Ania
Estoy desanimada, tengo náuseas y mi estómago se retuerce sin parar. Acabo de dejar plantado a un hombre divino, que no me produce ninguna emoción. Todo porque no dejo de pensar en el troglodita.
Pensé que esta escapada me ayudaría a sacarlo de mí cabeza, pero por el contrario solo pienso en él. Su carácter, lo posesivo y controlador que puede llegar a ser. ¡Dios! ¿Quién me entiende? Aquello que odio de él, al mismo tiempo es lo que más disfruto. No sé que voy hacer. Me he convertido en un desastre.
Camino al baño, quiero una ducha. Necesito relajarme y pensar qué voy hacer.
Dominic
Estoy disfrutando muchísimo la cara de perrito callejero que tiene el tipo que estaba con mi diabla. Estoy en el bar del hotel, viendo cómo bebé solo. Aunque dudo que vaya a terminar solo la noche. Muchas mujeres en el local ya le pusieron el ojo. Es lo mejor, así no se acerca a mi diabla.
Termino mi bebida y decido ir a darle caza a la mujer que me quita el sueño. Camino decidido a enseñarle dónde está su lugar.
Toco la puerta de su habitación, puedo sentir la adrenalina recorriendo mi cuerpo. Necesito probar sus labios de nuevo. Me siento como drogadicto esperando su próxima dosis. La puerta se abre, ella viste una bata de baño. Parece recién salida de la ducha. Sin duda se ve exquisita. Mi cuerpo responde ante tan hermosa visión. Sus ojos se ensanchan al verme, en primera parece sorprendida. Luego hace algo que no esperaba.
Se lanza a mis brazos, mientras ataca mis labios. ¡Oh, mi diabla me extraña! Pienso, mientras levanto sus piernas y las coloco alrededor de mi cintura. Camino dentro de su habitación, necesito perderme en ella.
Sus besos son llenos de pasión y deseo. Nuestras lenguas danzan en una lucha sin cuartel. Mientras me besa, sus manos intentan quitarme la camisa. No me hago de rogar y le permito quitarla.
En segundos estamos en la cama. Ella ha tomado el control, estoy solo con mis pantalones, ella sentada en mi torso, aún con la bata; pero tengo la certeza que está desnuda debajo de ella. Puedo sentirlo.
Sus manos juegan con mis pezones, haciendo que una corriente recorra mi cuerpo hasta mi pene. Decido quitarle su bata y por fin ver lo que se esconde detrás de ella.
- Eres una diosa- digo. Mientras veo su hermosa piel y sus exquisitos senos. Ella sonríe mientras comienza un nuevo ataque de besos.
Su cadera hace movimientos circulares sobre mi pene, quiero poseerla, deseo enterrarme en ella. Necesito saber que se siente estar dentro de ella. Al parecer, mi diabla y yo estamos conectados. Detiene sus besos, me mira con la intensidad de un hambriento frente a un plato de comida.
Mi sexo palpita al sentir su necesidad. Jamás imaginé poder sentir emociones tan profundas por una mujer. Ania se baja de encima de mi, coloca sus manos sobre la pretina de mi pantalón y me desviste con rapidez.
Cuando nos quedamos desnudos, ambos nos miramos en silencio, como un par de boxeadores a la espera de iniciar el asalto.
No resisto más estar lejos de sus labios. La tomo por la nuca y acerco sus labios a mi boca hambrienta. Mientras nos besamos con salvaje locura, ella vuelva a montarse sobre mi torso. Y comienza hacer ese movimiento circular que me enloquece. Sin duda mi diabla tiene experiencia en el arte de seducir.
Le he dado mucho cuerda, ha llegado el momento de tener el control. Damos la vuelta en la cama, la dejo debajo de mi. Necesito probar cada parte de su piel, comienzo mi expedición en su cuello, voy bajando lentamente. Me detengo en la curva de sus senos, mientras que mi lengua sigue su contorno hasta encontrar su pezón. Escucho un gemido desesperado, sonrío satisfecho.
Continúo mi paseo por su otro seno, dónde disfruto mordiendo la punta de su pezón. Mi diabla responde atrapando mi cuerpo, entre sus piernas mientras roza su sexo contra mi.
Logro escapar de mi prisión, para continuar mi expedición hacia el sur. Surco su ombligo con mi lengua, logro escuchar como súplica que termine con su martirio. Quiero complacerla, pero recuerdo cuanto se ha dado de rogar. Por lo que decido castigarla solo un poco más.
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Bueno lo dejo hasta aquí, me dió calor y las palabras se fundieron 😆😆😆
Les cuento que nos quedan pocos capítulos de esta historia.
Si les gusto ya saben cómo premiarme. Pero si les encanta, compartanla 😍😍😍
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La Llamada Perdida
Short StoryDos desconocidos unidos solo por una llamada, que les lleva a una aventura erotica... Cuento Corto Todos loa derechos de autor reservados, cualquier intento de copia sera penado. Se original crea Tus Propias Historias