Sweet Creature

Siete Meses

A finales del mes seis su bebé ya pateaba y se movía, Gulf se sentía feliz al igual que todos. Su pequeño era muy activo y significaba que estaba en perfectas condiciones.

Las ganas de orinar eran más presentes a partir del mes siete, también cada vez de sentía más fatigado y con dolor en la espalda. Y el insomnio ni se diga, tardaba encontrar una buena posición para dormir porque su vientre que crecía día a día.

Se encontraban en las últimas evaluaciones de su semestre, la graduación sería en aproximadamente una semana, y de eso estaba muy feliz Gulf tanto como Mew. Había salido juntó a Mild y Gun a un café para hablar, sus amigos omegas parecían muy felices y más Mild.

—¿Qué ocurre?— preguntó mirando a sus amigos.

— Lo primero es que...En seis meses conoceremos a otro cachorro.— dijo Gun sonrojándose y sonriendo.

Gulf abrió sus ojos completamente sorprendido.

—¿Off y tú? ¿Serán papás?— preguntó sonriendo grande y Mild asintió frenéticamente al igual que Gun.

—¡Seré dos veces tío!— exclamó el omega y Gulf junto a Gun sonrieron mientras que el omega embarazado los abrazaba.

— Felicidades~

Siguieron hablando diferentes temas, el sobre como Gun lo había ocultado dos meses. Gulf constantemente, pero no muy seguido, se encontraba en los baños del café orinando.

Pero sabía que todo eso valdría la pena.

— Gulf te vamos hacer un Baby Shower.— dijeron ambos omegas a la par y el omega de Mew asintió divertido.

— Será pasándo la graduación, casi cuando cumplas tus ocho meses.— dijo el omega de labios belfos.

— Y como aún no sabremos si será, niña o niño. Todo será de forma neutral.— dijo ahora Mild.

— Gracias chicos.

Alrededor de media hora después llegaron los tres alfas en busca de sus respectivas parejas y cada uno de fue por caminos separados.

— Estoy cansado...— susurró recargando su cabeza en el vidrio de la ventana del auto.

— Oh, mi dulce omega.— acarició Mew el cuello de Gulf.— Duerme mientras llegamos a casa.

—¿Puedo obtener mimos hoy?— preguntó cerrando sus ojos, soñoliento.

— Claro que sí, mi dulce criatura.

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