XV

68 7 2
                                    

Me encontraba parado fuera dela cafetería que había visitado hace varias semanas atrás con Seokmin. El lugar donde había visto a Minghao luego de meses sin saber nada de él.

Aunque había llegado con la determinación de finalmente cerrar toda la historia, algo me impedía entrar. Me mantenía plantado frente al lugar.

No sé cuánto tiempo estuve parado sin moverme, hasta que respiré hondo, y sin pensar demasiado abrí las puertas del lugar.

La cafetería se veía exactamente igual a la primera vez que había ido; busqué con la vista a Minghao, y lo encontré sentado mirando por una de las ventanas. Lentamente caminé hasta la mesa.

-Hola...- saludé tímido, me sentía muy incómodo y quería salir corriendo del lugar.

-Viniste- dijo Minghao cuando me vio, sus ojos se iluminaron y rápidamente se paró para ayudarme a que me sentara.- Llamaré al mesero.- dijo antes de que pudiera decir algo más.

Cuando el empleado llegó, ordené un sándwich de lomo y un batido de frutilla.

-Aún no he almorzado, ya que salí de la universidad y vine directo.- dije como excusándome por mi pedido, ya que Minghao tenía frente a él un licuado de durazno y una porción de tarta de manzana.

-Oh no te preocupes, discúlpame por citarte en este horario, no lo había pensado. Podría haberte invitado a algún restaurante a almorzar- dijo un poco avergonzado.

-No, está bien...- simplemente no sabía que decir o hacer.

Nos mantuvimos en un silencio no muy cómodo hasta que llegó el mesero con mi orden. Luego de dar el primer mordisco a mi sándwich, escuché como Minghao soltaba un pequeña risita, lo que causó que lo mirar extrañado.

-Aun te manchas la boca cada vez que das el primer mordisco.- dijo mientras limpiaba la comisura de mi labio con una servilleta. Provocando que me quedara congelado en mi lugar y con los ojos abiertos como platos. –Yo... lo siento.- dijo, quitando rápidamente la mano.

Nuevamente apareció el silencio incomodo, hasta que Minghao volvió a hablar.

-Bien, fui yo el que te citó, así que, primero que nada, con esto no busco excusarme por lo que hice ni mucho menos, sé que estuvo mal.- bajó su mirada hasta sus manos.- Cuando inauguraste el club de baile yo ni siquiera te conocía, ¿sabes? aunque íbamos a las misma clases. Aquella cez quedé muy impresionado con la presentación y pensé "sin duda quiero ser parte de ese club". Y de alguna forma terminé siendo el vice-presidente.- sonrió levemente, al igual que yo. Era buenos recuerdos. -Quiero que sepas que todo lo que vivimos en el club fue real, disfrutaba pasar tardes enteras comiendo pizza y creando coreografías, disfrutaba ser tu amigo, pero...- su voz que apagó un poco y su semblante se volvió oscuro.- Por esas épocas yo pertenecía a un grupo de amigos no necesariamente ejemplar, y una vez, en una de las muchas juntadas, uno de los chicos sugirió "¿Quién cree ser capaz de acostarse con el presidente del club de baile?". Todos comenzaron a alardear de lo que eran capaces y yo pensé que debía encontrar la forma de cuidarte, por eso pensé que si fingía ser tu novio, y me acostaba contigo antes que cualquiera de esos idiotas, tú sufrirías menos. Maldición, era tan imbécil como los que creía que eran mis amigos. Pero estaba asustado y no quería que nada te pasara, pero tampoco quería perder a mi grupo de amigos. Por eso te pedí salir y luego, pasó lo que pasó... yo, varías veces pensé "Creo que Hoshi realmente me gusta, si le cuento todo, podríamos arreglar las cosas y salir de verdad". Pero fui muy cobarde y preferí cumplir con el "reto", y luego vería como terminar sin demasiados daños colaterales. No contaba con que escucharas esa conversación. Yo, lo siento, mi intención nunca fue lastimarte, pero desde el momento en que decidí "protegerte", solo te dañé. Incluso estuve agradecido cuando Mingyu fue a golpearme. Yo, lo siento.- cuando terminó de hablar, tenía los ojos rojos por las lágrimas contenidas y su labio inferior temblaba levemente.

Espero que no sea un final obvio - SeoksoonWhere stories live. Discover now