capítulo 10

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Anthony no pudo resistirse. Al levantarse esa mañana solo había querido abrazar al chico de ojos azules. Olvido el dolor que estaba sintiendo a causa de los golpes recibidos el día anterior y el hecho de que conocía al chico desde hacía tan solo dos días. Bajo corriendo sabiendo que ya no había nadie en casa, desayuno y con rapidez saco la vieja escalera de mano que Alejandro guardaba en el cobertizo. Procurando que nadie lo viera, coloco la escalera bajo la ventana de Josh Richards y subió.

La ventana estaba abierta, así que le fue sencillo entrar. El chico no estaba allí.

De repente escuchó la voz de un chico gritar algo sobre Josh junto a unas tostadas.

Debía de ser su hermano. Josh había mencionado tener dos hermanos.

"Josh" Pensó, y un suspiro escapó por sus labios. El solo hecho de pensar en el lo hacía sentir cosquillas en su estomago y unas inmensas ganas de reír.

Mientras esperaba a Josh se tomó un tiempo para examinar el ambiente. Paredes blancas y vacías solo cubiertas por un calendario y un par de fotos de paisajes. Un escritorio bien organizado, una cama excelentemente tendida con sabanas negras, un piso completamente limpio y una mesa de noche con un montón de frascos de medicinas allí. Comparada con su habitación de paredes celestes y repletas de fotografías, su cama desordenada y su escritorio con libros hasta el techo, el lugar era bastante aburrido. Pero Anthony no se había imaginado la habitación de Josh de otra forma.

Lentamente Anthony se acercó al calendario. "Lunes: Diálisis

Martes: Clases de piano.

Miércoles: Cardiólogo.

Jueves: Diálisis.

Viernes: Psicólogo.

Sábado: Diálisis.

Domingo: Clases de piano (Opcionales)"

Anthony: Tienes una vida difícil, Josh Richards -Suspiro. El solo hecho de leer el montón de actividades en el calendario de Josh lo había agotado.

Cuándo finalmente pudo apartar su vista del calendario Anthony decidió espiar el armario de Josh. La ropa, tal y como la habitación, estaba perfectamente organizada. Solo había ropa negra, gris, blanca, azul o marrón. Ni azul. Ni rojo. Ni naranja. Solo esos simples colores. Tenía solo tres pares de zapatos dentro. Dos pares eran tenis blancos, y los últimos eran zapatos negros. Parecían casi nuevos. El chico tenía también montones de sombreros, gorros y beanies, todos de los colores antes mencionados. Excepto uno.

Era un beanie rojo oculto entre los otros. Lo tomó entre sus manos y lo sacó del armario procurando no desordenar los demás.

Anthony sonrió y lo colocó sobre su mano examinándolo fijamente, y fue entonces cuando lo vio.

En la parte delantera del beanie se encontraba una bandera con los diferentes colores del arcoíris. Anthony solo pudo sonreir al verlo.

Anthony: ¿Tú también?

Jamás se había sentido mejor. Sus ojos estaban iluminados y una gran sonrisa ocupaba su rostro. Lo cierto era que Anthony ya había intuido que Josh podía ser gay por lo que le había dicho el día anterior sobre su bulto, pero ese beanie, rojo y distinto a los demás, lo confirmaba.

Se preguntó por que Josh no se lo había dicho antes. La respuesta llego claramente en su cabeza: tenía miedo.

No podía culparlo. El también había sentido miedo al descubrirlo.

Antes de que pudiera terminar de procesar aquello escuchó unos pasos en la escalera. Asustado y pensando que podría tratarse de la madre de Josh, Anthony cerró el armario rápidamente y se escondió bajo la cama aun con el beanie rojo en la mano. Se sorprendió al encontrar un viejo skate allí abajo. Sonrió. ¿Cuantos secretos escondería el chico de la ventana?

𝐄𝐋 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐀 - 𝗝𝗮𝗻𝘁𝗵𝗼𝗻𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora