a ti tambien te gusta... ¿no?

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Era una de las tantas noches en las que solían salir, caminaba por las desoladas calles a la luz natural nocturna, mayormente para poder hablar "consigo mismo".

—¡regresemos, estas muy cansado!—resonó por última vez en su cabeza, Venezuela molesto flotando a su lado.

Sujeta su hombro y se estira haciendo crujir su espalda—No... este cuerpo no resiste nada—dijo en voz alta, continuado sus pasos.

—necesitas dormir, tienes días de no dormir—mencionó aburrido de decir lo mismo, le preocupaba el estado de su cuerpo.

Desde que "vene" tomó poder no duerme y no come correctamente, por que este no esta acostumbrado a las "necesidades basicas".

—Si me duermo, después no me dejaras salir—alegó cruzado de brazos, mirandolo con ese caracteristico seño fruncido.

—Ahg, has estado presente desde que salimos del hospital, ¿que más quieres?—hizo una pausa— tampoco veo la necesidad de hacer todo ese escandalo en el el hospital, ellos estaban preocupados por mi—

—como jodes la existencia con ese tema, ya lo dije. no me gusta ese tipo de... Contacto—molesto.

—¡fue muy egoísta, tu problema es que sólo piensas en ti mismo, yo quería estar ahí y no te importo!...—gritó Venezuela al de boina.

—si, si, lo que tu digas...—restó importancia— cambiando de tema... Puedes contarme mas sobre... ¿Pan?—una picara sonrisa aparecio, sólo queria molestarlo.

El de ojos negros existe desde no hace mucho tiempo en la cabeza de Venezuela, no sabe de muchas cosas del pasado, pero sí conoce lo suficiente.

—¿Panamá?, pues... es como mi hermano, amigo y...—no terminó la frase cuándo el otro empezó a reír a carcajadas.

—...¿y tu amor no correspondido?—se burló de su acompañante, haciendo con sus manos un corazón y una cara de desagrado.

—sii...—rodó lo ojos y ruborizado. —¿cual es el problema?—

—pues... Que eres un agüeonao y que jamás dejaste de tratarlo cómo un amigo después de hacerle saber que te gusta—

—¿Entonces es mi culpa?—

—si. Y es mejor que hagas algo o te lo quitarán... éso significa que te ayudaré—rió.

—...me negaría si negarse fuese una opción —

Luego de un rato de discusión, regresaron a la casa, caminando por donde vino y riendo por lo bajo haciendo molesta mas a Venezuela.

[Me estaré refiriendo a Vene cómo esta "version mala" de Venezuela]

Vene se adentro a la vivienda con el máximo de cuidado, caminó por la vacía sala y dirigiendose al pasillo, pero antes de este, se topó con la puerta de la habitación del menor de todos ellos.

—¿Y si?...—susurro, llevando su mano al picaporte de la puerta, dispuesto a abrirla, sosteniendo una sonrisa perversa.

—No, no, ¿que haces?—intentó intervenir, manipulando la mano al mismo tiempo, intentando evitar que lo hiciera.

—dejame hacerlo, no le haré nada—al final logró abrirla, por sólo un poco de ventaja.

Dió unos pasos y se adentro a la pieza del menor, este se encontraba profundamente dormido.

Vene encendió la lampara de noche para poder verlo mejor.

Sus manos estaban a ambos lados de su cabeza, en una sostenía su celular conectando a unos audifonos colocados en sus oidos reproduciendo una melodía, sus labios entre cerrados, y lo que mas llamó su atención fue su camisa, dejaba a la vista un poco aquélla abertura en su abdomen, aquella representación del canal que a su parecer era muy atractiva.

No voy a perderte (panavene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora