capítulo trece; Huidas

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Maratón 3/3

Después de salir corriendo con Toph, me había desmayado junto con Ryu. Habíamos abandonado nuestros cuerpos y podíamos verlos caer desde el cielo, Ryu estaba conmigo en su forma humana y se sostenía la cabeza fuertemente. —¡Ryu! ¿Qué está pasando?

—¡Lo estoy recordando todo, Ágatha!

—¡¿A qué te refieres?! ¡Mira nuestros cuerpos vamos a morir, Toph apenas puede sostenerse ella!

—¡Falta poco, te lo juro! ¡Es como si una película estuviera pasando por mi cabeza ahora! No puedo detenerlo.

—¡Si es como una película aumenta su velocidad!

—No funciona así ¡No puede ser! ¡Dame tu mano tienes que ver esto!

Montones de imágenes pasaron por mi cabeza, que en un principio no tenían coherencia para mí, pero después pude relacionarlas por completo. Ahora podía saber porqué Ryu era un dragón, y quién era realmente en su vida pasada. Las imágenes llegaron a su fin cuando Ryu tomó la forma del dragón blanco y pudimos volver a tomar conciencia de nuestros cuerpos que iban cayendo.

Ryu pudo alcanzarme antes de que llegara al suelo y nos dejó junto a Toph seguras en tierra firme, quien se lanzó a abrazar la tierra y comenzó a llorar. —¡Pero qué demonios les pasó! ¡Casi morimos! Nunca más me subiré a un dragón ¡Nunca!

—De verdad lo siento. No creo que vuelva a pasar, Ryu y yo de alguna forma estamos conectados, el sintió que estaba angustiada y comenzó a estarlo también, por eso perdimos la conciencia. Sin embargo ahora puedo entender a qué se refería el anterior Avatar.

—¿Intentabas explicarme, Ágatha? Porque no entendí nada.

—Habrá tiempo para explicarlo mejor, pero ahora Ryu no nos podrá acompañar.

Toph se quedó en completo silencio y miró a Ryu que nos daba la espalda un poco más alejado de nosotras. —¿A caso se pelearon? —Preguntó Toph.

—No, no es así. El reencarnó en un dragón no por un deseo propio, como creía Iroh. Fue parte de un sacrifi...

Ryu se fue volando y levantó un montón de polvo que nos cubrió a Toph y a mí. No sabía a dónde iría él, pero podía entender perfectamente cómo se sentía. Había sido parte de un sacrificio hace muchos años atrás, había perdido lo que más quería en este mundo, pensando que lo protegería, pero fue engañado, su familia fue asesinada y su alma convertida en un dragón seguramente para cobrar venganza.

Aún cuando los dragones blancos eran criaturas pacíficas y extremadamente inteligentes, podían volverse unas verdaderas bestias cuando la ira tomaba control de sus pensamientos, y está furia era dirigida, a los nómades del aire; los maestros aire. Un dolor en mi pecho hizo que inconcientemente apoyará mi brazo en mi corazón. ¿Ryu me odiaba por lo todo lo que hizo mi clan por salvarme la vida? Si la respuesta era sí, de veras podía entenderlo, pero nunca podría seguir viviendo con esta culpa.

Zuko

Dentro de mi llevaba un saco repleto de inseguridades, que aunque intentara ocultarlas, lo ojos brillantes de Ágatha podían saberlos con solo una mirada, y también mi tío Iroh, que sabía absolutamente todo de mí, incluso más que yo mismo.

Siendo controlado por mis inseguridades les mentí a ambos. No quería alejarme de Ágatha, pero tenía miedo a ser rechazado por todos sus amigos y peor aún, por ella. Le había mentido a mí tío Iroh diciéndole que no sabía quién quería ser, a pesar de que el me conocía mejor que yo mismo, esta vez no quiso ayudarme a elegir. Con todo esto había quedado solo, lo que menos quería era estar solo, porque podía conformarme con cualquier miga de pan, incluso con Azula.

Habían pasado ya unos días después que luché contra mi hermana, y ahora me dirigía a las tierras de la nación del fuego, preparado a arrastrarme ante él, aunque en el fondo le deseaba todos los males, al señor del fuego, mi padre.

Pero los caminos a mis destinos siempre suelen torcerse, antes de llegar a la nación había quedado varado en un pueblo inhóspito junto a Ryu, quién lo diría que yo, siendo un maestro fuego captara la confianza de un dragón, y en especial el dragón d Ágatha, que QUIÉN diría, era en realidad solo un joven.

Podía entender que Ryu estaba muy confuso ahora mismo, pues es precisamente por Ágatha que su vida fue envuelta en un campo de miseria y mucho dolor. Sin embargo ella no fue la culpable pero al ser la causa de todo los males de su vida, no podía mirarla a la cara como si nada, al hacerlo todo su cuerpo temblaba de rabia y tristeza.

Después de todos estos días seguía sintiéndome culpable por alterar de tal modo a Ágatha, hasta había roto su más preciada amistad y sentía la necesidad de ayudarla. Viajaría junto a Ryu hasta encontrar una solución y poder reunirlos nuevamente. Si aquel día llegaba, la vería nuevamente, y tal imaginación hacia que todo mi cuerpo temblara de emoción y culpa.


NT:

Aquí termina la maratón que había prometido uwu espero que les guste y aprovecho de informar que la historia pronto tendrá un final, que aún no está escrito pero ya se viene.

Gracias por votar y comentar  💚  T.T








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