➳ Capítulo 36.

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Esto es sólo una adaptación, todos los créditos a su respectiva autora (@Bridtney)

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De inmediato me puse de pie. No podía describir todas las sensaciones y emociones que estaban en mi cuerpo ahora.

— Quieres... ¿Quieres pasar? —Tragué saliva. Asentí y entré. Me quedé estática dentro, ni siquiera podía voltearme para decirle algo, sentía mis manos comenzar a sudar por los nervios.

— ¿D-Dónde está Jihyo? —Ella sólo permanecía en silencio, tenía mucho aire retenido en mis pulmones y tenía que sacarlo.

— Salieron.

— Oh...

— Sí... Iré arriba, quédate aquí si quieres. —Y sin más, Dahyun subió las escaleras.

En cuanto escuché la puerta cerrarse saqué todo el aire que estaba reteniendo. Quería llorar. No había estado en una situación tan incómoda en toda mi vida. Tomé asiento y empecé a golpear el piso con mi pie. Estaba demasiado ansiosa.

¿Y si me disculpo?, ¿debería disculparme?, ¿y si no quiere hablar conmigo? Mierda, toda esta situación era tan estresante. Mi pie chocaba cada vez más fuerte y rápido contra el suelo, tensé la mandíbula y escuché el rechinar de mis dientes. Me levanté del sillón subí las escaleras con rapidez, una vez frente a la puerta me detuve. Respiré hondo y suspiré intentando calmarme.

De acuerdo, Momo, tú puedes. Sólo tocaré, esperaré a que abra y le diré todo con calma. Sí. Eso es. Es justo lo que haré.

Di dos golpes a la puerta y esperé un segundo.

— ¡A LA MIERDA! —Abrí la puerta de golpe y entré sin permiso.— ¡DAHYUN, QUIERO DISCULPARME POR-

— ¡¡MOMO!! —MIERDA. Dahyun tenía sus manos cubriendo sus pechos. Había entrado y ella estaba casi desnuda. Podía ver su precioso trasero apretando sus blancas bragas de encaje.

— Y-yo sólo... —De inmediato me giré dándole la espalda, podía sentir cómo se formaba un bulto en mi pantalón.— Q-quería disculparme. —Ella no dijo palabra alguna así que proseguí.— Yo... No debí gritarte así en el auto, ni debí haber d-dicho todo lo que dije. Y tampoco debí decir que te odio porque yo... —Apreté mis puños.— No te odio, Tofito. Creo que eres una persona increíble y tienes un corazón precioso y... Y te veías muy hermosa en tu presentación, —Sentía mis mejillas arder.— Así que lo siento. Lamento todo lo que dije... Y-y-y te extraño. —Mi corazón retumbaba fuertemente, sentía como si se fuera a salir, tenía tantos nervios que quería vomitar.

¿Y ahora qué? Tal vez debía salir de la habitación y dejarla en paz, ya me había disculpado por mi ridículo comportamiento, ¡no importa si me perdonaba o no, al menos yo ya me había disculpado!

Sentí unos brazos colarse por debajo de los míos y la mandíbula de Dahyun recargarse sobre mi hombro. Ella estaba pegada a mi espalda abrazándome y una felicidad bestial estaba atravesando cada parte de mí.

—Momo... —¿¡QUÉ!?— Te quiero. —Sonreí inconscientemente aferrándome a su agarre, mis ojos estaban cristalizándose de emoción.

— Y-yo también te quiero. —Dije con timidez. La sonrisa no se podía ir de mi cara. Dahyun soltó una pequeña risita y me soltó.

— Voltéate, Moguri.

— P-pero estás...

— Por favor... —Esa pequeña súplica me había erizado la piel. Tragué la bola de nervios de mi garganta y me di la vuelta. Dahyun estaba tapándose sus pequeños pechos con los brazos y su despeinado cabello caía por sus hombros. Mis ojos se conectaron con los suyos unos segundos y después alzó sus cejas indicándome que fuera a la cama.

— ¿Q-qué vas a h-hacer? —Me senté en el borde del colchón. Dahyun comenzó a acercarse hasta quedar frente a mí. No pude evitarlo, mis ojos cayeron justo en sus pechos. Estaban preciosos. Firmes y redonditos. Mis bóxers explotarían en cualquier momento. Dahyun acababa de retirar sus brazos y estaba totalmente expuesta a mí. Vi cómo ella empezaba a montárseme encima y me tensé, tenía sus pechos demasiado cerca de mi cara.

— T-Tofito, estás...

— Momo, tócame. —Y entonces sentí sus labios impactar en míos. Sujeté su trasero con fuerza halando sus pequeñas bragas hacia arriba y la escuché gemir en mi boca. Sus manos fueron a los botones de mi pantalón y enseguida los desabrochó, jamás había estado tan excitada, mi polla realmente dolía.— Q-Quítate el pantalón... —Asentí repetidas veces y la tomé de los muslos poniéndome a horcajadas sobre ella. Empujé mi pantalón hacia abajo y terminé de quitarlo con los pies.

— ¿V-vas a enseñarme algo? —Dahyun asintió mordiéndose el labio inferior. Dios, ¿ahora qué aprendería? Estaba llena de expectativas y sentía todo el cuerpo caliente.

— Quítamelas. —Dahyun tomó mis manos y las puso en el dobladillo de sus bragas. í-Íbamos a tener sexo... Dios, iba a tener sexo con ella. Retiré las bragas con suavidad pero me detuve en cuanto su intimidad quedó desnuda.— Continúa... —Negué repetidas veces y terminé de sacárselas. Dahyun me miraba desde arriba. Podía decir que sentía miedo, no sé porqué, pero podía sentirlo. Subí de nuevo a su boca y la besé.

— Te quiero... —Dije con timidez. Creo que esto no se dice en el sexo soy una idiota, me va a partir la cara. Escuché una risa por su parte y sentí un cálido beso en mi nariz. Ella estaba segura conmigo, yo jamás le haría daño, yo jamás la lastimaría... Saqué mi duro miembro de mis bóxers y luego le sonreí, pero Dahyun negó con la cabeza. Sus manos se posicionaron en mis hombros y empezaron a empujarme hacia abajo.— ¿T-Tofito, qué estás... —El aroma de Dahyun me embragó.

— Por favor, Momo... —El movimiento ansioso de las caderas de Dahyun me llevó al borde. Separé levemente sus piernas y pude ver cómo sus rosados pliegues brillaban, sujeté sus muslos con fuerza y hundí mi lengua intentando buscar su entrada. Un gemido ronco salió desde el fondo de su garganta y no pude evitar llevar una de mis manos a mi miembro y empezar a masturbarme. Sentí mi lengua adentrarse en su hendidura y mi mano empezó a moverse más rápido, Dahyun sabía jodidamente bien. Sentí sus caderas elevarse y sus manos halando mi cabello.— ¡M-Más arriba, Moguri! —Mi lengua se aventuró hasta encontrarme con... ¿Esto era el clítoris? Lo succioné dentro de mi boca y los gemidos de Dahyun empezaron a taladrarme los oídos, me encantaba escucharla. Chupé con más fuerza su botón presionándolo con mi lengua repetidas veces, Dahyun meneaba sus caderas en mi boca y empujaba mi cabeza hacia abajo.— ¡¡Mhhmm...!! ¡Mierda, Momo, no te detengas! —Esas palabras me habían descolocado, retiré mi boca de su centro y la tomé con fuerza de las caderas halándola hacia abajo hasta presionar su entrada contra mi miembro, Dios, necesitaba follarla ya.

—¡¡Tofito, ya no aguanto!!

—¡¡Tofito, ya no aguanto!!

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Privilegios Ilegales ➳ Dahmo (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora