II

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Las clases habían terminado bien, era el tercer día que asistía a la universidad y el único profesor que nos había dado actividades había sido el de literatura, los demás profesores eran muchísimo más tranquilos, al menos en la primer clase.

-Bien, me tengo que ir, volveré para las siete y luego haremos la cena- dijo mi amigo mientras se despedía- si tu compañerito llega a hacer algo no dudes en llamarme, correré hacia aquí.

-Yah! Deja de ser tan desconfiado, y no puede hacer eso, o Jeonghan hyung te echará de la cafetería.- dije.- ahora vete, y ten una buena jornada- los despedí con un beso en la mejilla.

Mi amigo me miró un poco receloso, suspiró, como si no tuviese remedio y me acarició la mejilla.- Bien, pero cuídate.- y luego se fue.

Entré al departamento, cerrando la puerta detrás de mí y me dirigía a mi habitación cuando escuché que alguien llamaba a la puerta. Suspiré, seguro el tonto de Mingyu había olvidado algo.

-Deberías tener más cuidado y no olv...- paré de hablar cuando vi que la persona que estaba frente a mi puerta no era mi amigo, sino que era mi compañero de literatura- Oh, Seokmin, lo siento, pensé que eras mi compañero de piso, pasa.- dije a modo de disculpas mientras me hacía a un lado para que entrara.

-Hola a ti también- dijo con un sonrisa socarrona.- No pasa nada, por cierto, bonito departamento.- respondió mientras le daba un barrida a mi departamento.

Ciertamente era un bonito departamento, estaba ubicado en un bonito barrio, pero el alquiler no era muy caro, por lo tanto, con Mingyu vimos más allá de unas paredes sucias y un lugar descuidado. Lo habíamos limpiado, pintado, decorado con varios muebles de estilo moderno, y había quedado muy bonito. No era la gran cosa, pero contaba con dos habitaciones, un baño, una cocina con comedor y una pequeña sala de estar, suficiente para dos estudiantes que pasaban la mayor parte del tiempo fuera, estudiando.

-Gracias, a decir verdad no era muy lindo, pero con mi amigo nos dedicamos el verano a remodelar el lugar- dije con una sonrisa, mientras recordaba como Mingyu traba de "expresar su arte" en una de nuestras pareces, no había quedado mal, pero había sido gracioso verlo gruñir como un perro porque los colores no quedaban como él había querido.

-Entonces... ¿dónde haremos el trabajo?- habló mi compañero para sacarme de mis pensamientos.

-Creo que el mejor lugar es en la sala de estar, es bastante cómodo y espacioso.- respondí mientras lo guiaba por el departamento.- puedes sentarte donde gustes, iré por café, quieres algo?

-Sí, un café estaría bien para mí también.- respondió y no esperé más y me dirigí a la cocina. Cuando volví con nuestras bebidas, mi compañero había esparcido por todo el lugar distintos libros, apuntes y además había sacado una computadora de su mochila.

- Wau, que cantidad de libros- dije sorprendido

-Sí, no sé si recuerdas, pero el profesor mencionó que se "alegraba de verme otra vez", esto es porque el año pasado hice la materia, pero al final tuve que recursarla.

-Oh, tan difícil es?- pregunté preocupado.

-No, surgieron cosas...- vi que no tenía intención de hablar del tema, así que inmediatamente redireccioné la conversación hacia nuestro trabajo, y al poco tiempo estábamos ambos concentrados en la investigación.

Para ser honesto, el tema que nos había tocado no era precisamente difícil, pero había muchísima información y teníamos que leer todo, ya que según Seokmin, el profesor ni siquiera miraba si los trabajos no teníamos al menos cincuenta páginas, por ende, la investigación tenía que ser profunda, sin dar muchas vueltas y además, interesante.

-Oh, hola, siguen estudiando- me voltee sorprendido cuando escuché una voz a mis espaldas.

-Mingyu- dije mientras saltaba de mi lugar en el suelo, donde había estado sentado las últimas horas y fui a saludarlo con un abrazo.- Wau, no había visto la hora que era, ¿cómo te fue en el trabajo?

-Bien, muy bien a decir verdad- dijo con una sonrisa- Ya va una mes y medio que trabajo allí y no he roto nada- dijo orgulloso- además, Jeonghan me dio un pastel para el postre, y traje pastas para la cena.- dijo con una sonrisa, mientras me mostraba la bolsas que traía en sus manos.

-Bien, creo que entonces me iré- dijo Seokmin, por un segundo me había olvidado de mi compañero.

-Oh, no es necesario, puedes quedarte a comer, verdad?- dije con una sonrisa, mientras miraba a Mingyu, quien me miro, para luego mirar a Seokmin y finalmente volver su mirada a mí.

-Sí, supongo que no hay problema- dijo luego de unos segundos en silencio.

-Muchas gracias- respondió Seokmin, mientras se ponía de pie y le tendía la mano a mi amigo- Por cierto, mi nombre es Seokmin, Lee Seokmin, puedes decirme DK.

-Mucho gusto, son Kim Mingyu y pues, puedes decirme Mingyu- respondió mi amigo mientras le devolvía el saludo.

-Bien, ya que se presentaron, vamos a cocinar, a decir verdad no comimos nada en toda la tarde, así que me muero de hambre.- dije mientras sobaba mi estómago que había comenzado a gruñir.

Sin más nos dirigimos a la cocina, Mingyu y yo comenzamos a cocinar, mientras que Seokmin se había sentado en una silla y nos observaba. A decir verdad yo no aportaba mucho, solo ayudaba en cosas pequeñas, el chef de la casa era sin lugar a dudas Mingyu, es más, su carrera estaba dirigida a la gastronomía.

-Wau, con todo respeto chicos, pero parecen un viejo matrimonio ustedes dos- dijo Seokmin de repente, a lo que tanto Mingyu como yo nos dimos vuelta y comenzamos a reír.

-No sé si matrimonio, pero nos conocemos hace muchos años- dije con una sonrisa, mientras miraba a Mingyu.

-Hoshi, ve colocando los platos, la comida está casi lista- dijo mi amigo.

-Hoshi?- preguntó Seokmin, mientras me miraba curioso-

-Jeje... si, es un nombre que me creé hace algunos años, cuando asistía a una academia de baile.- dije un poco avergonzado, esperaba que no me pregunte cómo se me había ocurrido, era demasiado pronto revelar a un desconocido mi obsesión con los tigres, o mis ideas románticas.

-Bonito apodo, ¿Quieres que te ayude a colocar los platos?- dijo mientras me sonreía.

-Claro- dije y luego le mostré donde estaban todas las cosas.

-Increíble- dijo Seokmin luego de dar el primer mordisco- No había probado este tipo de comida hace años.

Tanto Mingyu como yo reímos un poco, el chico podría tener todas las cualidades de típico bad boy, pero al final resultaba siendo un niño cuando se descuidaba, sin duda a veces tenía pequeños momentos en los que me recordaba a Mingyu.

-Pero si solo son pastas a la boloñesa- dijo Mingyu, mientras terminaba de masticar y miraba a mi compañero de literatura.

-Hace más de tres años que vivo solo y aún no he aprendido a cocinar ni lo más básico, digamos que vivo a base de ramen o comidas para calentar en microondas.- dijo con una sonrisa un poco apagada.

-Mmmm... bueno, si algún día quieres, puedes venir y te puedo enseñar algunas cosas básica- dijo Mingyu, a lo cual no pude evitar mirarlo sorprendido.- Serías cosas sencillas, pero suficientes como para que tu menú varíe un poco, a decir verdad, a Hoshi tampoco se le da muy bien en la cocina, seguro que si no fuera por mí, estaría en las mismas que tú, o peor.- dijo mi amigo mientras comenzaba a reír.

-Oh por favor, ya cállate- le dije mientras le propinaba un golpe en el brazo, a lo que se quejó y me miró con el ceño fruncido.

-pff- Nos volteamos al escuchar la risa de nuestro invitado.- Ustedes dos sin duda son un viejo matrimonio.- dijo mientras se secaba unas lágrimas imaginarias por la risa.- Acepto tu oferta Mingyu, sin duda necesito saber cómo hacer al menos pastas como la gente.

Espero que no sea un final obvio - SeoksoonWhere stories live. Discover now