Diez Semanas

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Había cumplido las diez semanas y su vientre se econtraba creciendo, cada día más juntó a una nueva vida que venía en caminó.

Su aroma había cambiado un poco y por las platicas que había tenido con su suegra, sabía que se debía al embarazo. Se encontraba feliz pero también algo estresado, al recordar que pronto se terminarían las vacaciones y tendría que regresar a clases en exactamente una semana.

Los vómitos habían parado o bueno ya no eran tan constantes, solamente aparecían por la mañana o la noche, y como Mew había prometido allí estaba para él.

Los cambios de hormonas lo hacían sentirse un poco alterado algunas veces, y una que otra vez demasiado sentimental. Era un completo lío de sentimientos.

Gulf había salido a comprar la despensa, mientras que su alfa se encontraba en la empresa, pero antes de que este se marchará su omega como cada día se encargaba de márcalo con su aroma. No es que fuera tan posesivo pero no le agradaba que su alfa llegase con otro olor.

Llegó al supermercado, estacionado el auto en el parqueadero para después entrar y tomar una canasta para llevar las cosas necesarias. Se encontraban caminando por los pasillos tomado, verduras, pastas, y todo los demás alimentos que necesitaba en su hogar.

Camino al pasillo de los lácteos, cuando sintió una fría mano posarse sobre su muñeca, y Gulf rápidamente se giró para ver de quien se trataba, encontrando a una de las personas que menos quería ver en ese tiempo.

— Gulf.— hablo la madre del mencionado.

— ¿Sí?— preguntó trando de soltarse de su agarre mirándo a la mayor con frialdad.

— Veo que fuiste marcado.— dice y Gulf asiente, dando un paso atrás para alejarse un poco de la omega.— Si no te importa, ¿Quisiera saber cuánto tiempo tienes de embarazo.?— preguntó sin dejar su tono neutro igual que el del menor.

— Cumplí, diez semanas.

— Bien, espero que estés bien.— dijo pero Gulf no le creyó— Ya que te encuentro, necesito decirte que tú padre quiere que le pagues lo que ha gastado en tu universidad.— dijo la mayor y Gulf sintio desesperación pero no lo demostró.— Y quiere que sea lo más pronto posible.

— Bien...— dijo Gulf ignorado a su madre para tomar una caja de leche para irse del pasillo sin mirar a la omega una vez más.

Pagó en la caja para salir juntó a las bolsas de las compras en sus manos para subir al auto. Cerro la puerta recargando su cabeza en el voltaje si presionar el claxon.

Suspiró pesadamente, la preocupación lo invadió provocando que ese sentimiento se transmitierá a Mew. Se tranquilizó un poco más,  después encendio el auto para regresar al departamento.

¿Cómo le pagaría a su padre el dinero?





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