No voy a perderte (panavene)

la fiesta 2/2

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Venezuela y Perú son quienes miraban a la distancia...

—(How about getting out of here? I think... I'm bored.) ¿Qué te parece salir de aquí?, creo que... ya me aburrí. —Propuso USA, no tanto aburrido si no mas bien con el deseo de hablar más a solas con el latino, percibía como las miradas de los demás se posaban sobre ellos, después de todo es un pais importante y verlos tan cerca del latino hacia levantar sospechas.

—Nose, ¿ir a dónde?. —Preguntó dando un paso atrás del americano.

—(No idea, being outside only.) Ni idea, estar afuera solamente.

—Oke-...—Y sin poder terminar la frase rápidamente el mas alto toma su muñeca jalándolo a fuera del evento, atrayendo aun mas las miradas. Se fueron caminado hasta el exterior, en el camino hablaban de cualquier cosa y una que otra historia graciosa.

— ...Entonces Canadá fue quien calló en la broma en vez de mi padre, termino con una costilla rota, pero hey, las risas no faltaron hahaha. —Dijo entre risa a la par del de dos estrellas.

—Jaja ja no puedo creer que le hayas hecho eso. —Dio un pequeño golpe amistoso en su hombro. —¿Qué mas no me has contado?.

—Nose, te he contado muchas cosas... mas de lo que compartiría con alguien. —Afirmó pensativo, su rostro cambia, hubo un corto silencio antes de volver hablar. —Se que me he ganado el odio de medio mundo... Eres uno de los pocos que no me odia y...

Continuó Panamá por él. —y... nos hemos vuelto buenos amigos. 

—Si...

—¡hey!, no te pongas asi, al único amigo quien necesitas soy yo. —Respondió alegre.

—Si... Perdon por lo sucedido en el pasado...

—Ah, olvídate de eso. —Movió su mano en señal de no ser importante. —Vivimos en el presente.

Pronto el cielo se torno rojizo y para luego en unas horas mas caer el manto oscuro de la noche, ni siquiera se dieron cuenta cuando por fin las farolas de la calle iluminaron la zona. —Creo que debería irme, vine con mis hermanos asi que, en cualquier momento salen de pelea y me deja regado por acá. 

—¡No!... quiero decir. —Exclamó y al instante se corrige. —Puedo llevarte, si quieres. 

—No es necesario. —Responde algo confuso por la repentina acción del americano.

—Bueno, si no quieres venir conmigo está bien ...creo que deberíamos entonces regresar. —Añade mirando su reloj. El tenía razón había pasado alrededor de dos horas que salieron y ya había oscurecido. Se la pasaron bien durante ese tiempo que no se dieron cuenta de las horas.

—bien...—

Tomaron camino de regreso a la casa del mexicano y antes de ya encontrarse en la fiesta, el Estadounidense toma de la mano a Panamá y finalmente entraron a la festividad. Panamá veía demasiado extraño el tacto que tenían sus manos, mas no dijo, ni hizo nada. Al estar en el interior, las miradas se llegaron a ambos, no era para nada conveniente que USA fuese un pais tan importante, por supuesto los rumores y chismes no se dejaran esperar. —Vamos—