Capítulo X
Cuando Nat finalmente se quedó dormida, la miró rendida entre sus brazos y suspiró pesadamente. La acomodó suavemente contra la almohada y le dejó un beso en la sien antes de salir al pasillo. Verla de aquel modo le estaba pasando la cuenta. Sentía el cuerpo y el corazón pesados, su organismo le reclamaba una noche de sueño. Se pasó las manos por la cara con cansancio y al alzar la mirada se encontró con Tony, apoyado en la pared, con los brazos cruzados sobre el pecho. Sus miradas se cruzaron y Steve bajó la suya, dejándose caer también contra la pared, frente al moreno. Stark se le acercó con paso cansado y lo miró fijamente.
– ¿Helen habló contigo? – preguntó finalmente, captando la atención del rubio.
– No, no he tenido tiempo de hablar con ella aún– respondió, dirigiendo su mirada al techo.
Se sentía perdido. Natasha lo necesitaba más que nunca, entero, fuerte junto a ella. Pero, ver el dolor que mostraban sus ojos otrora brillantes le quitaba las fuerzas. Se le perdía la esperanza de verla recuperada, es decir, ¿cómo iba a ayudarla a salir de ese estado? No sabía por dónde empezar, ni qué hacer, qué decir. Aquello definitivamente estaba más allá de sus habilidades... ¿Y si se equivocaba y decía algo indebido, algo que la hiciera sentir peor?
– Yo vengo de hablar con ella, Steve. Me explicó lo que le hicieron, lo que Azimov le hizo...Y Maria ya terminó el informe elaborado con lo que pudieron sacarles a los infames que estaban con él– dijo de repente Tony, haciendo que el capitán lo mirara fijamente, interesado.
– ¿Qué fue lo que dijo? ¿Qué le hicieron? – preguntó, con el corazón en la garganta. Tony tomó aire y lo miró con seriedad.
– Azimov pretendía que Natasha le diera un hijo o hijos, muchos hijos... ella lleva en la sangre un derivado del suero que te aplicaron a ti, lo que la hace más fuerte, más ágil, más resistente. Azimov quería eso. Si ella le daba niños, él podría criarlos y entrenarlos como lo hicieron con Nat. Quería asesinos perfectos.
– Pero, Nat no puede tener hijos. Ella me comentó lo que le hicieron en la Sala Roja. La esterilizaron, Tony– Stark asintió, conocía su situación. Bruce se la había contado.
– Sí, es verdad. Pero, uno de los hombres que capturamos es médico. Él la operó, por así decirlo. Volvió a unir sus trompas de Falopio, revirtiendo la esterilización...Helen encontró altos índices de hormonas para la fertilidad en su sistema. Querían que se embarazara a todo costo – la cara de desconcierto de Steve lo sorprendió.
Los fuertes hombros de Steve cayeron de golpe y desvió la mirada de la cara del moreno para mirar el suelo, deseando que éste se abriera y lo tragara, agobiado por la culpa. Si él no hubiera fallado en protegerla, si hubiera hecho algo más, si hubiera planeado las cosas, Nat no habría pasado jamás por un trauma como aquel. Tony lo miró preocupado. Nunca pensó verlo así de afectado. Por un momento pensó en detenerse, pero él merecía saberlo. Necesitaban estar preparados para lidiar con todo aquello. Todos. Eran una familia, y como familia lo enfrentarían. "Juntos", había dicho una vez Steve. Juntos lo harían ahora.
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Rebirthing
RomanceMi primera historia Romanogers. La tragedia puede ser el comienzo de una nueva vida... no se puede vivir sin morir un poco, ¿verdad?