Capítulo 33: Déjame explicar

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La tensión en la casa aumentaba conforme las cosas iban empeorando, Rusia se había dejado llevar por la impotencia y la rabia al ver al nazi vivo provocando que no midiera su fuerza en el agarre que tenía en el brazo de Chile, lastimándola, ella intentaba soltarse entre lágrimas al ver que Reich seguía sangrando, tenía que salvarlo o sino todo lo que ha hecho terminaría siendo en vano.

-¡Suéltame ctm!- se comenzó a desesperar, no lograba soltarse del agarre a pesar que le pegaba lo más fuerte que podía, le estaba doliendo el brazo de lo fuerte que la sujetaba.

-¡Respóndeme mierda!- quería respuestas de una buena vez, todo el estrés acumulado durante este tiempo provoco que estallara finalmente.

-¡no lastimes a mi familia!- Alemania tuvo más opción que lanzarse en contra el ruso logrando que soltara a su amada, esta situación no era sano para él bebe, si Chile llegase a pasar por demasiado estrés podría tener un aborto espontaneo. 

-¡¿que no ves que ella ha estado protegiendo a este maldito todo este tiempo?! ¡Nos mintió! ¡¿Cómo puedes estar de su lado?!- se quitó al alemán de encima reclamándole el por qué la estaba ayudando, aunque sea su padre no justificaba que ayudara a un asesino como lo era el nazi.

-¡Rusia ya parale! ¡no seas pendejo!- el latino lo abrazo con todas sus fuerzas intentando calmar al ruso, no quería que esto terminara mal, más de lo que ya era.

-¡¿México tú también?!- debió verlo venir, el mexicano siempre estará del lado de su hermana no importaba que, no lo aparto ni menos le pego, solo lo quedo mirando aguantándose el enojo.

-escuchemos lo que tengan que decir...por favor Rusky- esperaba que por lo menos lo escuchara a él, que le hiciera caso y que finalmente se calmara, pelear no resolvería nada.

-...mggh- solo desvió la mirada sin decir nada más, dejo que México lo llevara hasta el otro sillón para sentarse y respirar hondo.

Esperaron a que la pareja tratara la herida de Reich, por suerte la bala no atravesó ningún órgano por lo que solo se preocuparon de detener el sangrado y sacarle lo que quedo de la bala, mientras que Rusia tomaba un vaso de agua para calmarse, México con nervios tapo con una manta el cadáver que aún seguía en el suelo que de tan solo verlo de daba cosa. Cuando el ambiente estuvo más tranquilo fue el momento de hablar, el nazi estaba descansando en el sillón recibiendo los cuidados de Chile quien le daba de comer para que recuperara fuerzas y evitar la fatiga, por otro lado Alemania solamente podía vigilar al ruso por si volviera a intentar atacara a su estrella.

-... ¿Cómo es que estas vivo? Creí que mi padre se encargó de ti- como el nazi no término por desmayarse le haría las preguntas a él, por lo menos que le respondía una, tenía tantas dudas que ya no entendía nada.

-es un larga historia Federación de Rusia... *cough*solo te diré que no les hare daño- y aunque quisiera hacerlo no podría, la herida en su costado le dolía con solo moverse.

-no mames cabron, acabas de matar a un wey enfrente de todos nosotros ¿enserio no nos harás daño?- cuestionaba la palabra del nazi, había un cadáver tapado con unas mantas en el living y no quería ser el siguiente.

-ese hijo de perra le estaba por matar a mi hijo, no permitiré que me arrebaten a mi familia de nuevo- tuvo suerte de haber llegado a tiempo, perder a sus seres queridos otra vez no lo hubiera soportado.

-*sigh*...Chile, nos debes una explicación- ignoro al alemán y miro a la chilena, estaba molesto con ella y las ganas de hacerle un interrogatorio le estaban ganando pero como México  no lo dejaría solo lucho en mantener el control.

-solo les daré una breve explicación, ya que debemos encargarnos del muerto- miro solo por unos segundos el cadáver cubierto por la manta para luego desviar la mirada, sentía que iba a vomitar.

Les dio una explicación lo más resumida posible, omitiendo algunos detalles y enfocándose en lo principal como la respuesta a cómo fue que Third Reich ha sobrevivido durante todos estos años manteniéndose escondido de todos los países, también respondía a las dudas de Rusia aunque no le dijo la verdad absoluta, era preferible que no supiera todo. Después de aclarar lo ocurrido, Rusia entendía mejor  los motivos de su padre a querer lastimar a Chile, no solo la veía como una traidora o una aliada del nazi sino que también un peligro y esos papeles que ella misma le entrego eran la prueba.

-*sigh* confió en tu palabra Chile, pero no me pidas que confié en ese nazi- miro molesto al "paciente" que seguía acostado en el sillón.

-con que confíes en mí me basta- dijo con una pequeña sonrisa, sabía que no podía pedir mucho por lo que la confianza del ruso le era suficiente por ahora.

-¡¡Chile abre la puerta!!

El grito proveniente de afuera alerto a todos en la casa, la chilena sentía que su presión bajaba y su rostro se volvía pálido, reconoció esa voz, sabía que él estaría en sus tierras en busca de los tipos que mando URSS pero ¿Por qué vino a esta hora? Solo pudo mirar a Reich quien seguía reposando en el sillón <<¡Debo esconder a Weimar!>> pensó alterada mientras escuchaba los golpes de la puerta, no solo tenía al nazi a la vista sino que un cadáver estaba en pleno living ¿Cómo rayos se encargaría de esas dos cosas en tan poco tiempo? ya estaba que le daba taquicardia por el pánico, sin embargo.

-Meine Stern... tranquila, piensa en tu bebe- le tomo la mano sacándola de sus pensamientos, sentía como esta traspiraba y temblaba a la vez.

-p-pero... - prefería que el buro de investigación no lo descubriera, si lo hace lo reportaría a la ONU y ahí lo perdería, no podría protegerlo.

-estaré bien, ademas...ya me canse de esconderme- le dio una cálida sonrisa, no estaba preocupado porque lo atraparan sino más bien calmado, sentía que ya era hora de detener este juego tonto de las escondidas y dejar de llevar a Chile a tanto estrés.

-...Weimar- lo abrazo con cuidado por la herida, no quería perder a otro integrante de su familia, no de nuevo- Rusia, por favor ve a abrirle la puerta a FBI antes de que la tire abajo.

-está bien- no se negó ante la petición de la latina y por como el buro estaba golpeando la puerta, ya faltaba poco para que empezara a patearla hasta romper la manilla.

-¡Chile!- apenas la puerta se abrió, FBI empujo al ruso fuera de su camino para dirigirse directo al living donde espera ver a la chilena a salvo.

Cuando llego a la sala, lo que lo detuvo fue que su pie se topo con un bulto enorme en el suelo que casi lo hace tropezar, al percatarse de que se trataba de un cadáver dio unos cuantos pasos atrás sin dejando de mirar el cuerpo tapado por mantas, no podía ver el rostro del muerto pero descartaba que fuera el soviético por la diferencia de altura <<What the fuck happened here?!>> en su mente solo se preguntaba quién era el asesino y como se llevó a cabo esta escena del crimen.

-FBI antes de que hagas algo por favor... déjame explicarte- dijo nerviosa la latina quien no le soltaba la mano a Reich, ya no sabía que más hacer.

-... uggh este trabajo se está volviendo cada vez más estresante- sentía que la jaqueca de los últimos días acabada de empeorar de tan solo ver al mismísimo Third Reich acostado en el sillón, se suponía que solo debía lidiar con el soviético ahora se le agrego otro enorme problema.

 ★⋆⋆⋆⋆Déjame explicar⋆⋆⋆⋆★

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