Synical [Norenmin]

-21-

—¡Renjun!—el grito le hizo temblar, pero no se movió.

Mentiría si dijera que no tenía miedo, lo tenía, pero se quedó quieto y en silencio ¿Por qué Jeno parecía tan molesto?

Se agachó esperando no hacer ningún ruido, de alguna forma se sentía como un conejo en medio de una cacería, incluso como un zorro siendo perseguido por perros.

—¡Renjun responde!—ese era Jaemin, el cual se escuchaba más desesperado que nada.

El tiempo se terminaba, pero a él no le importaba, tenía un gran edificio para esconderse y esperar y en caso de que ese edificio ya no fuera una opción, siempre podía correr hacia la parte trasera y entrar en el bosque.

Esta vez él estaba ganando y nadie podía convencerlo de lo contrario, sonrió acercando más sus piernas a su pecho para hacerse más pequeño y darse a notar menos mientras se escondía detrás de un arbusto justo en el patio de descanso del edificio.

Lo había decidido él, si moría sin usar la medicina que Mark decía que le salvaría, no importaba, habría muerto porque él lo decidió así, pero si vivía entonces Mark se equivocaría y él estaría libre, eso era lo mejor, era una decisión de vida o muerte, pero ya no le importaba.

—¡Renjun! —Jaemin grito angustiado, él y Jeno tenían linternas buscando en las oscuridad del edificio, no podían encender demasiadas luces o atraerían atención indeseada, solo podían esperar a que amaneciera y buscar adecuadamente—¿¡No lo entiendes!? ¡Vas a morir si no vuelves!—

Renjun le ignoró, se sentó en el pasto, estaba descalzo y lastimaba, pero no importaba, después de tanto tiempo siendo un muñeco sin decidir sobre nada, siendo tratado como una figura de porcelana...estar con su cabello desordenado, su brazo lastimado y aquel insistente dolor por el pasto bajo él, todo por su decisión propia, era realmente liberador.

—¡Renjun! —El grito de Jeno le hizo estremecerse nuevamente, Jeno parecía realmente molesto—¡Todo lo que hicimos por ti se ira a la basura por tu estúpida rabieta! ¿¡Es más importante tener la razón que vivir!?—

Enojo, culpa, era algo que Jeno usaría como último recurso, aunque quisiera levantarse y contestarle, no le importaba, prefería tragarse sus palabras y quedarse en silencio, los conocía bien tan ambos, tan bien que sabía que Jaemin estaba a punto de negociar con él.

—¿Podemos hablarlo? ¡Dejare que decidas lo que quieras pero vuelve!—Jaemin gritó alrededor, ambos habían buscado por los pasillos y los salones, a pesar de saber que era imposible revisar cada rincón sabían que no había salido, la puerta principal estaba cerrada y la reja trasera hacía suficiente ruido al abrirse por lo pesada que era que podían escucharla por la escuela, pero mientras más buscaban más perdían la esperanza de encontrarlo.

Renjun sonrió, conocía bien a Jaemin, las voces hacían eco por el vacío lugar, pronto amanecería, pronto se llenaría de gente y pronto moriría si Mark tenía razón, así que se sentó mirando al cielo disfrutando de las hermosas estrellas.

Podían decir todo lo que quisieran, no respondería.

—Renjun, si estas vivo contesta—Jaemin intentó, pero no escuchó nada, se detuvo a mitad del pasillo esperando escuchar algo, una respuesta, un respiro ¿Cómo había llegado a esto? ¿Cómo llegaron al punto en que Renjun comenzó a odiarlos? Orillar a Renjun a decidir morir en silencio y solo...

Incluso él mismo se odiaba, él mismo no se respondería, había sido una persona despreciable, una pareja horrible y un ser humano detestable.

—¡Renjun! —gritó sintiendo que estaba al borde de las lágrimas, pero no quería llorar, habría mucho tiempo para lamentarse si no encontraban a Renjun o si lo encontraban muerto...—Porfavor...discúlpanos—

Habían amado tanto a la flor que decidieron cortarla y acabar con su vida.

—Debe estar afuera—Mark corrió hacia ellos una vez que terminaron de buscar entre los pisos, un piso cada uno y lo habían recorrido en poco más de una hora—Vamos a separarnos, no hay muchos lugares para esconderse fuera.

Los tres asintieron, Jaemin bajo la mirada, pero Jeno se veía decidido, Jeno camino inmediatamente hacia afuera mirando detenidamente donde apuntaba su linterna, además de estar atento a cualquier ruido que escuchara, él no perdería a nadie, no dejaría que Renjun muriera porque sabía que en ese momento, todo se iría a la mierda.

Renjun se tensó en cuanto los escucho salir, eso le daba menos tiempo para ver lo que podía hacer, además de dejarle una sola oportunidad, ir al edificio o salir al bosque.

Si lo analizaba, entrar al edificio solo le daría un par de horas más de oportunidad, además de que podrían encontrarle y obligarlo a tomar aquella pastilla, así que su mejor opción era salir al bosque y correr con la esperanza de tener tiempo, pero por alguna razón, su cuerpo se paralizo ahí sentado mientras escuchaba pasos acercarse.

Si se tiraba al suelo y fingía estar muriendo ¿Tendrían compasión por él? ¿Jaemin de verdad le preguntaría lo que quería?

Tenía tantas dudas en su cabeza, tantas preguntas que le dolían porque al final de todo, también le dolía pensarlo y recordarlo.

No les había pedido nada de eso, él no deseo llegar a ese punto, pero también arrastro a Jaemin y a Jeno a sus problemas.

Ellos asesinaron a su familia, ellos se encargaron de protegerlo y podía recordar claramente lo sucedido en aquel baño aquel día...

Jaemin y Jeno no tenían la obligación de ir a ese lugar, no tenían por qué meterse, pero ahí estuvieron para él en sus peores momentos para ayudarlo.

Podía recordar la desesperación de Jeno, el miedo en los ojos de Jaemin en cada momento. Deseaba a los antiguos, a los que conoció aquellos días, de los que se enamoró perdidamente, pero mientras más lo pensaba, más se daba cuenta que él mismo fue quien los arruino y rompió hasta volverlos lo que eran.

Él lo había tenido, lo había presionado hasta deformarlo a su conveniencia y después había odiado en lo que se convirtieron, en lo que se habían convertido por él.