Tres semanas habían pasado desde la primera vez que Seokmin había venido a mi casa, y a este punto ya era costumbre que todos los miércoles y viernes, a partir de las cuatro de la tarde, mi compañero de literatura viniera a casa, nos pasábamos la tarde investigando y arreglando los trabajos, hasta que llegaba Mingyu y preparábamos la cena.
En el proceso había aprendido varias cosas de Seokmin, en primer lugar, amaba cantar, y tenía una voz muy bonita, le gustaba mucho hacer bromas y reírse hasta quedarse sin aire, y por cierto, su risa era la cosa más estruendosa que había escuchado.
También puede notar que mi compañero era guapo, es decir, no me gustaba ni nada, pero era un tipo difícil de ignorar, era alto, hombros amplios, y su rostro, era muy llamativo, una amplia nariz, que encajaba a la perfección con sus pómulos altos y su mandíbula afilada, su cabello siempre bien acomodado y algo que lo caracterizaba era su sonrisa, era más que hermosa.
También me enteré que en la universidad era conocido como un mujeriego y chico malo, lo cual no coincidía con el Seokmin que yo conocía, pero nunca le pregunté por esos rumores. Si había notado que en la universidad era un poco diferente a cuando venía a mi casa, se comportaba más cortante, pero nunca descortés.
Lo que aún no había descubierto era el porqué estaba recursando literatura, las veces que le había preguntado, decía que había sido por una estupidez, otras veces me decía que no era nada importante, y así, siempre desviaba el tema.
-Oye, Hoshi!- sentí como alguien me zarandeaba un poco- ¿Y tú en qué nube o planeta andas?- preguntó Seokmin.
-Lo siento, estaba pensando en cosas.
-Sí, me di cuenta; en fin, quería saber si hoy prefieres ir una cafetería, a decir verdad estamos muy bien con el trabajo, y hoy no tengo ganas ni de tocar los apuntes de literatura.- dijo mientras me sonreía. Es cierto, era viernes y la semana había sido agotadora, habíamos tenido varios informes que entregar en otras materias y yo tampoco quería saber más nada de leer apuntes.
-Bien, me parece una de las mejores ideas que has tenido desde que te conozco. ¿Dónde quieres ir?- pregunté con curiosidad, a pesar de estar viviendo ya casi cinco meses en Seúl, con Mingyu no habíamos salido mucho, a veces pasaba por la cafetería donde trabajaba Mingyu, pero desde que comencé la universidad, no tenía mucho tiempo.
-Se abrió una cafetería cerca de dónde vivo, se ve muy bonita, ¿qué opinas?
-Me gusta la idea, me pasas la dirección por mensaje y nos vemos por las cuatro, ¿te parece?- pregunté con una sonrisa.
-Sí, me parece genial, nos vemos entonces.
Cerca de las cuatro me encontraba rumbo a la cafetería, el día era bonito, ni muy caluroso ni muy fresco, a penas y comenzaban a aparecer los indicios del otoño. Por esto me había puesto unos jeans negros rasgados, una remera sencilla y una campera de jean que Mingyu me había regalado hace dos días. Mingyu solía decir que era horrible para combinar ropa, por ende, él se encargaba de vestirme, por así decirlo.
Cuando llegué, pude ver que Seokmin tenía razón, el lugar era muy bonito, tenía una estilo vintage, pero con un toque moderno. Entré y comencé a buscar a Seokmin, por si es que ya había llegado, hasta que un movimiento al fondo del lugar, cerca de uno de los grandes ventanales captó mi atención. Era mi compañero de literatura que movía su brazo para llamar mi atención, sonriendo me dirigí al lugar.
-Hola- saludé, sintiéndome tímido repentinamente, a decir verdad era la primera vez que me juntaba con Seokmin para otra cosa que no fuera estudiar, y además hacía meses que no me juntaba con un chico. Me golpee mentalmente, solo estábamos aquí para pasar la tarde, me repetí.
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Espero que no sea un final obvio - Seoksoon
Romance-Gracias por todo Minghao, prometo no volver a aparecer en tu vida, ojalá encuentras alguien a quien realmente ames, como yo lo hice en algún momento.- dije mientras me volteaba. -Espera Hoshi- dijo mientras me tomaba del brazo. -¡No me toque!- le g...