AMORE OSSESSIVO "ISABELLA"

TREINTAIUNO

–Jamás los volverás a ver Isabella y deberías ir haciéndote a la idea...

No, jamás me haría a la idea de que él formaría parte de mi vida, no permitiría que de esta forma todo se arruinara, jamás lo haría y jamás me olvidaría, ni mucho menos me alejaría de mis padres, y eso no era su maldita decisión

Y aún así se atrevía decir que todo era por mí, pero no era mas que por su gran egoísmo, me tiene aquí sufriendo como si yo le hubiese hecho algo, el solo ve por si mismo, no piensa en nadie más que en él

–Quiero ver a mis padres...

Solo lo dije, tenía que inténtarlo, no quería pasar una día más sin saber de ellos, era una completa tortura

–¿Que? No escuchaste lo que te dije... Al parecer no entendiste-Ma trataba como si fuera estúpida

–Necesito saber cómo están, aunque sea por última vez

–No, eso solo empeorará todo, y no quiero más problemas, suficiente tengo con lo que ya me haz ocasionado

Después de eso se recostó, al parecer dormiría aquí, no podía siquiera tener tranquilidad en esta situación, odiaba que después de que abusara de mi, se durmiera en la misma habitación que yo, como si lo que a pasado no importará en absoluto

Volvió a dejar su teléfono sobre el buró, pero está vez no sería capaz de tomarlo, temía lo que me haría si se daba cuenta, y era probable que esto solo fuera una estúpida prueba de él

(...)

Había pasado más de una hora y aún no podía concebir el sueño, la mayoría de ese tiempo, me la pasé recriminandome, llorando en silencio, ya no soportaba está situación, odiaba ser tan débil

Y para empeorar todo, Antuan aún no se iba de la habitación, tenía ganas de tomar una almohada y acabar con todo esto de una vez, pero era más fuerte que yo y seguro que lograría detenerme

No pude concebir más el sueño, así que me levanté, tomaría una ducha para quitarme cualquier asqueroso rastro de él, que hubiera en mí

Trate de no hacer ruido, no quería que se despertase, entré al baño, odiaba ese gran espejo, como si después de todo quisiera verme, ver las malditas cicatrices que me a hecho

Y pensar que eso no es lo único, porque hay cicatrices que están por dentro y que jamás sanarán, yo no quería esto, odiaba haber ido a ese maldito bar, odiaba no haber hablado desde el principio, pero me odiaba más a mi misma

Porque en el fondo sabía que era una cobarde, que pensó que todo se solucionaría, pero para que eso sucediera tenía que intervenir, y no lo hice... E aquí las consecuencias de mis actos

Sentía el agua caer en mi rostro, el sonido de las gotas chocar contra mí piel, quería quitar cada rastro de él, quería pensar que todo se iba por el sumidero, pero eso solo era un tonto hecho que no tenía verdad alguna

Porque lo que el hace conmigo, jamás podrá sanar

(...)

Tocaron la puerta del baño, sabía de quién se trataba, al principio tocó despacio, trate de salir de la regadera, secarme lo más rápido posible, pero Antuan no era para nada paciente

Esta vez aumento el sonido del golpe de la puerta, al igual que su voz la intensificó

–¡Abre la puerta!

Trate de secarme lo más rápido, pero me puse demasiado nerviosa

–¡QUE ABRAS LA MALDITA PUERTA!

–Voy un momen-nto...

–¡AHORA ISABELLA!

Abrir la puerta, con una toalla que era lo único que me cubría no era la mejor opción, pero en este momento era lo único que podía hacer para evitar que se enojara aún más

Al abrirla, el la empujo, golpeandome fuertemente en el hombro, pareció no importarle en absoluto, y entró revisando todo, como si escondiera algo, me miraba como si le ocultara algo

–¿Que haces?

–Nada, solo me estaba duchan-ndo...

–¿A las cuatro de la madrugada?

–Si, no podía dormir

Se acerco a la puerta y la cerró por completo, trate de caminar a la salida, pero me detuvo

–¿A dónde vas?

–Y-ya acabé

Tenía tanto miedo de que volviera a intentar hacerme algo. Me tomo con fuerza del brazo y me acercó más a él, me quitó a la fuerza la toalla, quedando completamente desnuda, todo paso tan rápido, que grité, y al momento me arrepentí

–¿QUE HACES?

Odiaba haber hablado así, sabía que lo había empeorado todo, su expresión cambio por completo, me sujeto con fuerza del cabello

–No tengo que darte explicaciones de lo que hago, no eres nadie más que lo que quiero que seas... Y si ahora quiero esto, lo harás, sin quejarte

–Y-yo

–No Isabella, no confundas las cosas, no creas que lo que siento por ti, será alguna especie de impedimento, porque no funcionará conmigo, ¿Escuchaste?

Me empujó lo suficiente como para quedar de rodillas frente a él

–Quedate aquí, y no te muevas porque será peor

Entro a la ducha. Pasaron alrededor de diez minutos, quería salir corriendo, pero sus palabras tenían algo de verdad, si lo hacía me lastimaría y todo sería peor, cuando salio, tenía una toalla en la cintura, se puso frente a mí, trate de levantarme, pero me detuvo...

–No Isabella, questo non finisce finché non dico ¿Ricordi?

∆

Traducción

-No Isabella, questo non finisce finché non dico... ¿Ricordi?
-No Isabella, ésto no termina hasta que yo diga... ¿Recuerdas?