Capítulo 5

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Dominic

Llegué unos minutos antes, desde que escogí el vestido no hacía más que imaginarme como le quedaría. Escogí uno de mis restaurantes favoritos, disfruto de la comida Italiana, sin duda Portobello es el sitio indicado para traer a una chica que deseas hacer sentir especial.

Ya incluso había pedido el mejor vino tinto, la comida que íbamos a cenar y hasta el postre. Quería tratar a Ania como la reina que es.

Estoy muy nervioso, jamás me había pasado esto con una mujer. ¿ Quién diría que una llamada perdida me traería el amor a mi vida? ¿Será amor esto que siento? Porque lo que sí tengo claro es que jamás sentí esto por nadie.

Me asusta el poder que pudiera llegar a tener en mi. Veo el reloj con impaciencia. Ya es hora y aún no llega, claro las mujeres siempre les gusta hacer esperar.

Han pasado cinco minutos luego de la hora pautada. Comienzo a dudar frío, me siento inseguro. Mi estómago se ha convertido en un nudo. Mis manos sudan profusamente.

- Disculpe, es usted Dominic- me preguntó un chico de encomiendas.

-Si- respondo mientras una gota de sudor resbala por mi espalda. Observo al chico de encomiendas y es cuando noto la caja que lleva en las manos. Es idéntica a la caja que le envié en la tarde.

- Esto es para usted- me da la caja y sin esperar mi respuesta se marcha. Dejándome con mil preguntas.

La caja trae en su tapa un sobre sellado. Sin perdida de tiempo lo arranco. Saco de él una nota y mientras leo las palabras mi temperatura baja y mi irá va en aumento. Está mujer es el diablo, ha aparecido en mi vida para hacerme pagar por mis pecados.

" Disculpa no voy a poder asistir, descubrí que no me gusta que me impongan las cosas. No creas que no me gustó mi supuesto atuendo. Lo que no me gustó fue ser tratada como maniquí.

Espero que encuentres una buena mujer a la que le guste ser tratada como muñeca inflable.

Hasta nunca, Dominic"

Ania

- Eres una mujer muy mala, Ania - dice Naty, mientras se toma un Cosmo conmigo.

Sabía que solo enviarle un mensaje no sería suficiente para alejarlo, es por ello que me tomé unos días de descanso y junto a Naty, salimos de aventura a la playa.

- Naty, no soy malvada. Ese hombre es un pedante, machista. Cree que puede gobernar mi vida- dije aún molesta al recordar la caja - imagina si para una cita casi me manda un manual de comportamiento, como será en una relación - me recuesto sobre mi tumbona. Mientras me tomo mi Cosmo.

-Amiga pero si ni tan siquiera le diste la oportunidad de portarse como lo describes. Una caja es solo eso. ¿No te parece que estás exagerando?

- ¿Exagerando?- inquiero molesta - el hombre me investigo toda la vida y solo por unas llamadas perdidas. ¿ Cómo me dices que soy exagerada?

Naty comienza nuevamente a burlarse de mí. De pronto queda en silencio. La miro y descubro porqué. Al final de la playa dos chicos están trotando a la orilla del mar. No están de mal ver. De hecho están en forma y muy buenos.

Mientras me pierdo en sus atributos no me doy cuenta cuando Naty comienza a gritarles y llamar su atención. Ellos al escucharla deciden encaminarse hacia nuestra dirección. Mi corazón se acelera, disfruto la cacería y lo que más disfruto es darme un banquete con mi presa.

- Hola - dice uno de los chicos. Quién tiene un hermoso tono de piel bronceado, un cabello castaño y rizado. Unos maravilloso ojos verdes y una sonrisa que te para el corazón.

- Hola, me llamo Naty- dice mi mejor amiga con su mejor pose de fem fatal- ella es mi amiga Ania.

- Stephen- dice el primer chico que nos saludo - y él es Mario- indica al chico a su lado. Quien es rubio de playa, con un cuerpo formado de músculos, ojos azules. Es más alto que Stephen. Sin duda debe ser un surfista.

Naty les invita a sentarse y durante la tarde nos dedicamos a hablar de todo y nada. Al finalizar las tarde nos invitan a una noche de copas. De las que más nos gustan.

Nos despedimos, nos dirigimos al hotel. Dónde una Naty muy excitada me pide a Mario para ella. Cosa que acepto, pues aún estoy muy sensible después del beso de Dominic.

Me arreglo como nunca lo he hecho, está noche deseo olvidar ese beso que aún me quema. Dominic y yo no puede ser posible. Si caigo en sus brazos, moriré enjaulada. No puedo permitir eso.

Llegamos al club nocturno. Se nota que está de moda, la cola ocupa toda una cuadra. Se me baja el deseo de bailar con solo verla. Stephen y Mario nos esperan en la puerta y sin necesidad de hacer esa inmensa cola, pasamos.

De inmediato una salsa de Óscar de León invade mis oidos. Mis caderas inconscientemente se unen al ritmo. Stephen posa sus manos sobre mis caderas mientras me guía a la pista de baile. ¡Está noche promete!!!

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Dejaron a Dominic como novia de pueblo, vestido y alborotado🤭🤭🤭🤭

¿ Que opinan ustedes? ¿ Hubiesen hecho lo mismo?
¿ Que creen que hará Dominic al respecto?

La Llamada PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora