Steve fue de los besos más raros. Steve era un par de años menor que Printemps.
Steve era skate.
Printemps caminaba por el parque, leyendo un cómic, por lo que no prestaba mucha atención a nada más.
Steve estaba patinando, practicando con su bola de inmaduros amigos; Steve casi se cae al ver a Printemps.
Y es que, sí, Printemps era bellísima.
Los amigos de Steve lo notaron, y comenzaron a reírse de él; Printemps ni siquiera los había visto, pero Steve estaba rojo como un tomate; quién sabe si por pena, o por coraje.
Steve volvió a patinar y comenzó a dar la vuelta por el parque; cuando llegó justo a lado de Printemps, se paró y en un movimiento rápido, la cargó en su hombro y se la llevó patinando hasta los juegos de infantes.
La sentó en un columpio y la besó, en frente de todos sus amigos.
Printemps sólo tenía los ojos abiertos como platos, no podía ni hablar.
Bueno, tampoco los amigos de Steve.
Printemps miró mal a Steve, pero no le salió muy bien, ya que la situación le había divertido; Steve seguía en cuclillas acariciando la mejilla de Printemps.
Printemps le guiñó un ojo, se levantó, se dio la vuelta con su cómic en la mano y se fue riendo; Steve besaba bien.
Cuando Printemps estaba a punto de llegar a su casa, Steve pasó cerca de ella, patinando, y le gritó "adiós preciosa".
Así como Dan, aquella vez.
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Los besos de Printemps
Roman d'amourÉsta es la historia de los besos en la vida de Printemps; no de Printemps.