Capítulo dos "Que nombre de loca".

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Denise.

 

Desperté con un gran dolor. Como si me hubieran golpeado con un martillo en la cabeza.

 

Nuevamente en la misma habitación. Además del otro gran daño que consideraba, del mismo modo sentía en mis brazos un ardor enorme. Corrí las mangas de mi suéter. Noté que tenía unas grandes rajaduras.

 

Me levante de la incómoda cama, fui hacia la puerta de la residencia- ¡Déjenme salir!-golpee la puerta- ¡Quiero salir!- le pegue reiteradamente. Quede así por varios minutos, hasta que creí  no tener más fuerza. Y caí rendida al piso.

Quede mirando hacia la nada. Necesito respuestas ¡Necesito respuestas! Es lo que más anhelo en ese momento, suspire frustrada dejando caer un mechón de cabello sobre mi rostro.

En eso, escuche unos pasos. Me quede  atenta oyendo aquellas gestiones.

-Es hora de la comida-dijo alguien al otro lado de la puerta. Se escuchó como sacaba las llaves y posicionaba en la herradura. Y en fin abrió la puerta.

Una mujer de cabello rubio algo descuidado,  ojos verdes y al parecer se había puesto 1k de maquillaje, se ponía notan a simple vista que no dormía hace días pues tenía unas ojeras que llegaban hasta el suelo.

-Sal-ordeno áspera- ¿O no quieres comer?-pregunto y fije mis ojos en ella- ¿No responderás?-hablo irritada.

 

-Claro-respondí seria, sin sacarle la mirada.

 

-Entonces levántate-comenzó ponerse incómoda. Y me levante.

 

Ella emprendió a caminar y la seguí. 

 

Maldita perra mi madre. Me había mandado a un loquero ¿Se nota cuando me quiere? Noten mi sarcasmo.

 

El pasillo era amplio. Todos los cuartos eran iguales con un número y una letra, tenía una ventana con una reja. Adquiría dos pacillos, uno que te guiaba hacia unas escaleras y el otro hacia el comedor debo creer.

 

-Toma una bandeja y busca tu comida-dijo la mujer rubia para luego marcharse.

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