voces☾

Capítulo cinco. "Quiero que todo esto termine".

Denise.

-¿Y qué hacías? –pregunto. Ambos nos sentamos en la banca de madera.

 

-Pensaba –respondí sin mirarlo.

-Ajam –asintió sin entender.

 

-Y cuéntame –suspire - ¿Qué has hecho para estar aquí? – Estaba tratando de ser amable… algo raro. El mojo sus labios y cedió a contestar.

-Drogas –soltó. Asentí - ¿y  tú? –me miro.

-Tú mismo lo has acertado.-

-Problemas de ira. –

-Si –murmure. Ambos clavamos nuestra miraba hacia el frente por unos varios segundos. Tan solo se escuchaba la respiración de uno y otro, el sonido del viento golpeando las ramas de los árboles. Había comenzado hacer frio. –Creo que debo irme –me levante de aquella incomoda banca.

-¿Quieres que te acompañe? –arque una ceja ¿Cómo sabía dónde estaba mi habitación? – Seguramente te preguntaras “¿Cómo sabe?” – Imito una voz chillona, lo cual me dio risa– Pues déjame decirte que te vi cuando te llevaban a las rastras a tu cuarto –respondió.

-Okey entonces vamos –conteste.

(…)

-Gracias por acompañarme Connor –agradecí ¿Qué rayos dije?

-De nada –rio y lo mire.

-¿De qué te ríes? – pregunte.

-Nada –volvió a reír.

-Vamos ahora dime –cruce los brazos fingiendo enojo.

-Solo que hace unos minutos me mandaste prácticamente al infierno y ahora me agradeces –respondió con sinceridad.

-¿Y que con eso?

-Nada solamente eso –

-Okey gracias por acompañarme –me adentre a mi habitación, dejándolo solo en aquel frio pasillo.

 

Aún tenía hambre, mi estómago crujió. No creo que sea malo robar aunque sea un trozo de pan ¿o sí? En fin es comida. Salí nuevamente de la habitación, tratando de no hacer el mínimo ruido posible. La gorda me había advertido que ningún “paciente”, digo entre comillas por somos unos malditos locos. En fin sugirió que no debía salir después de las siete, puede ser peligroso. Soy Denise White y no le tengo miedo a la muerte.