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—Eso no puede significar nada bueno —apunta Charles leyendo el mensaje del teléfono que recogió del suelo. Cuando terminé de leer lo que Mila me mandó dejé caer el móvil de tanta impresión y nervios, ni siquiera logro recomponerme para reaccionar y preguntar si sufrió daños.

Lentamente consigo salir de mi estado sorprendido y vuelvo mi vista hacia al castaño— Fíjate que no me había dado cuenta —digo con sarcasmo sin moverme del lugar.

—No puedo creer que Floyd le haya dicho, dime, ¿tu amiga es bocona? —sentencia bajando el aparato y posando su vista en mis ojos azules. Yo niego con la cabeza sin darle una respuesta certera y por fin acciono para quitarle el móvil y comenzar a subir las escaleras, escucho como sus pisadas hacen impacto en los escalones y solo hasta que llegamos a la puerta de mi habitación me atrevo a hablar.

—No, él no me haría eso, no importa que sea Mila, mi única amiga, Floyd sabe que no tengo tanta confianza con ella para hablarle de ti —defiendo, tratando de asimilar todo y buscar una explicación lógica a esta situación.

A mi espalda todo lo que escucho es el silbido que lanza Chuck al entrar a mi pieza. No es gran cosa realmente, cuatro paredes blancas, una cama junto a la pared acompañada de una mesita de noche, el escritorio de madera blanca frente a la ventana, un librero del mismo color, un armario y los colores que predominan son el blanco y el violeta, algunas partes de las paredes están adornadas con cuadros, la mayoría en blanco y negro, y posters de bandas famosas de rock. Camino hasta el centro de la habitación sin prestarle atención a Chuck, quien observa algunas fotos colgadas de mi pequeño círculo de conocidos, y busco un nombre en la galería de contactos, le doy al botón de llamar y me llevo el celular a la oreja mientras golpeo el piso con el pie derecho, esperando a que la persona del otro lado atienda.

—Si me permites decir, se ve como que si le ha dicho, parece que nuestro amigo no podía sobrellevar tal secreto solo entre los tres —comenta volteándose hacia mí.

—El único que puede aclarar eso es Floyd, y el maldito no me atiende el teléfono —me quejo de último llamando una vez más, sin recibir contestación. Salta el buzón de voz y con un gruñido le dedico unas palabras—. Maldito, mueve tu trasero y coge el móvil que tenemos que hablar.

— ¿Por qué no mejor hablamos con él mañana y terminamos de instalar las cosas? Me gustaría saber dónde está el baño y poner mis cosas —dice tomando asiento en la cama, tranquilamente porque él no es la persona que va a tener que dar explicaciones.

Decido por no discutir y simplemente me paro en el umbral, señalando hacia afuera para indicarle que en la puerta contigua se encuentra el cuarto de lavado, él sale disparado con la bolsa que trajo desde abajo, la cual no me di cuenta que había cargado, y se pierde en el baño. Por mi parte intento llamar a mi amigo una vez más pero el resultado es el mismo que las dos veces anteriores. Lanzo el móvil a la cama convencida de que si rebota y se cae una vez más se romperá, pero esa es la menor de mis preocupaciones. Me paso las manos por el cabello frustrada y ahí es cuando lo escucho, el timbre ha sido tocado seguido de unos golpes similares a los de hace unos minutos. Salgo al mini pasillo del piso de arriba y cuando paso junto a la otra puerta Chuck se asoma preocupado. Le hago una seña para que aguarde y que yo me encargo.

Bajo la escalera tratando de dominar mi respiración, aparentando que esta situación no me pone de los nervios. Me acerco a la puerta con mi mejor cara de no-estaba-haciendo-nada-fuera-de-lo-normal, tomo el pomo de la puerta y con una inspiración la abro. Un torbellino entra sin siquiera dejarme hablar y cierro la puerta estupefacta, dispuesta a pedir explicaciones como si fuera el último día de mi vida.

—Antes de que digas algo es todo un malentendido, Mila está exagerando las cosas y yo no le he dicho la verdad. —Floyd habla demasiado rápido que por poco no lo entiendo, pero como estaba atenta a lo que tenía para decir capto cada palabra.

Chicos de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora