➳ Capítulo 34.

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Esto es sólo una adaptación, todos los créditos a su respectiva autora (@Bridtney)

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— ¿Q-qué ha-

— Vámonos. —Dahyun me tomó fuerte de la muñeca y me haló. Me giré hacia Mijoo y ella estaba boquiabierta parecía que sus ojos se saldrían de sus cuencas. Intentaba zafarme de su agarre pero Dahyun estaba halándome realmente duro.

— D-Dahyun, qué est-

— Cállate, Momo. —Llegamos a un lugar oscuro donde había un auto. Mi corazón latía fuertemente, me sentía asustada. Ella abrió la puerta del copiloto y casi me empujó hacia adentro.

— ¡S-suéltame, Tofito!

— Entra.

— ¡¿Qué?!

— Entra al auto, Momo.

— Dahyun, yo estaba con-

— ¡¡ENTRA AL MALDITO AUTO!! —Podía ver lo agitada que estaba, pero no caería en esto otra vez. No. Ya no. No sé qué demonios quería lograr con esto pero no me hacía bien, me hacía sentir muy mal. Me quedé unos segundos en silencio y simplemente me di la vuelta para salir de ahí. Dahyun se colocó frente a mí cruzada de brazos con el ceño fruncido.

— Déjame pasar... —Pude ver cómo Dahyun tensaba la mandíbula y vacilaba entre lo que iba o no a hacer. Me estaba poniendo nerviosa y algo asustada. Dahyun caminó hacia enfrente y comenzó a empujarme con rudeza de nuevo.— ¡DEJA DE EMPUJARME! —¡Yo no era capaz de ponerle un dedo encima, yo no podría lastimarla!, ¿¡pero por qué ella se aferraba a hacerlo conmigo!?

Ella siguió empujándome y no tuve más opción que subir al auto. Poco después, Dahyun entró al otro lado y lo encendió. ¿Qué?, ¿a dónde mierda iríamos? El auto empezó a andar, ella conducía rápido y eso me alteraba los nervios.

— ¿A dónde vamos? —Ella no me contestó y siguió conduciendo.— Tofito... —Silencio.

Decidí esperar unos 10 minutos, pero no mencionaba palabra alguna. Había dejado a Mijoo sola y ni siquiera tenía un teléfono para llamarla y saber cómo estaba.

— ¡¿A dónde me llevas?!

— A tu estúpida casa. —¿¡Qué!?, ¿¡arruinaste mi cita para traerme a casa!? Estaba echando lumbre. Kim Dahyun era una imbécil, era una idiota.

— ¡¿Ahora es estúpida?!

— Cállate.

— ¡¡No voy a callarme!!

— ¡Cállate, Momo! —Podía sentir cómo aumentaba la velocidad del auto y la adrenalina en mis venas.

— ¡¡PERO CUANDO ESTABAS CHUPÁNDOME NO DECÍAS LO MISMO!! —Enseguida llevé mis manos a mi boca. ¡¿Qué coño acababa de decir?!

Privilegios Ilegales ➳ Dahmo (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora