Capítulo 39: Hora de volver a casa

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Al pasar unas cuantas semanas desde la noticia sobre el arresto de KGB, la agencia se encargó de mantener a Chile y a los demás países protegidos, tuvieron que saltarse la reunión mensual de ONU pero nada de que una buena excusa no ayude, Third Reich ya estaba recuperado de la herida de bala n su costado por lo que ya no necesitaba tantos cuidados aunque si vigilancia, en especial el día de hoy donde se pensaba trasladar a su antiguo escondite en la Zona Sur de las tierras de la chilena. Sin embargo, esa no era la principal preocupación de CIA en estos momentos y eso lo necesitaba conversar con alguien, no con FBI ni con Chile, sino que con Rusia y México, estos dos países estaban en la oficina de la residencia algo nerviosos de lo que iban a discutir con la agencia.

-¿de qué quieres hablar CIA?... ¿Es sobre mi padre?- pregunto directamente el ruso, CIA recién había entrado a la oficina y en su mano llevaba una carpeta con bastante papeleo.

-de eso hablaremos después, necesito asegurarme de que ustedes al salir de esta casa no mencionaran ni le informaran a las autoridades sobre la existencia de Third Reich en la actualidad- dejo la carpeta en el escritorio para luego tomar asiento mientras que los países se mantuvieron de pie.

-¡¿Qué?! No mames wey, ósea ¡¿quieres que ese nazi se salga con la suya y que no sea castigado o  encerrado de por vida?!-se quejó molesto México, por los crímenes que cometió Reich la pena de muerte parecía poco en comparación a los métodos de muerte que el practico en la SGM.

-escuchen, tengo mis razones para hacer esto... *sigh* por ahora mi mayor prioridad es encontrar a URSS- en realidad tenía otras misiones que USA le encargo pero sentía que si dejaba esto sin resolver, en el futuro se volvería un enorme problema.

-¿KGB no ha dicho dónde chingados está?- si la reputación de la agencia norteamericana era real, entonces con las interrogaciones lo habrá hecho traicionar a su antiguo jefe.

-no, ese hijo de perra prefiere morir que decir alguna palabra sobre el soviético...- no importaba que método usara, hasta llego a la tortura con el (⋆)método del "Waterboading" para obligarlo hablar pero el soldado solo repetía su nombre y el rango que tuvo en el ejército.

Después de la charla llegaron al acuerdo de que nadie hablaría sobre el nazi y harían como si nunca existió una vez que se vayan a sus tierras, la carpeta que trajo CIA contenía copias de los informes sobre los crímenes de guerra de URSS así cuando volviera a su país tendrá evidencia para hacer que ninguno de sus hermano o el mismo lo ayuden en caso de que el soviético busque refugio en las tierras de sus hijos. Sin más que decir, solo quedaba en llevarlos al aeropuerto así que la agencia espero a que se despidieran de Chile y Alemania, luego de eso se subieron a la camioneta para llegar rápido a destino, no era bueno que un país permaneciera fuera de sus tierras por mucho tiempo ni menos hacer que sus gobiernos comiences a buscarlos insistentemente.

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Como CIA fue a dejar a los dos países al aeropuerto, los demás solo se quedaron esperando a que la agencia volviera mientras arreglaban sus cosas para irse ya que su estadía en esa casa finalmente termino, Chile se encontraba en la habitación que compartía con Alemania mirándose en el espejo, solo llevaba puesto un sostén deportivo y un buzo, desde hace unas semanas que deseaba ver cuanto a crecido su pancita de ya cuatro meses y medio, no era tan grande en comparación a la de ochos meses pero para ella estaba bien.

-¿estás viendo cómo crece nuestro bebe?- abrazo a su estrella por atrás acariciando su vientre con cuidado, esperaba poder sentir alguna patadita de su pequeño.

-jejej si... estoy ansiosa de que nazca, quiero tenerlo en mis brazos y darle muchos besitos- se llegaba a imaginar cómo sería su hijo o hija, sin duda tendría la combinación de banderas de los dos o quizás desarrollaría la suya propia en el futuro.

Mar de estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora