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Renjun se despertó, abrió ligeramente los ojos sintiéndose demasiado cómodo en aquella cama, sonrió a la luz del sol que se veía a través de la cortina, algunas almohadas lo rodeaban y la manta que lo cubría era muy suave, quería quedarse a dormir más tiempo o solo recostarse y disfrutar de la tranquilidad del lugar, estiro sus brazos y se sentó para frotar sus ojos con la palma de sus manos y miro la habitación.

¿Dónde estaba?

Miro el lugar confundido, el lugar era hermoso, las paredes de un color crema, una alfombra color beige claro por toda la habitación, la cama también tenía mantas y sabanas color crema y durazno, se sentía demasiado confundido.

¿Esa era su habitación?

Se levantó y miro el pijama que llevaba, uno color verde pastel, no recordaba haberse cambiado, ni siquiera recordaba haberse acostado a dormir, camino hacia la ventana y abrió las cortinas para ver hacia afuera.

El vecindario parecía ser muy tranquilo, había muchos árboles y algunas casas, ninguna casa estaba demasiado cerca de la otra, pero era tranquilo, podía ver un perro en el jardín de la casa de enfrente.

Escuchó un ruido fuera, algo se rompió, miro a la puerta pensándolo por unos segundos y se decidió, abrió la puerta y miro el pasillo, quería investigar de donde o de quien venía ese ruido, siguió las voces hasta llegar a la cocina.

Miro por la esquina de la pared hacia la pequeña cocina, vio a dos chicos, uno de cabello negro y otro de cabello castaño, ambos estaban recogiendo lo que parecía ser un vaso roto del suelo, hasta que el chico de cabello negro lo vio allí de pie.

—Renjun, cuidado, no te acerques, puedes hacerte daño—el chico de cabello negro sacudió la cabeza mirando al otro chico molesto—El estúpido de Jaemin tiro un vaso—

—Yah, te dije que fue un accidente—

—Claro que lo fue—el chico de cabello negro sacudió la cabeza con una mirada de disgusto hacia el otro.

Cuando vio al chico de cabello castaño se sorprendió al encontrarlo mirándolo a él con una sonrisa.

—¿Dormiste bien? Ya casi es medio día—

Asintió lentamente sin estar seguro de que responder, al parecer ellos lo conocían, eso significaba que él debía de conocerlos ¿cierto?

—Seguro tienes hambre—el chico de cabello negro sacudió sus manos y se acercó a él—Ven, te ayudare—

Lo cargo por debajo de los brazos y lo sentó en una de las sillas altas del comedor, Renjun los miro en todo momento, ellos actuaban tan confiados con él, pero por más que lo intentara no podía recordarlos.

—Te serviré lo que quieras—el otro chico tiro los trozos de vidrio en el bote de basura y lavo sus manos aun sonriéndole—Hice donkatsu, pero puedo hacer algo más si quieres—

¿Donkatsu? No recordaba que era eso.

—Donkatsu estará bien—respondió sin pensarlo, no quería que ellos sospecharan, no sabía si era buena idea solo decirles la verdad, quizás si se aseguraba de que ellos eran de confiar lo haría.

—Te daré algo de beber ¿Qué quieres?—preguntó el otro chico sonriéndole de una forma adorable, Renjun no pudo evitar sonreír también—Tengo té, jugo, agua...—

—Té—

—Té verde como siempre—el chico se fue a servir una taza, vio a ambos preparar la comida.

Uno sirvió un plato de comida frente a él y el otro le dio una taza de té, todo se veía fantástico, los vio sentarse con él y ambos también comenzaron a comer, los observo comer antes de darle una probada a su propia comida.

Todo sabía muy bien, todo se veía maravilloso.

Seguramente tenía una buena vida, así que sería mejor hablar, lo que le pasaba podría ser peligroso y seguramente tendría que ir a un hospital.

No quería preocupar a esos dos chicos que eran tan amables con él, pero quería saber algunas cosas de las que no tendría respuestas por su cuenta, tomo aire para tranquilizarse y miro al chico de cabello castaño.

—T-Tengo algo que decirles—

—Adelante, puedes decirnos lo que sea—el chico dejo sus palillos y le presto toda su atención.

Renjun lo pensó de nuevo antes de decirlo, no sabía por qué dudaba tanto, pero ya estaba en eso así que...

—No puedo recordar nada—

Cuando lo dijo se sintió un poco mejor, pero las palabras de uno de ellos le quitaron el aliento.

—Lo sabemos—

Synical [Norenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora