达莫 ┊ ❝ Una relación bajo el ojo público siendo un artista internacional nunca es fácil, menos con un contrato.
Menos cuando es una relación homosexual.
Menos cuando es con tu propio fan.
Menos cuando es con una menor de edad.
Y mucho menos cuando...
Esto es sólo una adaptación, todos los créditos a su respectiva autora (@Bridtney)
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Tres golpes en la puerta hizo que nos separáramos. Chaeyoung limpió las lágrimas de su cara y caminó hasta la puerta.
— Ho-hola, Chaeyoung... Yo emmm... ¿Dahyun está bien? Yo... Escuché ruidos y me preocupé y bueno... —Sonreí inconscientemente, Momo era una tonta sobreprotectora, era demasiado dulce.— ¿Ella está bi-estabas llorando? —Hubo una pequeña pausa.— ¿Pasó algo?
— Estamos bien, Moguri. —Dije lo suficientemente alto para que me escuchara. Ella no podía verme gracias a que Chaeyoung estaba frente a ella y con la puerta entreabierta, aunque podría verme porque Chae era bueno... Un pitufo.
— Oh... Bueno, entonces creo que... Mhhm... Me voy.
— Claro, mapachito...
— Sí.... Ammm... —Momo asomó la cabeza por dentro de la habitación hasta que me encontró. Chaeyoung ni siquiera la dejaba pasar.— ¡Adiós, Tofito! —Dijo con una sonrisa mientras la puerta se cerraba.
— Adiós, Moguri. —Sonreí mientras limpiaba una lágrima de mi mejilla. Esa estúpida niña torpe me tenía completamente atontada.
— Adiós, Chaeyoung.
— Adiós, Momito. —Y la puerta volvió a cerrarse. Chaeyoung se recargó en ella, viéndome mientras los pasos de Momo bajando por las escaleras eran lo único que se escuchaba.
Ya no discutiría más. Ya había confesado lo que yo ni siquiera era capaz de aceptar. Amaba a Momo y no me importaba lo malo que pareciera, no podía cambiar mis sentimientos. No podía y no quería. Todo fue tan rápido... Todo se dio tan... Llevaba poco más de un mes aquí. Parecía cuestión de segundos haber llegado a toda esta situación.
— Dahyunie. —Sacudí mi cabeza repetidas veces intentando alejar todos esos pensamientos.— Tengo que decirte algo.
— Chaeng, por favor, ya no quiero discu-
— Sí, si quieres. —Chaeyoung se acercó y se sentó a mi lado de nuevo. Me miró un momento y después prosiguió.— ¿Lo dices en serio?
— ¿Si la amo? —Ella asintió.— Si, la amo, Chaeyoung. Nunca me había sentido se esta manera con nadie... Ni siquiera con Eunwoo. —Ella asintió de nuevo.
— ¿Y Jaebum?
— Jamás lo quise así... Sólo lo intentaba porque es un buen chico y...
— Entiendo...
— Yo... Debería irme. —Me levanté recogiendo todas mis pertenencias. Necesitaba salir de ahí. También me sentía avergonzada... Acababa de hacerlo en una casa ajena y eso tampoco estaba bien. Agradecía que fuera el cuarto de invitados y no uno personal.
— Eunwoo fue a verme.
Me detuve. Eso me había helado la sangre. Fue como un balde de agua helada cayéndome encima y haciéndome despertar.
