¿cómo aprender a besar? 丼 kookmin.

capítulo 03

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❝ problemas de besos ❞

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Ambos estábamos sentados con las piernas cruzadas sobre mi cama, nos habíamos estado mirando desde hace ya varios minutos, habíamos creado un silencio incómodo.

Jungkook aclaró su garganta, y pasó su mano por el cabello, siempre hacía eso cada que se encontraba en una situación como ésta, cuando estaba incómodo o totalmente nervioso.

—Entonces... —murmuró tratando de mantener la mirada en mis ojos, ya que ni eso podía hacer. Alzé mis cejas, esperando a escuchar lo que estaba por decir—. ¿Se supone que sólo debo besarte o... debo hacer algún tipo de ritual? —pregunta nervioso y yo fruncí el entrecejo.

—¿Ritual? ¿Que clase de beso pretendes darme? ¿Un beso satánico? —pregunto tratando de aguantar una carcajada. Simplemente lo amaba, amaba su forma de ponerse nervioso, decía todo lo que pasaba por su mente.

—No... bueno... no... yo me refería a... si debo... ¡Olvídalo sí! —exclama finalmente y suspira agotado. Sonreí al verlo rodar los ojos.

—Sólo bésame y dime como carajos mover los labios, Kukencio —digo obvio. Jungkook me lanzó una mirada exasperante, porque claramente me quería estrangular.

—Primero, si quieres aprender a besar, primero debes saber que los besos no se aprenden, los besos fluyen dependiendo del momento, circunstancia o motivo, en pocas palabras, el beso lo da no sólo tus labios, sino también tus sentimientos —dijo con el dedo índice alzado en el aire—, y segundo... ¡Me vuelves a llamar Kukencio y te juro que me voy de la casa y me robo todas tus fresas! —grita molesto y suelto una carcajada.

—¿Y que piensas hacer con ellas? ¿venderlas en el mercado negro? —pregunto y Jungkook entrecierra los ojos, poco a poco iba agotando su paciencia, aunque sabía que por dentro estaba muriendo de risa.

—Sólo... terminemos con esto, Jimin —dice finalmente y sonrió ampliamente.

Se incorporó en la cama sosteniendose sobre sus rodillas en la suave tela de la cama, y se acercó a mí lentamente y totalmente indeciso. Su cálido aliento chocó contra mis labios entreabiertos. Él miraba mis labios como si fuera lo único que existiera en el mundo, pero yo lo miraba a él, miraba sus rasgos y expresiones. Unos segundos después, sentí a mi corazón latir a una velocidad realmente rápida, comenzaba a ponerme ansioso.

Nuestras narices rozaron, haciendo que el contacto que tuvieron me diera escalofríos. Ambos suspiramos pesadamente. Ambos queríamos que pasara, por alguna razón lo deseábamos, deseábamos sentir nuestros labios danzar al ritmo de nuestros latidos, como si eso fuera lo único que importara, sólo eso. Pero sin embargo, nadie se atrevía a cometer esa aventura.

Jungkook mordió su labio inferior, en verdad quería besarme tanto como yo a él. Me había perdido en sus labios rosados, que no había notado que mis manos ya estaban jugueteando con el cabello sedoso de éste. Él tragó saliva y cuando por fin hizo un movimiento, cerré mis ojos. Aguardé a que sus labios sintieran los míos, pero no fue así, no, sus labios habían ido a otra parte, ellos besaban mi frente.

Cuando me decidí a abrir los ojos y quizás preguntarle el porqué de su inesperado beso en mi frente, él ya estaba frente a mí, sentado con las piernas cruzadas como hace unos minutos atrás. Me miraba atento, analizando cada uno de mis movimientos.

Abrí mi boca, listo para empezar a hablar pero él me había ganado.

—Lo sé —dice tranquilamente—. Sé que no te he besado donde tanto esperabas, y que quizás estés confundido o incluso enfadado. Pero por ahora... esta fue tu primera clase. Un pequeño beso en la frente... —susurra. Mi rostro era inexpresivo, puesto a que no sabía como actuar.

—No entiendo —respondo finalmente y Jungkook se acuesta en mi cama, apoyando su cabeza en la almohada y mirando al techo blanco—. ¿De que me servirá un simple beso en la frente? —pregunto comenzando a enojarme.

Jungkook llevó sus manos a su cabeza, recargandola en sus brazos y suspiró aliviado.

—Existen muchos tipos de besos, Jimin, y por ahora, debemos empezar con este —dice. Verlo tan tranquilo, después de que no había hecho lo que prometió, hacia que la sangre me hirviera.

—¡Carajo Jungkook, no necesito aprender otros besos de mierda, sólo quería que me dieras un jodido beso en los labios! —grito repentinamente y Jungkook sonríe.

—Tranquilo, todo a su tiempo.

—¡Tiempo es lo que me falta, idiota! —grito y éste alza el dedo índice al aire.

—Soy idiota, pero no necesito que me lo recuerdes —dice para regresar su brazo a su lugar. Gruñí totalmente furioso y me lancé molesto a la almohada que sobraba.

—En verdad te odio... te detesto y juro que te sacaría a patadas de mi casa si mis padres no supieran que te quedas a dormir —murmuré.

—Vamos Jimin, puede que en la próxima clase tengas suerte, y te dé tu tan esperado beso —responde.

—Jodete, imbécil —digo molesto.

—Te quiero, tontito —dice riendo.