Juegos y Vodka

Ansiedad

Abrió los ojos solo para darse cuenta que estaba al borde de sus casa, sitio un cosquilleo recorrer su estómago y su garganta, trago saliva, lentamente empezó a bajar la mirada, en cierta forma le aterraban las alturas, sintió como una brisa grande recorrió la casa pudo sentir que tan fuerte era la brisa, sus piernas empezaron a temblar, el borde de su casa tenía una fachada con unas partes inclinadas, sus púas empezaron a elevarse la corriente de aire se hizo más intensa, golpeo su cuerpo, tan fuerte era que no podía sostenerse y la elevo como una pluma, la pobre sentía que no podía respirar, sentía como su pecho se quemaba, trato de abrir la boca pero empezó a sentir fuertes punzadas en sus pulmones, trataba de equilibrarse en el aire, pero sentía que pronto su débil cuerpo chocaría contra el piso haciéndolo pedazos, empezó a soltar lagrimas no podía abrir la boca, ni sus manos pudieron, sintió como la brisa la a soto en el piso.

Se sobresaltó en su cama, se tocó a sí misma, estaba completa, corrió como pudo al baño, pudo verse en el espejo, estaba normal, todo estaba bien.

Paso el resto de celo en su casa, desde ese día que charlo con el macho ya no supo nada de él, lo peor de toda esta situación era que su mente no la dejaba tranquila, tenía sueños extraños, siempre le faltaba el aire y terminaba muerta, además agregamos la ansiedad que le provocaba no saber de Shadow, se quería volver loca, casi no dormía y cuando cerraba sus ojos aquellos sueños la invadían, un pensamiento sugirió y le aconsejo que ya que regrese a sus actividades normales ya todo estaría bien pero no fue así, resulto peor, no podía estar tranquila en un solo lugar, el celular se había convertido parte esencial de ella, no se despegaba de el, ella había personalizado las notificaciones del erizo para que estas sonaran de manera diferente, sin embargo nunca escucho aquella melodía especial que eligió para él, lo peor es que si escuchaba cualquier notificación inmediatamente la revisaba para darse cuenta de que no era del macho, que más podía hacer, anteriormente le había mandado un mensaje pero este nunca contesto, tampoco quería molestarlo, que tal si lo molestaba como alguna vez lo hizo con Sonic, no podía estar en la florería ni cuidar bien de las flores, que le pasaba, no lo entendía, todo esto le pasaba por no ver a Shadow.

Cuando su quería amiga murciélago regreso de su misión, le pregunto cada detalle pero nada lo involucraba, sus mejor amiga trato de averiguar porque las preguntas y sus gestos de incomodidad, Amy la ignoro y subió a sus habitación, ahora ya le preocupaba este comportamiento a la agente.

Como pudo trato de cerrar sus ojo y dormir pero todo fue en vano solo daba vueltas en sus cama, tomo su almohada, se restregó en ella, quería que sus cerebro entendiera que él ya nunca iba a regresar, escucho algo y se puso en alerta, pudo ver una silueta, escuchó la voz que tanto le hacía falta, no le puso atención a lo que decía, solo se abalanzo hasta él, lo abrazo pudo sentir los brazos del oscuro, la estaba abrazando, se sentía tan bien, su sonrisa de la pequeña rosa no podía igualarse.

Shadow le extraño ese comportamiento, no podía ocultarlo se sentía cómodo era algo nuevo para él, nunca nadie lo había recibido así, cuando trato de hablar sus palabras fueron interrumpidas por los labios de la rosada, lo estaba besando de una manera lenta y cariñosa, casi podía sentir cual dulce es su boca, no podía negarlo ese beso lo derretía.

Para Shadow todo este tiempo fue para reflexionar mejor sus situación, quería comprobar si no era simple atracción por el celo de Amy pero al parecer su teoría se desechó, la extraño, no verla era algo difícil también, básicamente todo el día se la pasaba entrenando, era lo único en lo que sus mente podía trabajar sin que un recuerdo de Amy llegara e interrumpiera sus pensamientos, pensó en ella, quería darle su espacio, pero un momento flaqueo cuando se le antojo un té, en ese momento la recodo y el deseo por ir a verla se hizo más fuerte, paso por su casa, vio la luz de su lámpara encendía solo iba ver por la ventana pero la vio hay removiéndose en sus cama, se preocupó, pero su preocupación se desvaneció cuando lo abrazo, se estaba dejando guiar por el beso de Amy que a cada paso se estaba volviendo intenso, podía escuchar como esta jadeaba cada vez que él pasaba su mano por su cintura, como llego a explorar más su boca, cuando jugo con su legua, de un momento a otro él ya estaba sentado en la cama de la eriza y ella en sus piernas, aquello pasaba muy rápido para él, por él no había problema pero tampoco quería que Amy se arrepintiera.