capítulo 5

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La señora Hudson llamó a la madre de Josh en la mañana. Las clases de piano iban a adelantarse una hora, pues uno de sus hijos tenía cita con el dentista.

Josh estuvo estresado durante toda la mañana. Su rutina estaba siendo modificada y realmente odiaba eso. Chasqueó los dedos durante todo el día, no durmió luego de desayunar y no pudo disfrutar de su almuerzo. Cambió su ropa tres veces, algo no muy típico en Josh, hasta que se decidió por unos shorts negros y una camiseta con el logo de The Script. También eligió unos tenis blancos. Colocarlos era fácil para Josh, pero atarlos... Podía hacerlo, en verdad podía, pero sus manos no eran muy útiles para atar agujetas y solía tardar al menos cinco minutos con cada zapato. Su psicólogo decía que era a causa del Asperger, pero Josh debía de admitir que podría atarse los zapatos mucho mejor si su madre no lo hiciera por el todo el tiempo.

Cansado de depender de aquella mujer, Josh comenzó a atar sus zapatos. El proceso fue lento, pero finalmente logró hacerlo. El chico sonrió cuando notó haberlo logrado. Entonces, dándose cuenta de que aun faltaban varios minutos para que Payton llegara a buscarlo, Josh caminó hasta la ventana, apoyó su mano derecha sobre ella y miró hacia la habitación del chico de la ventana.

Aun estaba allí el papel que había visto en la mañana, ese en el que le deseaba unos buenos días. Josh sonrío de nuevo al verlo, y por primera vez desde que habían adelantado sus horas de piano dejó de chasquear los dedos.

Desgraciadamente el chico de la ventana aun no estaba en su habitación.

"Por supuesto que no lo está, idiota. Ella aun debe estar en la escuela"

Llamarse idiota era típico para Josh Richards.

Fue entonces cuando recordó que no podría hablar con el chico de la ventana hasta la noche, por lo cual decidió tomar de nuevo la cinta, una hoja y un rotulador.

"Hablamos en la noche, chico de la ventana"

Escribió, y con torpeza colocó el papel sobre el vidrio.

Pero Josh no se sentía aun conforme, así que tomó otra hoja y escribió algo más.

"Estaré pensando en ti"

Sonrío al imaginar al chico reír al leer lo que había escrito. Sin razón, el chico de la ventana ya era importante en la rutina de Josh...

"Por favor, idiota. Solo has hablado con el un día. No pudo haberse vuelto importante tan rápido"

Fue entonces cuando su madre entró a su habitación sin golpear, como siempre, interrumpiendo así sus pensamientos. Josh se alejó lo más posible de la ventana, sabiendo que si su madre descubría sus conversaciones secretas no le permitiría volver a hablar con aquel chico. Digamos que su madre era muy controladora con respecto a sus amistades, y los chicos que se conocen a través de ventanas y hojas de papel no estaban en el mejor puesto de la lista "Amigos que quiero para mi hija"

Clara: ¿Estás listo, Josh?

Josh: Sí.

Clara: ¿Y tus agujetas?

Josh: Yo... bueno... yo las até.

Clara solo negó con la cabeza y miró los zapatos de Josh. Frunció el entrecejo al verlas, se inclinó y comenzó a desatarlas.

Josh: ¡¿Qué haces?! -Pregunto alterado. Había estado más de diez minutos intentando atarlas y ella... ella había destrido todo su esfuerzo en menos de uno.

Clara: Voy a atarlas bien, Josh. No quiero que te caigas.

Y así era Clara Richards. Sobreprotectora, controladora y perfeccionista.

𝐄𝐋 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐀 - 𝗝𝗮𝗻𝘁𝗵𝗼𝗻𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora