Juegos y Vodka

Un poco de humedad

La miro de arriba abajo, un rubor se formó en las mejillas del erizo, su nariz estaba en alerta, automáticamente su cuerpo empezó a acercarse a la hembra, su nariz se acercó a su cuello, empezó a olfatearla, cerros sus ojos, suspiro fuertemente, su olor se metió en sus fosas nasales, disfruto el olor, sintió los brazos de la eriza deslizándose por todo su cuerpo, hasta bajar a sus manos, él disfrutaba el tacto, como sus manos desnudas tocaban sus brazos brindándole una agradable sensación, se recostó en su pecho, deslizo su nariz por su cuellos, por un momento la comparo con la suavidad de una almohada de plumas, sintió una leve punzada en su nariz, un apretón fuerte se realizó en sus manos, abrió los ojos, en un movimiento rápido la eriza lo tenía a acorralado en la pared, lo miraba a los ojos con el ceño fruncido.

-Que se supone que estás haciendo- podía ver como sus púas estaban alteradas, ¿estaba molesta?

-Solo quería saber que es, ese olor- ahora el macho está confundido y algo nervioso.

-Escúchame bien-lo empujó más a la pared, mientras, tomo sus manos con fuerza para cruzarlas y colocarlas en el pecho del macho, -Que no se te ocurra acercarte a mi espacio personal-por un momento el erizo se distrajo de su advertencia, -escúchame-grito la eriza,- no quiero que te me acerques- ahora el erizo se molestó, -¿qué es lo que te ocurre?- la vio directamente a los ojos, un rubor apareció en las mejillas de la eriza, se separó dejando a Shadow aún más confundido y molesto, Amy bajo sus orejas y dijo a lo bajo,- no es un buen momento, vete por favor- aun con la mirada baja el erizo pudo observarla mejor, como si tuviera vergüenza, "al parecer se tranquilizó", pensó al erizo mientras cruzaba sus brazos, empezó a caminar lentamente hacia ella, con una mirada seria, -ocurre al-
-Estoy entrando en celo-la eriza con una mirada de seria,- por favor solo déjame sola- el macho bajo la mirada, se quedó un rato sin mover ningún musculo, la miro, Amy plasmo en su rostro melancolía pura, sin decir nada, se dirigió a la entrada principal para salir de su casa, ella se recargo en la barra de la cocina mientras trataba de controlar su respiración,-vamos Amy, tu puedes superarlo son unos días- .
Seguía ha costado en su cama en ropa interior, tenía calor y malestar en el vientre no quería hacer nada, se volvió a ver su reloj que estaba junto a la mesita de noche.
Era muy temprano para estar en cama pero se sentía en incómoda, sus orejas se elevaron, era un mensaje en su comunicador.

Rose
Sé que no quieres mi presencia, pero estoy seguro que no has comido nada, te he dejado una bandeja con una ensalada, algo de sopa y un poco de carne, te falta proteína niña.
También te he traído un poco de té para que te relajes.

Amy no lo podía creer, salió de sus cama se colocó su bata, abrió la puerta, hay en la entrada de la habitación, estaba una bandeja, con un plato con sopa caliente, en un poco de carne a la plancha aun lado una porción de ensalada fresca y en una tasa blanca con té. Coloco la bandeja en el escritorio de su habitación, se dispuso a comer, pensando en el hermoso detalle que le había hecho Shadow, nunca un macho le había mostrado aprecio, bueno Sonic siempre estaba ocupado, incluso cuando es su cumpleaños era al último en llegar a la fiesta, a veces le pone más atención a la comida que a convivir, ni si quiera se atrevía a felicitarla solo le brindaba un saludo en el hombro, por un momento masajeo sus manos, con el inicio del celo estaban más sensibles, sabía que era el comienzo de todo, sus cambios de humor, su olfato era más sensible, sobre todo con su propia especie, no lo negaba el tener a Shadow cerca la altero, desde su olfato hasta sus púas, el recordar su tacto le ponía la piel de gallina, sintió una incomodidad en sus pezones, los masajeo con cuidado, era como si la presencia del mismo Shadow intensificara el celo, Vainilla le comento que tuviera cuidado con los machos en esta temporada y más con los de su propia especia, con ellos era más sencilla las cosas, para no tener problemas Amy decidió no salir de casa, además Vainilla y Cream se ofrecieron a cuidar el negocio y entregar los pedidos que faltaran, Amy tenía que tener cuidado en esta etapa ya que en esta fase estará ovulando, sino quería un embarazo tendrá que tener cero contacto con machos, las chicas le contaron al equipo que Amy había salido a unos eventos para que no la molestaran.

Así pasaron dos días mas que Amy estaba en cerrada en su habitación, realizaba tareas del hogar, pintura, bordado, a veces pasaba horas sentada en la sala leyendo, mientras el erizo oscuro se posaba en una rama, podía ver claramente lo que hacía, durante este tiempo se dio cuenta de que Amy había cambiado de hábitos, tenía que admitirlo, no solo se desarrolló físicamente si no también emocionalmente, algo lo cautivaba pero no sabía que era, por un momento pensó que era por el celo, pero ya tenía esta sensación antes.

El quinto día durante una noche calurosa, escucho sonidos provenientes de la habitación de Amy, se atrevió a tele transportarse dentro de las casa, se escuchaban quejidos, ignoro todo lo que le había dicho la rosada, volvió a utilizar su esmeralda para entrar a su cuarto, dentro de la habitación tenia encendida una pequeña lámpara que estaba en una de las mesitas que tenía junto a su cama y en la cama estaba ella tapada de pies a cabeza con una sábana, preocupado el erizo se acerca y toma la sabana para retirarla, si tiene que llevarla a hospital tenía que darse prisa, su sorpresa fue otra cuando la vio desnuda en su cama retorciéndose, en cuanto la hembra se percató del macho, sus ojos brillaron, una sonrisa se formó en su rostro, se arrodillo en la cama mientras Shadow la observaba, sus nervios fueron más grandes cuando la eriza se acercó para colocar sus manos en sus hombros, el olor penetro sus fosas nasales inmediatamente, era como si verlo a hay desatara todo, Amy beso su mejilla izquierda, brindaba cariños, el macho no sabía qué hacer, tomo sus hombros para separarla de él, la miro a los ojos, apenas iba a realizar su discurso cuando Rose lo tomo de los hombros, dedico una sonrisa que dejo sin conciencia al macho y lo acorralo de nuevo en la pared.

Ahora los papeles habían cambiado ahora era ella quien lo olfateaba y brindaba besos a su mejilla derecha, olía su fragancia, olfato su cuello, con suma delicadeza, empezó a mover sus caderas, ya era el colmo, trato de quitarla, sin embargo, el pene de Shadow ya había sobresalido de su escondite, Amy lo tomo y empezó a estimularlo de arriba abajo, podía sentir ese tacto tan suave, como sus dedos pasaban por la punta, jadeo y cerró los ojos, una parte de él lo estaba disfrutando, Amy tomo el pene del macho para colocarlo entre sus piernas, frotaba sus miembro, el tallo se deslizaba por la vagina húmeda de la eriza, podía sentir lo húmeda que estaba, ya perdido en la situación Shadow la beso frenéticamente, la abrazo depositándola en su cama, se acostó a un lado de ella, deslizaba sus dedos entre los pliegues de sus vagina mientras se miraban a los ojos, la eriza se sobresaltó en cuanto Shadow metió un dedo, empezó con unas embestidas cortas y fuertes, mientras todavía miraba a Amy, su dedo paso hacer dos, mientras que sus movimientos fueron cambiados por unos más frenéticos, la beso mientras seguía estimulándola, ella se separó jadeando , cerrando sus ojos, el otro se dedicó a admirarla, como suspiraba, jadeaba, su pezón rozo con sus pelaje, se dejó guiar por sus instintos y lo tomo con su boca, acelero sus embestidas mientras chupaba su pezón derecho, podía sentirla más caliente, lo húmeda que estaba sus dedos empapados, chupo más fuerte, lo mordió delicadamente mientras que ella, recargo su cabeza en la de él, acelero más su embestida mientras aplicaba a la mordía un poco más de fuerza, Amy levanto sus piernas al aire, jadeo fuerte, Shadow podía sentirlo entre sus dedos, Amy respiraba fuerte, trataba de controlar su respiración y a ella misma, se dejó guiar por el cansancio, el erizo la coloco en su cama lo mejor que pudo, tapo su cuerpo con una sábana.

Y de nuevo estaba hay en medio de la madrugada, suspirando y jadeando, toco su miembro, ahora le tocaba de nuevo brindarse placer de la manera manual.