Fate Grand Order: Corrupción

Chapter 49: Dumplings, diosa y celebración

Luego de alejarse de la playa y seguir su camino, el grupo se puso al rastreo de Cesar quien obviamente tenía la distribución de dulces bajo su haber, no iba a ser tan complicado alcanzarlo por lo que avanzaban a buen ritmo.

- Ya casi tenemos todas las cajas de dulces recuperadas. – Anunció Haji mientras revisaba en su celular el conteo. – Según esto, las que tiene Cesar deben ser las últimas.

- Es bueno saberlo. – Expresó Mash con una pequeña sonrisa. – Los dulces más raros deben estar bajo su posesión, obtenerlos significaría ya realizar el banquete lunar.

- Dulces… - Salter nuevamente empezó a babear cuando Emiya se lo señaló.

- Es bueno que estén por reunirlos todos. – Comentó Orión acercándose a ellos. – Aprecian la luna mientras los comen y beben ¿no?

- Ese es el plan. – Respondió Rika. – Todos en Chaldea esperan realizar esto, así que tenemos que recuperarlos todos para poder volver pronto.

Ya entonces lograron ver la figura del Saber a la cercanía, yendo directo hacia donde estaba él, sosteniendo la caja de dumplings.

-Estos dulces realmente son buenos, fáciles de transportar y comer, no puedo parar de devorarlos.

- ¡Neeeeroooo! – Calígula también estaba a un lado comiendo dumplings.

- Veo que también le agrada los dulces, no sería un buen emperador si no tuviera bastante apetito.

- ¡Gooooordoooo!

- No estoy gordo, solo tengo huesos anchos. – Mientras seguían en ello, el resto se acercó.

- Ya observo grandes cantidades atrás, es nuestro objetivo principal. – Comentó Orión, Haji asintió. – Ya sabes lo que debemos hacer.

- Por supuesto, esa cantidad es más que suficiente para todos en Chaldea, así que no podemos perder más. – Respondió.

- Es momento de ir masters. – Comentó Mash mientras ya se acercaron, la Shielder expresó primeramente. - ¡Deténganse de comer y entreguen esos dulces que no son de Roma!

- Roma no es… un dumpling… pero el gran Cesar es redondo… - Comentó Calígula.

- No me comparen con cosas redondas. – El Saber carraspeó su garganta. – Master, antes de que tome conclusiones apresuradas, debe llegar a escucharme sobre las razones que hice todo eso, claro que todos esperan escucharme después de todo.

- Que sea algo corto y preciso, si no deseas que la tragona aquí los acabe a todos. – Señaló el pelinegro a Salter la cual estaba a segundos de tirarse encima de los dulces, Cesar se puso un poco tenso.

- Entendido… yo, el Red Saber explicaré como me hice con estos dumplings.

- ¡Imposible! – Rugió Calígula.

- Parece que fui negado… - Un gotón surgió de su frente. – Bien, encontré estas cajas por razones en las cuales buscaba generar negocio, aunque al final terminó encantándome su sabor, digamos que fue un impulso del momento.

- ¿Y? – Preguntó Haji.

- A eso iba… realmente no tengo intenciones de pelear así que hagamos un negocio, le devolveré las cajas, con ello podrá venderlas al triple de su precio original, de ese modo vuelve a mí y le ofrezco el doble de las ganancias, un gran negocio donde sale ganando más ¿Qué dice? – Terminó de explicar, Haji miró a Mash, esta se hundió de hombros.

- … Fue una pérdida de tiempo tratar de dialogar con él. – Comentó la Shielder.

- Te daré dos opciones entonces ¿entregas las cajas o terminarás regresando a la fuerza? – Preguntó Haji.