XVI

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Frustrado, así es cómo me sentía últimamente. Ya habían pasado dos semanas de mi encuentro con Minghao, a quien había visto un par de veces en el restaurante, al parecer el chico estaba poniendo todo de sí para conquistar a Jun.

Con Seokmin las cosas eran las mismas, ni avanzamos ni retrocedimos, estábamos en punto muerto. En clase me saludaba como cualquier compañero, aun hacíamos los trabajos mediante correos, pero el ambiente era más relajado.

Pero nunca intercambiábamos más de tres o cuatro oraciones por clase; Seokmin no parecía tener en mente que era necesaria una charla, se comportaba como si nada hubiese pasado. Y yo comenzaba a molestarme, me había tratado horriblemente en su momento y ahora ¿hacía como si nada?

-Ya no lo soporto más- medio grité mientras me restregaba el rostro, frustrado.

-Baja la voz o nos van echar del lugar, estúpido.- me regañó Jihoon, en cambio yo le devolví un mirada de odio.

Estaba con Jihoon, Hansol y Seungkwan, en nuestra cafetería favorita. Los chicos estaban al tanto de toda la situación, incluso creo que ya se estaba cansando de todo este lío.

-¿Y por qué no le dices tú que necesitan hablar?- preguntó Hansol, siempre tranquilo y hablando lo justo y necesario.

-¿Yo?- pregunté entre indignado y repentinamente nervioso.

-Pues sí, no sabes por qué Seokmin hyung hizo lo que hizo, no lo justifico y no creo que haya estado bien haberte tratado así, pero tal vez él tampoco sabe cómo abordar el tema.- respondió Hansol para luego sorber de su licuado de durazno.

Miré a Hansol unos segundos y luego al resto de mis amigos, los cuales parecían meditar en las palabras de chico.

-Yo opino que le des una patada en la entrepierna y no le hables nunca más.-

-¡JIHOON!- reprendí a mi amigo.- No ayudas, ¿sabes?-Me miró con una sonrisa malvada y luego me sacó la lengua.

-Hyung, no es por ser malo, pero ¿no vas a llegar tarde al trabajo si no te vas ahora?- habló Seungkwan, quien había estado observando la conversación mientras comía tranquilamente su copa de helado.

Revisé el horario en mi celular y eran pasada las 16:30, si no salía corriendo y tomaba el próximo bus, llegaría tarde.

-Mierda.- dije mientras sacaba el dinero para pagar mi pedido.- Me tengo que ir ya, nos vemos mañana.- Y salí corriendo, escuchando de fondo los gritos de mis amigos "hasta mañana".

Gracias al cielo llegué a tiempo, aunque Jaehyun me miró como diciendo "dos segundos más tarde y eras hombre muerto". Le devolví una sonrisa inocente y me fui a cambiar.

La jornada fue tranquila, ya me había acostumbrado al ritmo y a los clientes, algunos más amables, otros normales e incluso había algunos maleducados, pero nada demasiado grave.

Cuando terminé mi turno, fui junto a Chan a cambiarnos, mientras charlábamos un poco, cuando salimos del restaurante nos encontramos con Seokmin recostado contra su motocicleta. Viéndolo desde lejos, parecía un modelo, tan guapo.

-¡Hyung!- exclamó Chan, mientras salía corriendo y se abalanzaba sobre su hermano.

-Más cuidado Chan, o harás que nos caigamos.- respondió Seokmin, pero lejos de estar enojado, en su rostro había una gran sonrisa y miraba a su hermano con mucho cariño.

-Hola- saludé luego de la pequeña disculpa de Chan.

-Hola- saludó Seokmin. Y ahí estaba, la misma sonrisa, las palabras relajas, como si todo estuviera bien, pero nada estaba bien. Odiaba esa actitud de ignorancia por parte de Seokmin.

Espero que no sea un final obvio - SeoksoonWhere stories live. Discover now