мάѕcαrαѕ ↯ zυĸo

capítulo diez; Verdadera identidad

Logramos salir ilesos de la biblioteca que se comenzaba de caer a pedazos, y con la ayuda de Appa y Ryu nos desplazamos a un pueblo donde pasaríamos la noche. Conmigo iban Saito, al que dejé en una estación para juntarse con un viejo amigo, y la pequeña Toph, la maestra tierra de Aang a la que estaba conociendo.

—¿Hace cuánto que conoces a los demás?— preguntó Toph.

—Pues, hace ya unos meses. ¿Por qué preguntas?

—Mmh.. Curiosidad. ¿Te llevas bien con ellos?

—Claro. —Giré a ver a toph que mantenía sus ojos cerrados. —¿Tienes algún problema con alguien, Toph?

—No realmente, pero a veces siento que no le agrado a Katara.

Guardé silencio mientras me fijaba en nuestro alrededor, en unos minutos llegaríamos al pueblo donde descansaríamos esta noche. No sabía que decirle a Toph, desconocía completamente el comportamiento de ambas cuando estaban juntas. —¿Por qué lo dices?

—Discutimos a menudos. Pensé que te pasaría lo mismo que a mí con ella pero veo que soy yo el problema. ¿Cuánto falta?

—No deberías precipitarte, se conocen hace poco, con el tiempo se podrían volver buenas amigas y, bajaremos ahora.

Preparamos el lugar para comer algo y posteriormente dormir cerca de la fogata. y finalmente todos conciliaron el sueño después de que Katara y Toph dejarán de discutir. Ahora podía entender mejor a qué se refería Toph.

Había pasado un buen rato desde entonces y era la única despierta, los pensamientos no dejaban descansar mi mente y estos iban desde Lee, los problemas de Katara y Toph hasta el más complicado de todos, la identidad de Ryu. Cuando sentí temblores en la tierra me levanté y vi a Toph, se había despertado por el movimiento telúrico que se hacía cada vez más fuerte. —Toph ¿Tienes alguna idea del por qué estos temblores?

—Se está acercando algo, es muy grande y viene para acá. No estoy segura pero creo que es más de uno.

No pasó mucho tiempo cuando todos estaban despiertos y ordenando nuestras cosas.

—¡Debe ser la nación del fuego! —Dijo katara con grandes ojeras bajos sus ojos, y como todos. —¡Tenemos que huir ahora ya!

—katara y Sokka ustedes irán junto a Toph y se llevarán a Appa. Aang, tú irás conmigo.

—¡Espera! ¿Por qué no puedo ir contigo, Ágatha? —Dijo Toph exaltada.

—Toph, no es tiempo para que actúes como una niña, ¿Podrías comportarte al menos ahora?—katara que ordenaba las cosas recriminó a Toph. —Si vas con Ágatha seguro vas a ser un  estor...

—Katara, no hay problema. Pensaba que Toph podría disfrazarse de Aang pero no importa. Irá conmigo, apresuremonos.

Nos alejamos del lugar con mucha dificultad por el cansancio, al menos los demás habían dormido algo, yo apenas había pegado ojo. Y lo que me mantenía despierta eran las discusiones de mis dos acompañantes. 

—¡Es por eso que eres tan malo con la tierra control!

—Chicos, por favor, basta.— Supliqué en vano al escuchar la voz de Aang responder.

—¡No puedo concentrarme si siempre me gritas, Toph!

En un mal movimiento Toph tropezó cayendo desde la espalda de Ryu. Me lancé con el planeador de Aang y la atrapé en el aire. —¡Aang, no dejes de avanzar!

Una vez seguras en la tierra Toph colapsó. —¡Siempre es así con todos! ni siquiera logran entenderme, todo el tiempo suponen algo de mi y me molesta que me traten como una niña indefensa. puedo defenderme sola, no los necesito!