Mar de estrellas

Capítulo 14: Nuevo escondite

Llevando más de 6 horas de viaje en auto, Alemania y Third Reich miraban por la ventana maravillados por los paisajes que les brindaba la zona sur, hasta la chilena se dio el tiempo de hacer una pequeña parada para comer comprando; postres, empanadas, completos y muchas cosas más que quisieran los dos alemanes, al estar más cerca de la Cordillera Chile se encontraba algo nerviosa ya que ahora era crucial de que no vieran al nazi así que lo que quedaba de camino le pidió a Reich que fuera acostado en el asiento trasero cubriéndolo con una chaqueta.

-Meine Kuchen, ¿A dónde vamos exactamente? - estaba curioso sobre donde terminaría escondido su padre, aunque admite que la zona sur era bastante amplia se necesitaba de un buen lugar para que nadie lo terminase encontrando de nuevo.

-ejejje bueno chiquillos ¡les doy la bienvenida a la Región de la Araucanía! Iremos a un escondite que tengo en el bosque del (⋆)Parque Nacional Conguillio- su lugar preferido para desaparecer por un año del trabajo y de los informes de ONU, nunca la han logrado pillar así que esperaba que le sirviese al nazi como hogar permanente.

-¿pero eso no es una zona turística? ¿Cómo puedes estar segura de que no me van a encontrar?- se destapo un poco la cabeza para estar más cómodo y comer la empanada de pino que le compro la chilena.

-es que ese bosque está formada por un laberinto de rutas, cada una te lleva a diferentes direcciones; desde el norte hacia el sur, del oeste al este para luego cruzarse entre sí y terminas confundiendo los caminos, algunos te llevan a (⋆)Sierra Nevada otros al (⋆)Rio Blanco jejejje incluso existen rutas al (⋆)Volcán Llaima... en otras palabras, un lugar muy divertido de explorar- explico con una divertida sonrisa, irse de exploración por ese lugar le encantaba, como se conocía las rutas jamás se perdía.

-¿y dónde está el escondite?- pregunto lleno de curiosidad el alemán, si la parque tenia tantas zonas asombrosas como un volcán, de seguro sería un lugar asombroso de ver.

-la cabaña esta en lo más profundo del bosque, camuflado por la flora de la zona jejeje solo yo sé cómo llegar- con los años fue plantando araucarias, ñirres, coihues, lengas y raulíes, solo para que su cabaña terminara con el tiempo envuelta en ellos.

Los alemanes se miraron entre si compartiendo la misma duda, si Chile era la única que sabía cómo llegar a la cabaña y moverse por el bosque ¿Qué pasara cuando Third Reich tenga que salir del bosque? La probabilidad de que se pierda era muy alta sin una brújula o mapa en mano, pero la latina sonaba tan confiada que el nazi estaba dispuesto a correr el riesgo, ya vivió en el campo por más de treinta años y las cosas que aprendió sobre la agricultura le servirá de mucho cuando este en la cabaña, solo se preguntaba si sería posible cazar o pescar algo del parque.

Al momento de llegar al Parque Conguillio, tuvieron que cubrir con sus chalecos y cosas a Third Reich para que pasara desapercibido ya que el lugar estaba llena de gente las cuales la mayoría se trataba de turistas extranjeros por lo que corrían el peligro de que reconocieran al nazi, por otro lado, la chilena al ser la representación en vida del país poseía un pase especial para entrar al parque el cual no dudo en mostrársela a los guardias quienes le accedieron el paso a una zona restringida donde solo el personal y el guardabosques podía entrar. Siguiendo el sendero de tierra, llegaron a un lugar aislado donde había una entrada al bosque, antes de que Reich se bajara del auto la latina tuvo que revisar bien por si había alguien del personal cerca, luego de unos minutos ya era seguro salir por lo que bajaron las cosas y se adentraron en el bosque.

-ni se les ocurra alejarse de mí, no tenemos tiempo para webadas- al ver como los dos asentían con la cabeza ya estaba lista para comenzar la larga caminata hasta la cabaña.