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Ese día en el trabajo Chan estaba más sonriente que de costumbre, sus ojos brillaban intensamente y en vez de caminar daba saltitos.

-Y a ti que te tiene tan emocionado- preguntó Jaehyun, pues incluso el empleado más despistado del lugar se había dado cuenta de la emoción del menor.

-Es que mi hermano vendrá a buscarme hoy.- dijo Chan con una gran sonrisa. Ese niño causaba mucha ternura.

-¿Hace mucho que no vez a tu hermano?- pregunté enternecido con la emoción del otro.

-En realidad vivimos juntos- respondió Chan un poco sonrojado- pero como ambos trabajamos, no nos vemos mucho en el día, así que estoy contento de que venga a buscarme.-

La charla finalizó cuando llegaron más personas al lugar y nos pusimos a trabajar. Como Chan y yo teníamos la misma hora de la salida, ambos nos estábamos cambiando para luego irnos. Salíamos charlando animadamente, riéndonos de algo sin sentido, hasta que Chan interrumpió nuestra conversa.

-¡Hyung!- medio gritó con emoción y saltó sobre un chico que se encontraba enfrente de nosotros.

-Hola, pequeño Channi.- sonrió el hermano del menor mientras correspondía el abrazo.

-Hyung, te presento a mi nuevo compañero de trabajo, se llama Soonyoung-hyung, pero nosotros le decimos Soonnie.-dijo Chan con toda la emoción mientras me señalaba. Seokmin por su parte seguía sonriendo hasta que sus ojos encontraron los míos y su sonrisa fue menguando, hasta desaparecer.

-En realidad, yo conozco a tu hermano, Chan.- dije sin saber muy bien qué hacer.- Es decir, no sabía que era tu hermano, pero compartimos una clase.- volví a hablar cuando vi la mirada interrogante del menor. – Bueno, tengo que irme, nos vemos mañana Chan, un gusto verte Seokmin.- dije mientras hacía una reverencia y me iba prácticamente corriendo.

Cuando llegué a la parada del bus, me senté con la respiración agitada por haber corrido; a los pocos segundos comencé a llorar. Había extrañado la sonrisa de Seokmin, y cuando la vi, mi corazón se detuvo unos segundos. Tenía ganas de volver al lugar y abrazarlo, y golpearlo y gritarle que por qué demonios me había dejado de hablar y luego simplemente un recuerdo voló por mi mente:

"Me ocurre que no tolero estar cerca de putitas como tú. Soonyoung, me dan asco la gente como tú, estoy seguro que toda tu historia es una farsa, y en realidad te acotaste con el tipo por pura calentura, y luego le echaste la culpa cuando no quiso nada más. Eres un prevalecido, no?"

Un hipido, para nada bonito, salió entre mis labios, los cuales temblaban cual niño pequeño. No podía controlar mi llanto, aunque pasara mi mano una y otro vez por mis ojos, las lágrimas seguían saliendo. Me sentía miserable y enojado conmigo mismo. ¿Cómo es que Seokmin podría afectarme tanto?

En algún punto, en un intento vano por calmar mis lágrimas llegó el bus que me llevaría a mi casa; en esos momentos agradecía haber llevado una chaqueta con capucha, sino todo el mundo vería mi rostro con lágrimas, nariz roja y ojos hinchados, nada lindo de ver a estas horas de la noche.

Al llegar al departamento vi que todas las luces estaban apagadas, lo que significaba que Mingyu no había vuelto, algo extraño por el horario. Cuando llegué a la cocina, vi en la heladera una nota:

"Fui a lo de Wonwoo, me quedaré a dormir aquí ya que no se siente bien y su compañero de piso no está para cuidarlo. Te dejo comida en el refrigerador, también hay helado. 

Mingyu <3 "

Bien, al menos a uno de los dos le estaba yendo bien en el ámbito del amor. Sin pensarlo mucho saqué el helado del congelador, vainilla y chocolate, mis sabores favoritos. Sin prisa fui hasta uno de los sillones de nuestra sala de estar, encendí la televisión, y sin mirar mucho lo que se transmitía comencé a devorar el helado.

Espero que no sea un final obvio - SeoksoonWhere stories live. Discover now