lo detendría de su objetivo, ni siquiera el mismísimo causante de su capricho.
Tweek besaba la nuca del pelinegro, ahora sus manos acariciaban con delicadeza el pecho aun cubierto del pelinegro.
- Perdóneme Padre, porque he pecado- le susurro de forma sensual al oído, jugando un poco con el tema de los disfraces-y no pretendo parar de pecar, soy un diablillo después de todo
- Tweek- el nombre del rubio salio en un suspiro necesitado
- Usted puede liberarme de mi pecado, solo debe hacer de mi un completo desastre- las traviesas manos del chico volvían a desabotonar la camisa del pelinegro, esta vez sin resistencia
- Tweek, enserio es muy pronto. No quiero que creas que te veo como algo de una noche y tampoco quiero ser eso para ti, pero si así lo quieres...
Con esa frase el rubio paro. Toda la lujuria que sentía se esfumo de su cuerpo. Obviamente tenia deseos por Craig, pero no quería que fueran eso. Un simple romance de una noche, él quería estar con el pelinegro siempre, citas, romance, ojala un noviazgo, una relación larga y hermosa. No quería perder su oportunidad por andar de calenturiento una noche. Retiro sus manos y aparto su cuerpo del otro.
- Lo-lo lamento Craig, siento haberte incomodado. Dios soy tan idiota- jalo su cabello en un intento de liberar su tensión
- Ey, no te hagas daño- el chico de ojos ámbar aparto la mano del otro de sus rubios cabellos- esta bien no te preocupes
- Es que me gustas mucho, jamas creí que tendría una oportunidad contigo y me cegué por la emoción de tenerte. Nunca había pasado por esto, siempre los chicos me buscaban a mi y yo solo estaba como "okay, es lindo y simpático puede funcionar", nunca me ocurrió de sentir algo por una persona, buscarlo, querer conocerlo y tratar de conquistarlo, ademas eres tan difícil y misterioso, eso me encanta de ti. Tuve que recurrir a un amigo y pedirle consejos de como acercarme a ti sin espantarte o parecer un maldito loco acosador y por fin cuando sucede lo arruino.
Tweek hablaba tan rápido que no se dio cuenta de la sincera declaración de amor que le había dado a Craig, este lo miro con suma ternura, acaricio la mejilla del rubio, el cual dio un pequeño brinco al estar tan sumido en su monologo de disculpa.
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Mimado
RomanceSiendo hijo único de una familia acomodada Tweek siempre obtenía lo que quería. No era una mala persona, solo que nadie le había negado un capricho antes, pero puede que un pelinegro fuera el primero.