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❝ besos y ataúdes ❞
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La respiración pesada de Jungkook chocaba fuertemente contra mis labios, nariz y barbilla. Ambos estábamos lo suficientemente cerca como para sentir, saborear, oler y ver hasta los más mínimos movimientos de nuestros cuerpos.
Ni siquiera sabía como es que había terminado atrapada dentro de un ataúd junto a Jungkook.
Después de haber estado buscando un buen lugar para comenzar a dar unos cuantos besos. Jungkook y yo, nos metimos en grandes aprietos, o bueno, Jungkook nos metió en grandes aprietos.
Un mago que hacía trucos de magia por entre los puestos de accesorios del parque de diversiones, estaba solicitando un par de ayudantes del público para poder realizar su acto.
Y fue ahí, cuando Jungkook intervino y nos metió en una situación bastante incómoda a decir verdad.
Sí, así habíamos terminado en un reducido y caluroso ataúd con un extraño olor saliendo de él.
—Te odio, Jungkook... Tienes suerte de que no pueda mover mis manos, o te juro que no tendrías dientes ahora mismo —amenacé al chico de linda sonrisa.
—Bueno, supongo que es mi día de suerte —dijo divertido y yo lo miré mal.
—Eres tan odioso que no sé porque eres mi mejor amigo —hablé serio.
—Quizás porque soy el único chico con el mismo severo retraso mental que tú.
—Los idiotas se atraen —finalice riendo.
Un momento de silencio puro e incómodo reino unos instantes. Haciendo de la experiencia algo más desagradable.
—¿Crees que ya estén por acabar el truco? —preguntó Jungkook luego de unos segundos.
—Creo ni siquiera han empezado —dije sonriendo.
El ambiente se tornaba más calurosos conforme pasaba el tiempo. Pronto ambos estábamos empapados de sudor y nuestras respiraciones agitadas no ayudaban en nada.
Mas sin embargo, cuando creí que no podría haber algo más incómodo y desagradable que eso, pasó lo peor.
Algo, dentro de los pantalones de Jungkook, comenzaba a crecer y no parecía querer detenerse. Sí, claramente sabía lo que estaba pasando.
—Jungkook... —susurré sin siquiera poder hablar.
—¿Sí? —preguntó con una sonrisa, no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando.
—Tu... tu pantalón... —pronuncié a duras penas, esperando a que pudiese entender lo que trataba de decir.
—Sí, lo sé, es nuevo, lo compré hace unos días y quise ponermelo hoy... ¿No crees que me queda bien? —dijo éste enseguida, tratando de mirar hacia abajo, aunque claramente no podía.
—No... —hablé—. Yo hablo de tu... tu zona... —dije apenado.
Jungkook alzó una ceja al aire al escucharme tratando de procesar mis palabras.
—¿Acaso intentas decir que mi trasero se ve como el trasero de Hoseok? —preguntó Jungkook con una mala cara.
Sí, había olvidado lo despistado y algo torpe que es mi querido mejor amigo, Jungkook. Por supuesto que no entendería nada de lo que yo tratase a insinuar, menos sobre su gran erección, así que debía decírselo, sin rodeos.
—¡Mierda, Jungkook! ¡Tienes una maldita erección apuntando hacia mí! —exclamé molesto.
El rostro de Jungkook perdió color y sus labios formaron una perfecta "o". Había logrado anunciarle sobre su repentina erección, mas sin embargo, ahora el ambiente se había vuelto completamente incómodo.
Su erección crecía más y más. Incluso comenzaba a rozar contra mi intimidad.
—Jungkook por favor... deja de moverte tanto... —susurré con los ojos cerrados al sentirlo tan cerca de mí.
—No sabes cuando lo lamento... sólo que no puedo controlarlo... —murmuró apenado.
—Está bien, sólo no te muevas —insistí y éste asintió enseguida.
Ambos tratábamos de mantenernos a una distancia considerable, sobre todo yo.
—Quizás si te volteas... —susurró Jungkook con miedo.
Lo miré dudoso y después de eso, intenté con todas mis fuerzas darme la vuelta y así, darle la espalda.
Cuando finalmente logré hacerlo, supe que me había equivocado. Sólo podía sentir la erección de Jungkook en mi trasero aún más.
—Creo que así es peor —dijo Jungkook en un chillido.
Así que sin más, volví a tratar de regresar a mi lugar anterior. No había a donde escapar, literalmente estaba atrapada junto a la gran y amenazante erección de Jungkook.
Que mierda de día.
Así que ambos permanecimos en silencio, totalmente apenados por lo que estaba pasando.
Y poco a poco, la situación fue empeorando. El calor aumentaba, al igual que el tamaño de la erección de Jungkook, y lo peor, el truco de magia no parecía tener fin.
—Quizás debamos hacer algo... —hablo Jungkook con la cabeza recargada en la pared de terciopelo del ataúd.
Una gota de sudor se deslizaba decidida por el puente de la nariz de Jungkook, sin duda caería sobre mí.
—¿Cómo que? ¿demandar a éste fraude de "mago"? —pregunté ya muy molesto.
Jungkook rió por lo bajó al escucharme, pero negó con la cabeza.
—Estaba pensando en algo más divertido —sonrió.
¿Qué podía ser divertido en un momento como este? Claro, absolutamente nada.
Lo miré atento, esperando a escuchar su propuesta.
—Besarte —dijo finalmente.
Sin duda no esperaba escuchar algo como eso. Por lo que me congelé al momento en el que sus palabras salieron disparadas de su boca. Mis mejillas estaban completamente rojas y sobre todo ardientes. Mis corazón dejó de latir por un momento, para después acelerarse.
¿Besarme con Jungkook? Era todo lo que había estado pidiendo estos últimos minutos. Aunque no sé si podría hacerlo, con tantos factores molestos alrededor.
—¿Es lo que querías no? Aprender a besar —dijo sonriendo—. Quizás no es el mejor momento, pero después no podremos estar más a solas que ahora —soltó coqueto.
Apenas pude recuperar mi habilidad para hablar, no dudé en usarla.
—Seguro —dije sin más.
Jungkook rió al escucharme.
—Aunque quizás deberías decirme cómo mover mis labios, o enseñarme algún truco que pueda...
No tuve la oportunidad de terminar mi frase porque Jungkook me lo había impedido.
Ahora sus labios se encontraban sobre los míos. Él me besaba como el experto que era, mas sin embargo, yo no sabía que hacer. Estaba envuelto en nervios.
Preguntas tan estúpidas que para mí eran importantes en ese momento rondaban por mi mente. Como: ¿hacía que lado debo girar mi cabeza? ¿debo moverme lento o rápido? ¿los dientes no deben chocar, cierto?
Enseguida supe que esto acabaría en una perfecta tragedia. Y a pesar de que estaba disfrutando tanto sentir el calor de los labios de Jungkook sobre los míos, no sabía que carajos hacer.
Conclusión, besar no era fácil; bueno... al menos no para mí.
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¿cómo aprender a besar? 丼 kookmin.
Fanfiction꒷꒦ ❝ no sólo era el chico más inexperto del mundo, sino qué no había dado su primer beso nunca, y por lo tanto, no sabía besar. su único anhelo era poder besar al chico de sus sueños, pero su mayor temor era dar el beso incorrecto. ¿cómo lo haría? ¿...