达莫 ┊ ❝ Una relación bajo el ojo público siendo un artista internacional nunca es fácil, menos con un contrato.
Menos cuando es una relación homosexual.
Menos cuando es con tu propio fan.
Menos cuando es con una menor de edad.
Y mucho menos cuando...
Esto es sólo una adaptación, todos los créditos a su respectiva autora (@Bridtney)
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Aquí venía la cuarta pregunta.
Dahyun se mordía repetidas veces el labio cuando preguntaba y cada pregunta iba subiendo de nivel, literalmente estaba aplastando mi erección contra la almohada.
— ¿Te has masturbado? —Tragué duramente. La cabeza de mi pene punzaba y dolía.
— S-sí... —Sinceramente no entendía toda esta conversación. ¿Por qué ella estaría interesada en mi vida sexual? No tenía sentido, aunque me dolía aceptaba que sólo era una fan más... Tal vez tenía más privilegios pero sólo mientras ella estuviera aquí. Ya era mucha suerte el simple hecho de haberla siquiera conocido.
— ¿Has tenido relaciones?
— No...
— ¿Sabes cómo cuidarte?
— Sí...
— No sólo para un embarazo, Momo... —Tragué saliva, yo sólo sabía de los condones. No me metía en el embarazo prematuro porque... Claramente no podía quedar embarazada.
—Bueno... Sí.
POV Dahyun
Momo se veía bastante incómoda, pero necesitaba tener esta plática con ella, le había tomado mucho cariño y quería cuidarla. El como ella había confundido las cosas por sexo... Y me había dicho que así veía pornografía, sólo tenía 16 años, estaba en la edad, debía cuidarse.
Además quería tocar otro tema. Chaeyoung.
— ¿Prometes que estás siendo honesta?
— Lo juro. —Dijo levantando su dedo meñique.
— ¿Y seguirás siéndolo? —Sonreí levantando mis cejas, quería aliviar un poco la tensión.
— Lo prometo. —Llevó su ojos a mis labios y después desvió la mirada. Y esto sólo afirmaba un poco más las suposiciones de Chaeyoung. Suspiré.
— Bueno, quería hablarte sobre algo que hablé con Cha-
Un trueno enorme me interrumpió y retumbó toda la casa. Sentí algo aferrarse a mis caderas, volteé hacia abajo y tenía a Momo aferrada a mi escondiendo su cara en mi pecho. Reí bajo, era muy linda a veces.
— Momo, sólo fue un trueno. —Ella tenía los ojos cerrados con fuerza y apretaba sus dientes, parecía un mapachito aferrado a su fruta.— Momo, ya pasó. —Ella no respondió.— ¿No quieres soltarme? —Ella negó con la cabeza y volví a reír.
Me removí en mi asiento, subiendo las piernas al sillón y metiendo una de ellas por debajo del cuerpo de Momo hasta posicionarlas entre sus caderas. Otro trueno retumbó y ella se aferró más, parecía que temblaba. La abracé y besé su coronilla, quería calmarla, que supiera que todo iba a estar bien.
